En esta vida no...

Capítulo 16

En casi todo el transcurso del viaje, mi mente divagaba con respecto al tema de Hugo, nunca me imaginé que Hugo tenía problemas de salud pues ahora todo tiene sentido todas las veces que le veía en el hospital era por sus chequeos médicos. Me siento tan mal conmigo misma, solo pensé en mí y en mis únicos problemas que ni me di cuenta de que todos vivimos con nuestros propios problemas. El tiempo que tengamos que estar juntos lo voy a disfrutar como si fuera nuestro último día.

Me duele saber que todo lo que me imaginé tener con Hugo nunca va a poder pasar, porque tarde o temprano uno de los dos nos vamos a ir.

El viaje fue muy tranquilo vimos una película que escogió Hugo, al llegar recogimos todas nuestras pertenencias y alquilamos un auto para ir hacia nuestra casa que habíamos reservado, Hugo y yo apagamos nuestros celulares para tener un poco de paz mental y disfrutar estos días, no tenemos plan ni rumbo, ni siquiera sabemos por cuanto tiempo vamos a estar aquí, pero a estas alturas que importa el tiempo y el futuro si solamente nos podemos disfrutar el uno al otro en este preciso momento en este presente, que quiero que sea nuestro eterno presente.

Llegamos a nuestro nuevo hogar, era realmente hermoso lo que mis ojos veían, puro campo verde, las montañas en la parte de atrás y un río bien hermoso, nosotros habíamos escogido esta casa porque estaba un poco alejada al centro y porque tenía vegetación y lo que más me encanto era el río, era como un sueño hecho realidad para mí, no daba más. La casa no era tan grande y eso estaba bien porque solo somos los dos, en la parte trasera de la casa teníamos un jacuzzi. Aunque dudo que utilice el jacuzzi por el tremendo frío que hace aquí.

Hugo estaciono el auto y bajamos todas nuestras partencias. Arreglamos nuestras cosas para estar más cómodos, escogimos el cuarto principal que era hermoso. Noto que Hugo se me acerca y me besa la frente con delicadeza.

- Luz me muero de hambre

- ¿Y qué quieres comer? Escoge lo que quieres comer hoy, que yo seré la chef, pero te aseguro que no será la mejor comida, aunque es de madrugada

(me río un poco, ya que ambos sabíamos que era pésima en la cocina)

- Mmm...tal vez tacos, pero tacos comibles

(me dice guiñándome un ojo)

- No sé, haré el intento, pero debemos tener una segunda opción si me sale mal

(le digo riéndome)

Todo el mercado hicimos de manera online ya que nos dio pereza a los dos salir hacer compras así que nuestra mejor opción fue hacer el mercado online y por nuestra suerte había un supermercado que atendía a estas horas.

Todo esto era raro para mí, porque todas estas cosas no las hacía yo, ya que mis padres me decían que teníamos gente que hagan esas cosas por uno.

Después de media hora más o menos llegó nuestro pedido, arreglamos todo y empecé a cocinar o eso pensaba yo, porque no veía que me quedaba nada bien.

- ¿Hugo seguro me estás dando bien las indicaciones para cocinar?

- Si, pero mi querida novia no es tan buena en eso

- ¡Oye! Lo estoy intentando, no es mi culpa que este cuchillo no corte bien las cebollas

(le dije defendiéndome)

En ese momento sentía un poco de pena y sentía que mi cara iba a explotar de lo roja que me estaba poniendo, me sentía muy nerviosa ya que Hugo estaba en una esquina de la cocina viéndome como cocinaba y para rematar ni una cebolla sabía cómo cortar. Noto que Hugo se me acerca y se pone atrás mío, pasa sus manos por mis brazos hasta llegar a estar encima de mis manos.

- ¿Te ayudo Alva?

(me da un pequeño beso en la mejilla)

Yo ya me sentía más que muerta en ese instante, pero no me iba a dejar a su antojo y darle el gusto de que gane.

- No, yo sí puedo, tal vez no sepa como cortar la cebolla, pero va a quedar de lujo, ya verás

- Te ves hermosa ¿lo sabes?

- Aja

Me da otro beso y continúo cocinando mis tacos, después de una infinidad por fin acabé la comida, preparé los tacos un poco de ensalada que me encanta y para tomar me decidí por vino, no es que me gusta tomar, pero es un buen motivo para hacerlo. Pusimos la mesa en la parte trasera de la casa en medio jardín yo solo cruzaba los dedos para que no llueva más luego, imaginándome lo que pasó la otra vez.

- ¡Listo! Espero que te guste

(le digo un poco nerviosa)

- Todo se ve delicioso luz, gracias

- Un brindis, por los dos, por nuestra nueva vida porque al final de todo estamos juntos por siempre, te quiero Hugo

- Y yo más, yo te quiero más

La cena fue muy hermosa la pasamos bien nos reímos, platicamos de muchas cosas y lo bueno de todo es que mi comida me quedo bien. Seguíamos sentados en media oscuridad de la madrugada el silencio entre los dos no era para nada incomodo, pero dentro de mi cabeza tenía un montón de preguntas por hacerle.

- ¿Desde cuándo?

(le pregunte a Hugo con mi mirada perdida)

- No quiero que te preocupes por mi Alva, estoy bien

- ¿Desde cuándo?

- Hace medio año más o menos, noté que me cansaba muy seguido, no tenía mucho apetito y siempre me moría de sueño, me comencé a debilitar así que me fui hacer chequeos y salió que tenía leucemia, durante un buen tiempo sufrí de esto sin darme cuenta de que estaba dentro de mí y ahora resulta ser que es un poco tarde

No tenía palabras para poder expresarme, me había quedao totalmente muda, solo sentía como mi mejilla se humedecía por mis lágrimas que me caían.

- Al parecer mi cáncer está avanzando de una manera muy rápida, que la última opción es hacer la quimioterapia para poder aplazar lo que más pueda

- ¿Y cuando vas a empezar? Si quieres mañana a primera hora vamos a donde unos amigos de mis padres para que hagas el tratamiento con ellos

- No, he decidido vivir el tiempo que tenga que vivir sin medicamentos sin dolor, sin estresarme sabiendo que mañana tengo que ir al hospital hacer mi terapia




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