¿en guerra con el pasado?

CAPITULO 6

SECRETOS

JASON

Moví mi cuerpo despertando después de dormir un largo rato, sentí un peso en mi pecho y ahi la vi a ella, dormida con su cabello perdiendose delicadamente en la almohada, la sujete suavemente de su mentón y seguía teniendo esa carita angelical. No estaba previsto que pasará lo de ayer pero tenemos que continuar con encontrar a sus hermanos. Hice los menores movimientos para no despertarla y cuando salí me dirigí al baño para darme un baño rápido.

Ella no merece que alguien como yo este a su lado. Pensé

En este mundo hay personas que no merecen las desgracias que les pasa en su vida y este es el caso de esa pequeña rubia, no merece ese dolor que pasa porque secuestraron a sus hermanos, todo eso no lo merece alguien como ella. Al terminar tomé una de las toallas y la enredé a mi cintura para salir a pasos lentos por algo de ropa, aún seguía dormida y prefiero dejarla descansar por toda la intensidad de ayer, normalmente estoy con chicas por diversión pero ella tiene eso que llaman diferente. De pronto un recuerdo de anoche se me hizo presente.

No usamos protección.

Suspiré pesado para vestirme y cerré la puerta dejandola en sus sueños, baje las escaleras algo presuroso hasta que mi prima se puso en mi camino.

—¿Ahora si me dirás que pasa? No me digas que nada porque no lo creo.

—Todo esta normal— respondí e intente esquivarla pero me obstruyó el paso —¿Si te puedes quitar? Tengo prisa.

—¿Para que?

—No tengo porque decirte mis int...— corté mis palabras y ella abrió los ojos entendiendo rápidamente. Maldita conciencia que te adelantaste.

—¿Acaso ustedes?— no dije nada y ella escaneó mi cuerpo entero y su cara cambió a una preocupada —¿Ya lo sabe? ¿Como reaccionó?—

—Aun no se lo digo— respondí — Luego veré el momento justo para hacerlo pero si me disculpas necesito ir a comprar algo— asintiendo y salí disparado a una farmacia. No será fácil que se entere pero lo haré cuando tenga la oportunidad. Compré una botella y unas pastillas anticonceptivas y volví al hotel, me dirigí a la habitación pero recibí una llamada de Len.

—¿Ahora que?

—Les llevaré el desayuno, te espero afuera de la habitación— suspiré irritado y en menos de lo esperado me dió el desayuno, se fue diciendo que si nos iriamos le dejaramos la llave a ella para evitar que alguien se entere, asenti y entré viendo esos ojos oscuros aún con sueño y me sonrió tranquila.

—Hola— musitó entre un bostezo y frotando sus ojitos.

—La princesa se levantó justo para desayunar, por cierto— deje el desayuno en la cama y le entregué la bolsa que tenia en la mano —te traje esto, las necesitas— tomó la bolsa y divisó el interior, giró y me sonrió agradecida en respuesta.

—¿Y ya desayunaste?

—Te estaba esperando.

[Si como no, y luego no quieres decirle la verdad que...]

Conciencia callate, no arruines el momento.

—Iré al baño, necesito hacer pis— asentí pero escuché un quejido, volteé en su dirección y me dirigí a donde estaba.

—¿Estas bien?

—No te preocupes, solo es momentaneo— intento ponerse de pie pero sus piernas tambalearon y la cargue como princesa llevandola al baño —¿Qué haces?— preguntó confundida sujetandose a mi cuello.

—Ayudandote, sentirás molestia por un rato.

—¿Desde cuando te preocupas por mi?— menciono mientras la ayudaba a sentarse en el retrete.

La observé a los ojos y me sonroje, volteé la mirada y ella se empezó a reir.

—¿Que paso?— dije cuando termino y la ayude a ponerse de pie.

—¿Será por lo que paso anoche?— mencionó divertida y me acerqué a su rostro una vez termino de hacer sus necesidades.

—Tal vez, pero no creas que me convencerás así de fácil, recuerda que tenemos que seguir.

—¿Y si hago esto?

No me dejo ni articular palabra cuando estampó sus labios con los mios, respondí inmediatamente sujetandola de la nuca para profundizar el beso, se separó bruscamente y sonrió triunfante.

—Juegas sucio princesa.

Reimos y me dijo que le pasara su mochila para que se vistiera, se la dí y salí del baño. Esto ya es inevitable, no puedo negarlo pero siento que la estoy arriesgando demasiado, esperemos hoy encontremos a sus hermanos y los regresaré. Desperté de mis pensamientos cuando la puerta del baño se abrió, caminaba algo extraño pero algo era algo, nos sentamos en la cama y desayunamos en silencio hasta que un ruido provenía de su mochila.

—¿Emi?— se escuchaba una voz masculina. La rubia tomó el radió y respondió.

—¿Que paso?

No habia ruidos durante largos segundos hasta que suspiro.

—Mamá y papá ya lo saben— nos miramos a los ojos alarmados. Era lo que menos queriamos y sucedió.

—¿Pero como? ¿Cuando?— hacía preguntas aún en shock.

—Ayer me dijo papá que como estabas, fueron a tu habitación y tuve una discusión con él y tuve un ataque de pánico por segunda vez en mi vida, mamá logró calmarme y le dije.

—¿Y como esta todo? ¿Estas bien?— dijo preocupada.

—Ayer cuando se calmo todo papá subió y se disculpo, se que la discusión fue por lo de las copias pero me dijeron que ya iban a buscarte, que me comunicara contigo para ver como estabas y que hablarán seriamente con nosotros y la manada entera.

—Lamento haberte provocado todo eso Aid, no era mi intención.

—Descuida pero ¿saben cuanto más se tardarán?

Me observó dudosa y tomé el radio.

—Un dia más a lo mucho.

—Esta bien, vuelvan rápido.

Después de la llamada terminamos el desayuno y dejamos la habitación llendo ditectamente con Len a dejarle la llave, se iba a ir pero la detuve.

—¿Ahora que?

Le dije a Emily si podía esperar en la banca de recepción y asintió mientras nosotros nos metimos detrás de una pared en el lado de la recepción.




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