En esta vida no...

Capítulo 17

Me despierto y siento un gran peso encima de mí, cuando volteo a ver a lado mío estaba Hugo casi que encima de mi podía sentir como me tenía bien aferrada a él que literal me quedaba sin aire. Trate de moverme muy despacio para que Hugo no se despierte, me paro y voy directo a mi velador donde estaba mi celular, lo agarro y decido prenderlo para ver de qué me he perdido, aunque debo admitir que sentía un poco de ansiedad al imaginarme como iban a estar mis padres.

Me voy para la sala para poder hacer bulla tranquilamente, reviso mis notificaciones tengo como cinco mensajes de mis padres.

Mensaje de texto:

- Alva tu madre ha ido a tu cuarto y no estas ¿Dónde rayos te metiste hija?

12:10 pm

- Sabemos que te fuiste con ese chico pobre, enfermo, tarde o temprano te vas a repentir 02:30am

- Hija donde quiera que estés haznos saber, eres libre de tomar tus decisiones, pero debemos saber en dónde estás 3:15 am

- ¿Cuándo vas a volver hija? ¿Acaso te tiene secuestrada? 3:55 am

Que loco ver que mis padres se traten de preocupar por mí cuando tuvieron toda una vida para hacerlo y no lo aprovecharon, siento un poco de pena por ellos, pero así me siento mil veces mejor. Decido enviarles un mensaje de voz para que sepan que estoy bien.

Mensaje de voz:

Hola, papá, hola mamá, solo les mando este mensaje para que sepan que yo estoy bien, que es la primera vez que me siento libre y que puedo tomar decisiones por mí misma, les guste o no estoy con Hugo y no lo voy a dejar solo porque tenga menos que nosotros. No se tomen la molestia de buscarme porque estamos fuera del país. Los quiero

Todo esto era raro, pero se sentía bien, dejé mi celular a un lado y comencé a hacer el desayuno hice algo súper fácil para mí solo frutas picadas con unas tostadas, mermelada y café.

- Justo a tiempo, buenos días dormilón

- Buenos días a la novia más hermosa del universo

(nos dimos un pequeño beso como saludo)

- He preparado el desayuno, espero que estés con hambre y también espero que esté bien mi comida

Nos reímos por mi comentario, arreglamos la mesa y comenzamos a comer tranquilamente.

Nos encontrábamos recorriendo el centro de la ciudad, decidimos salir para conocer un poco más, todo era muy hermoso, la gente, la cultura hasta la comida.

- Creo que voy a explotar, hemos comido demasiado Hugo

(le digo mientras le doy el último mordisco a mi sándwich)

- Si creo que ha sido una mala idea, pero aún nos falta un lugar más por reco....

- ¿Hugo estás bien, que tienes?

- No...no nada es solo...

- Hugo mírame, nos tenemos que ir al hospital para que te revisen

- No...ya me siento mejor Alva, mejor vámonos a casa así podré descansar

No le veía para nada bien a Hugo, de un momento a otro se puso pálido y solo se agarraba la cabeza me daba desesperación no poder ayudarle y verlo así. Siento miedo, tengo miedo de que esto se vaya acabar que se vaya a poner peor, dimos media vuelta y nos dirigimos hacia el auto para ir a casa, Hugo en todo el transcurso no decía nada, estaba muy callado y su mirada toda perdida. Llegamos a casa y le ayudé a bajar del auto.

- Ven vamos, ya casi solo una grada más y ya estamos en la habitación Hugo

Una, dos, tres

¡Listo!

(digo con cierto cansancio)

Le acomodé en la cama, Hugo no se podía mover mucho estaba muy agotado y débil.

- ¿Quieres algún té Hugo, algo de comer?

- Tú me quieres hacer engordar, recién comimos

(me dice con una media sonrisa de lado)

- Hay perdón es que estoy nerviosa, no quiero que te pase nada Hugo

(le decía mientras sentía como mis lágrimas querían salir)

- No quiero nada estoy bien luz, ven acuéstate conmigo eso me va a hacer bien

Me acomodé a lado de Hugo en su regazo, nadie decía nada lo único que podía escuchar era su corazón latir y sentir su cuerpo moverse suavemente al respirar.

- No me voy a ir a ningún lado luz, solo me he sentido un poco cansado a veces me sabe pasar eso, no quiero que te preocupes por mí, estoy bien

- Como no quieres que no me preocupe por vos, me he asustado bastante, no me sueltes nunca Hugo

No dijo nada, solo podía sentir como sus manos me acariciaban lentamente como si fuera una pieza de porcelana que se puede romper.

No sé ni cuento tiempo paso ni a que rato nos quedamos dormidos los dos porque a lo que alzo mi vista todo ya había oscurecido, reviso mi celular y eran las ocho de la noche, tremenda siesta que nos pegamos.

Hugo seguía en la cama bien dormido, se lo veía tan tranquilo así que decidí no despertarlo para que siga descansando, yo baje con mucho cuidado las gradas para prepararnos algo de comida, hice unos pimientos rellenos de pollo.

Luego de unos veinte minutos acabé de hacer la cena, como Hugo no bajaba aún decidí poner una película para hacer tiempo, estaba concentrada viendo la película hasta que escucho una notificación de mi celular, agarro mi celular para revisar la notificación que me llegó, me percato que era de un número desconocido, nadie sabía nuestros nuevos números ya que cambiamos a lo que llegamos acá.

Mensaje de texto:

Por más que trates de correr o caminar, recuerda que yo seguiré todo tu andar.

Por siempre mía....

Por cierto, te veías muy bien hoy con esa falda azul de flores.

No podía creer lo que estaba pasando, era todo irreal el saber de Arón me estaba siguiendo a todos lados no lo podía creer, él realmente estaba muy loco, no tengo ni la más mínima idea de cómo me pudo seguir, solo sentía que me iba a dar un ataque, trate de tranquilizar mi respiración para no hacerme daño. No podía hacerme daño me prometí a mí misma que iba a dejar eso atrás que iba hacer las cosas bien, pero todo parece retroceder, justo cuanto me siento bien vuelve aparecer Arón son demasiadas cosas Hugo con su enfermedad y de nuevo Arón, me da miedo pensar que algún rato él me pueda atrapar y sea muy tarde.




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