Sin darme cuenta ya era de noche tan rápido, me había pasado toda la tarde escribiendo y ni siquiera me había percatado de lo que sucedía a mi alrededor. Revise mi celular y tenía tres mensajes de texto de Hugo.
Mensaje de texto:
- Fue un lindo día Alva
- Espero que podamos tener nuestra segunda cita
- Okey, era broma, pero si quieres podemos tener una primera oficial segunda cita
Creo que esto se está saliendo de control no me quiero ilusionar más de lo que ya estoy y tampoco quiero que él se ilusione de mí, al final siempre salgo lastimada, herida, siento que esto es mucho para mí porque nunca le voy a poder amar de la manera que él me amaría, siempre voy a estar manchada por siempre.
Mensaje de texto:
- ¿Quién dijo que esta era nuestra primera cita? No corras tan rápido
- ¿Quién dijo que yo estaba corriendo Alva? Solo quiero aprender a caminar despacio
Él y sus metáforas me empecé a reír por lo que me había puesto.
- ¿Quién dijo que podías caminar a mi lado?
- Bueno señorita "Quién", mañana a las seis de la tarde te paso a ver para nuestra primera oficial segunda cita, descansa Alva
- Está bien, pero enserio no quiero que te ilusiones conmigo
Llamada entrante de Hugo:
Ahora si me siento más pálida y blanca que la propia nieve.
- ¿Quién dijo que me quiero ilusionar contigo?
(me dice con un tono gracioso)
- Tú
- ¿Qué pasó Alva estás bien? Yo no tengo apuro en nada tengo todo el tiempo del mundo
(ahora me dice medio preocupado y un poco serio)
- No lo sé, solo no quiero que salgamos lastimados, sabes
- Créeme que lo que menos quiero es salir más lastimado, nunca te haría daño
- Como que me quieres convencer
Hablamos por un buen rato no nos habíamos dado cuenta hasta que ya me empecé a sentir realmente muy cansada, vi el reloj de mi cuarto y eran las doce de la noche es hay cuando me di cuenta de que tampoco había comido nada, pero solo de imaginar que debo bajar a la cocina para prepararme algo me daba pereza.
- ¿Hugo sigues ahí?
Lo único que escuchaba era unos ronquidos de la parte de Hugo, me empecé a reír bajito no aguantaba más me daba un poco de ternura escucharle así.
- Descansa Hugo
(le digo bien bajito para que no sé despierte)
- Tu igual luz
Ahora si no sé qué bicho le pico para que me llame de esa manera o está bien dormido o está pensando en alguien más.
- Alva, me llamo Alva
- Lo sé, solo que tú eres mi luz
- ¿Quién dijo que solo quería caminar eh?
- Yo
- Entonces...
- Descansa, nos vemos mañana ponte algo elegante
- Chao
- Chao
- Bye, chao
Cuando ya estaba a punto de cerrar mis ojos escuché un sonido bien fuerte que venía de mi barriga, sí que me moría de hambre, así que decidí ir a la cocina a comer algo antes de ser comida por mi barriga.
Las luces de mi cocina estaban encendidas que raro ya a esta hora nadie esta despierto, entro con cuidado a la cocina para ver quien estaba adentro y era Lucia, que alivio ya había pensado lo peor.
- ¿Lucia que hace aquí?
- Hola mi niña, no podía dormir así que vine a tomar un poco de agua
- Que susto me he pegado
- ¿Y usted mi niña que hace a estas horas?
- Me he olvidado de comer y ahora muero de hambre
- Yo le preparo la comida, siéntese mi niña que en un rato ya le sirvo su comida
¿Cuál es el chico que le tiene en las nubes? Usted siempre come
- Nadie nadie Lucia
(me empiezo a reír de los nervios)
- Hay mi niña yo le he cuidado desde que era una bebé y yo sé que me está mintiendo
- Está bien Lucia, usted gana
- Haber mi niña cuéntemelo todo
(me dice con felicidad en su voz)
- Se llama Hugo, le conocí en el hospital conversamos un poco y después de eso bueno pues el me invito a salir hoy, fuimos a desayunar y después le lleve a la laguna fue un lindo momento hace mucho que no salía con nadie sabes Lucia siento que cuando estoy con él me siento bien me siento segura
- Ya decía yo porque no le había visto en todo el día mi niña, me parece muy bien que se haya animado a salir y como así él estaba en el hospital
- Ni idea Lucia lo mismo pregunte yo, pero no creo que es nada grabe porque se le ve bien, pero igual tampoco me quiero ilusionar mucho, no después de todo
Lucia no sabía todo lo que yo había pasado, no me parecía correcto contarle solo sabe que las cosas con Arón no salieron para nada bien.
- Hay mi niña, pero no sé preocupe usted, el tiempo siempre será la mejor opción no tiene por qué apresurarse además si usted siente esa conexión no tenga miedo en sentir debe aprender a sentir y amar esos sentimientos que tiene hacia él.
- Hay Lucia no lo sé todo es muy complicado
Lucia me sirvió mi comida pasamos un buen rato hablando y poniéndonos al día con todo, después de un buen rato me despedí de Lucia y subí a dormir, aunque tampoco era buena idea ya que me sentía a punto de explotar, pero tampoco me iba a dejar que mi barriga me comiera, entre pensamiento y pensamiento me quedé bien dormida.
Desperté desorientada me había quedado profundamente dormida y ni me había acordado de que hoy me tocaba ir a prácticas me levanté como pude me cambié casi dormida, realmente hoy tenía cero ganas de ir a ese pequeño inferno, pero me tocaba no había más o a menos que me escape de casa y me vaya de viaje, pero no lo sé, debo admitir que suena muy tentador poder hacer eso, pero lo dejo como plan B.
Bajando las gradas me topo con mis padres en pleno desayuno, creo que hoy si es el fin del mundo porque nunca los veo y verlos realmente es muy raro. Me acerco a Lucia y beso su frente como signo de saludo.
- Buenos días, padres ¿Cómo así por acá?
- Hay Alva ya vas a empezar otra vez cariño