¿en guerra con el pasado?

CAPITULO 4

EXPERIENCIAS

EMILY

Ya llevabamos rato caminando por un bosque y aún seguiamos para largo, nadie ha emitido palabra alguna durante todo el trayecto y la tensión es tan presente que facilmente se puede cortar con un cuchillo. De tanto en tanto el chico lo sorprendía mirandome de tanto en tanto y me esquivaba la mirada rapidamente y yo terminaba con sonrojos.

¿Que tanto me mira?

De pronto un ruido provino de mi estomago y nos quedamos inmóviles, se dio vuelta y me miro arqueando una ceja.

-¿Que?- pregunté haciendome la tonta.

-¿A la princesa le dio hambre?- dijo y de nuevo un sonrojo adornada mi rostro.

-No es verdad- dije tratando de cambiar el tema pero el se acerco y estaba a escazos centimetros de mi y yo estaba ardiendo hasta más no poder. Su voz era algo ronca, sus ojos color miel destallaban a estas horas de la noche y ese porte de macho alfa lo hacia lucir muy atractivo y malditamente sensual -¿Acaso te han dicho que mantengas lo que piensas dentro de tu cabeza?- menciono con diversión.

No. Maldita sea.

Lo dije en voz alta.

Mi sonrojo estaba incontrolable en cambio el me atrajo a su cuerpo y se acerco a centimetros de mi rostro, sentia su respiración golpear mis labios y aún tenia su pañuelo cubriendo parte de su boca y nariz. Se acerco un poco más y su respiración golpeó en la curvatura de mi cuello y me estremecí, lo senti subiendo lentamente hasta que llegó a mi oreja.

-Comeremos algo, sigueme- su voz era oscura y firme y de pronto se alejo de mi.

¿Que carajos me esta pasando?

Me tomó de la mano y seguimos el camino un rato más hasta que llegamos a un pequeño pueblo, habia venido un par de veces aqui en vacaciones pero con el paso del tiempo y por cuestiones escolares no habia podido.

Narshville era el nombre, seguia manteniendo una gran limpieza, la plaza es igual de grande que como la recuerdo, algunas personas platicando mientras otras caminaban, aqui era un lugar para venir y despejarse de todo.

Me guió a una calle y estaba algo oscura, con cuidado caminamos dentro y cuando salimos observé muchas luces y varios camiones de comida, no recuerdo haber estado aqui alguna vez.

Fuimos a una mesa y me hizo tomar asiento.

-Ya vuelvo, no te muevas de aqui- asentí y se dirigió a un camion que al parecer vendía hamburguesas.

-Emi, ¿estas ahi?- escuché que hablaron por el radio que me dio mi hermano, le habia bajado el volumen pero que estuviera considerable para cuando me hablara.

-Si, ¿que paso? ¿Todo bien?

Escuché un suspiro.

-Si, mamá y papá siguen abajo con mis tias y los abuelos, Simon y yo estamos vigilando que no se enteren de nada.

-Esta bien.

-¿Donde estan? Para saber al menos que el tipo no te llevó fuera del país.

-Tranquilo- dije en tono divertido -¿Recuerdas cuando veniamos a Narshville?-

-¿Qué? ¿Aún esta como lo recuerdo?

-Si, solo paramos por comida y de ahí seguimos- escuché un movimiento del otro lado.

-Bueno, te dejo porque creo que vienen a checar como estamos, luego te informo de que pase.

Me despedí y el chico llegó con las hamburguesas con papas al lado y unas botellas de agua.

-No sabia que quisieras asi que traje esto.

-Esta bien.

Se quitó su pañuelo y tremendo asombro, su nariz era perfecta, su rostro bien definido, y sus labios carnosos. No sabia que podía ser guapo alguien como él.

-La comida es la hamburguesa, yo no, muñeca- dijo y salí de mi trance.

¿Acaso quiere jugar? Pues juguemos.

-En ese caso creeme que me comeria primero a otro antes que a ti- le guiñé un ojo y le di un bocado a mi comida, estaba deliciosa.

-No estes tan segura muñeca, no sabes que pueda pasar- respondió para después tomar de la botella. Rodé los ojos.

-¿Que pasará después?- pregunté.

-Aún falta camino, mucho para ser exactos.

Esto sin duda será agotador pero los encontraré.

-¿Y como te llamas?- dije de pronto a lo que frunció el ceño -Digo, sabes quien soy pero no se nada de ti.

-Jason- fue lo unico que dijo.

-¿No eres de hablar mucho verdad?

-¿Y tu no paras de hablar?- por alguna extraña razon su respuesta me sonó divertida. Terminamos de comer y salimos del lugar para seguir caminando cuando escuchamos un ruido proveniente de mi mochila.

-Emily, contesta- se escuchaba la voz de Simon.

Tome el pequeño radio y nos detuvimos a escuchar.

-¿Que pasa?

-Ya llegaron los demás y ahora Liam, Thomas, Josh y Vanessa saben lo que estas haciendo.

Jason y yo nos miramos, inmediatamente agarro el radio mientras yo me sentaba en un pedazo de pasto en el suelo.

-¿No han sospechado nada los adultos?

-No, aqui se nos unieron para planear lo que pase y la amiga de mi prima, Hannah, acaba de llamar hace un rato.

Inmediatamente me puse de pie.

-¿Que dijo?

-Que probablemente estes buscandolos y si mis tios preguntan por ti les diremos que estas en su casa para calmarte un poco, ella ya sabe que tiene que hacer.

Suspire aliviada. Hannah y yo nos sabemos cubrir a la perfección y no sospechan de nada.

-¿Y como esta la manada?

Desde que somos pequeños nos hemos llamado asi, nos protegemos entre todos y si se meten con uno, automáticamente estan muertos.

-Estan ayudando a ver si pueden conseguir algo, todos estan preocupados y no han descansado nada.

-Seguiremos en el camino, les avisaremos cuando lleguemos.

Nos despedimos y continuamos caminando hasta que senti algo en mi cabeza, parpadeé pensando que era mi imaginación pero después el de ojos miel se detuvo, observó el cielo y suspiro.

-¿Que pasa?

-Esta por llover y debemos de buscar refugio- respondio -Conozco un lugar si nos damos prisa llegaremos antes de que inicie la lluvia- asentí y caminamos apresurados hasta que observé un hotel pequeño, entramos y era enorme por dentro, sencillo pero acogedor. Agarro una campana que estaba en la mesita y empezo a sonarla tres veces y se detenia dos segundos para hacer lo mismo hasta que una voz femenina interrumpió.




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