En esta vida no...

Capítulo 11

Me despierto con un terrible dolor de cabeza, creo que en mi vida vuelvo a tomar una gota de alcohol, me trato de levantar de la cama, pero siento que mi cerebro que sacude como loco así que decido estar un rato más en mi cama, además tengo mucha pereza de levantarme. Veo que la puerta de mi cuarto se abre y hay estaba Lucia, tan linda como siempre.

- Mi niña ¿Cómo está, ya se siente mejor?

- Uff Lucia ni me hagas acuerdo que siento que mi cabeza va a explotar

- Le traje un jugo y una aspirina para que le pase, tiene suerte que le allá traído Hugo se nota que es buena persona

- ¿Cómo?

- Si Hugo le trago ayer por la noche, usted mi niña estaba bien dormida

- No me acuerdo de nada Lucia

(le dije mientras me empecé a reír por los nervios)

- ¿Nada de nada?

- Nada de nada Lucia, hay solo espero que no haya hecho nada malo ayer

- No creo mi niña, se nota que le respeta a comparación del otro joven, ayer le dije que más le vale que le cuidé mi niña porque usted se merece lo mejor, además es muy guapo le pongo un diez de diez

Me decía Lucia con una voz tierna mientras me acariciaba mi cabello.

- Hay Lucia no pasa nada entre nosotros, solo nos estamos conociendo mejor, pero sabes no quiero nada por el momento o eso creo no sé estoy un poco confundida Lucia

(apoyo mi cabeza en su hombro en busca de consuelo)

- Tranquila mi niña el tiempo lo decidirá lo mejor para ambos

- ¿Y mis padres?

- Huyy mi niña, aún no llegan, me escribieron ayer a media tarde y me dijeron que iban a llegar hoy en la noche con visitas, así que parece que hoy va a haber una cena importante en la casa

- No sabía, no me han dicho nada

- Bueno mi niña me voy, para preparar todo para hoy noche

- Está bien Lucia, gracias, ¡¡¡te quiero!!!

Me quede en mi cama hay sumergida en mis inmensas cobijas, decido poner música para relajar mi mente y olvidarme de mis padres un segundo, no puedo creer porque se comportan de esa manera conmigo, no los he visto en un día creo y ni siquiera me han podido llamar, yo les trate de llamar ayer, pero fue en vano ellos no me contestaron y ni siquiera me pudieron devolver mi llamada, trato de evadir cualquier sentimiento antes de volver hacerme daño y sentirme peor.

Vuelvo a prender mi celular para cambiar de música y me percato en la barra de notificaciones, me percato que tengo un mensaje, lo abro y era de Hugo.

Mensaje de texto:

- Gracias por hacerme valorar cada segundo de mi vida, quisiera que te veas como yo te veo Alva, eres luz nunca dejes de brillar.

No sabía que responderle era claro lo que él me estaba tratando de decir, pero no sé cómo me ve a mí, yo solo me veo como una persona partida en mil pedazos con mil cicatrices, no me puedo ver como el me ve ni siquiera lo puedo imaginar.

Pero inconscientemente una sonrisa sale de mi rostro, porque es la primera vez que siento que alguien me valora, estaba divagando entre responderle o no pero no sabía que responder, es que nadie me había tratado de esa manera. Pero al instante miles de recuerdos recorren mi mente y lo primero que hago el alzar todas mis cobijas y ver que traía puesto, un suspiro de alivio sale de mí, sabía que esta no era mi ropa eso era obvio dejando a un lado que esta ropa huele demasiado bien es como tenerle a Hugo cerca de mí, pero después analizando todo si me preocupe porque no sé cómo llegue a estar vestida así y lo que más me da miedo es saber si Hugo llegó a ver todas mis cicatrices y quemaduras, después que va a pensar de mí, va a pensar que estoy loca y si ya no quiere saber nada de mí.

Unas lágrimas recorren mis mejillas al llegar a pensar todo eso. Así que decidí cargarme de valor y llamarle.

- Hola Hugo

- Luz ¿Cómo estás? Ya me extrañas, que quieres hablar conmigo

(me dice Hugo bromeando)

- Mmm...no eh, Hugo yo eh, no recuerdo muy bien lo que pasó ayer, solo quiero decir que si tuvimos algo fue un total error porque no sabía lo que estaba haciendo y si después de verme así decides dejarme de hablar está bien te entiendo, solo espero que no me juzgues Hugo realmente yo....

- Alva Alva tranquila, tranquila ayer no paso nada, yo nunca hubiera hecho algo contigo sin tu acontecimiento

No pude responder nada solo sollocé.

- Alva no sé quién te hiso tanto daño, pero te juro que nunca seré como él, lo único que quiero es verte y hacer feliz, que te ames más de lo que yo te puedo amar, que vivas y ames la vida más de lo que yo puedo hacer.

- ¿Por qué dice eso Hugo?

- Porque eso es lo único que quiero desde que te vi supe que eras tú y lo único que quiero es que seas libre y no me importa como seas físicamente tu eres perfecta en todo sentido

- Hugo lo siento, pero no sé si estoy lista para una relación, la última que tuve no salió bien

- Alva para ti tengo todo el tiempo del mundo, no te disculpes, tranquila yo nunca haría nada malo

- Gracias por entenderme Hugo ¿Hablamos luego, sí?

- Vale luz

Mi corazón latía a mil por hora, no supe cómo reaccionar después de lo que me dijo Hugo es que esta sensación de sentirte querida o amada por alguien es raro para mí para ser sincera conmigo misma creo que es mi primera vez y me da miedo.

Puse música de nuevo mientras me leía un libro después de un buen rato veo mi celular y ya mismo era hora de la comida, así que decidí bañarme para relajarme un poco después de tanto alboroto dentro de mí, entro a mi baño y me quito toda mi ropa cuando me quedo completamente desnuda veo mi cuerpo atreves de mi espejo y me percato de cada lastimado que tengo de cada cicatriz, cada cicatriz que guarda un dolor un secreto de cada quemadura que guarda miles de socorros, nunca me ha gustado mi cuerpo y verme así como estoy solo lo empeora sé que por una parte es mi culpa todo lo que me hago pero no tengo de otra, es eso o desaparecer del mundo.




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