PRECAUCIONES
JASON
La blanca sala me estaba volviendo loco, doctores checando informes, enfermeras en los pasillos, pero aún no teniamos información sobre ella. Mi mente no para de divagar por todo el sufrimiento que le cause, no puedo imaginar cuanto daño le provoque. Sus padres estan igual de nerviosos y preocupados que yo y su amiga no para de mover el pie rápidamente esperando noticias.
—¿Puedes dejar de hacer ese movimiento? Solo incrementas la tensión— dije calmado a la chica que estaba sentada enfrente mio, dejo de hacerlo y yo solo suspiré angustiado.
No me perdonaria si le pasara algo.
—Ella va a estar bien— dijo la voz de su madre tomando asiento conmigo.
—Ella es fuerte, tiene que estar bien— mencioné con esperanzas.
—¿Porque hiciste esto?— preguntó y fruncí el ceño mientras su esposo me observó con gesto serio —Me refiero a lo de Hilary y los mellizos— dijo.
Suspire y empecé a contarle todo.
—Pues como se enteraron ese dia soy sobrino de Hilary, tal vez se sigan preguntando del parentesco —observé al padre de Emily —Lo que paso fue que hace un tiempo alguien llamado David conoció a una chica llamada Anna, ellos salian en secreto devido al trabajo de él, durante ese tiempo ella quedo embarazada y ambos estaban felices pero el padre de David, Eduardo, no le parecia la relación de ellos, pues ella era una florista con un pequeño local en el centro de la ciudad y le preocupaba mucho el que dirán. Entonces el ideó un plan para hacerle creer a su hijo que su pareja le fue infiel, cuando la descubrió "siendole infiel" —hice comillas con mis dedos— ellos tuvieron una pelea en la que ella se le habia roto la fuente, David no tuvo más remedio que llevarla al hospital y cuando ella estuvo recuperada el simplemente le dejo en claro que rompieran cualquier tipo de relación. Como era de esperarse ella estaba destrozada pero cuando observó a su hijo por primera vez supo que no se dejaría vencer, el era su motor a partir de ese dia.
Ambos me observaron comprendiendo mis palabras hasta que fruncieron el ceño.
—¿Que nombres dijiste que eran el padre y el hijo?— pregunto el castaño.
—David y Eduardo.
—¿Que esos no son....
—Los Ivannov— terminé por él —Yo soy el hijo no reconocido de David, pero no me interesa nada que tenga que ver con él, no quisiera llevar el apellido de un patán que le creyó más a su padre manipulador que a la mujer que amaba.
Ambos quedaron estupefactos y algo tensos, no es fácil decir algo asi y menos cuando aún le tienes rencor al que se supone que es tu padre biológico, aunque este muerto.
—¿Y eso que tiene que ver con Emily?— preguntó la rubia.
—Para nadie es un secreto lo que el señor hizo un dia antes de navidad— lo observamos y suspiró pesado —Eso a Hilary no le gusto y creó el amor enfermizo en un odio masivo, y de ahí ha estado planeando acabar con lo que más aman, sus hijos— el ambiente se formó tenso y no era para menos, cuando a unos padres amorosos les hablan de sus hijos es una fibra que si la atraviesan les dan la bienvenida al infierno.
—¿Pero porque los mellizos?— habló Damián.
—El plan primordial de ella era ir por Emily, pero se dió cuenta que los mellizos eran más sencillos, entonces me enviaba a espiarlos cuando estuvieran al aire libre, en todo ese tiempo me di cuenta, y ya sabía, que no tenían porque pagar algo cuando ella es la loca necesitada y desquiziada. Ella sabía que Emily era la mayor y en veces encargada de los hermanos menores a lo cual supo que su secuestro le iba a pesar, yo le enviaba a escondidas las cartas para prevenir pero después paso lo que paso.
—¿Y como Hilary supo de ti?
Iba a responder pero se escucharon unos pasos directo a nosotros. Un hombre de tez oscura y cabello algo blancoso se nos acercó.
—¿Cómo está mi hija Smith?
—Afortunadamente esta bien, fue un desmayo por la acumulación de emociones principalmente, pero también por el embarazo y un cuadro de depresión, causando problemas alimenticios.
—¿Podemos verla?— pregunté.
—En unas horas podrán verla, por el momento le están haciendo unos estudios para confirmar que todo este bien. Yo les avisaré cualquier cosa.
Asentimos y Smith se fue.
—Vuelvo en un rato, mi padre me estará buscando, cualquier cosa me dicen— dijo la chica a los progenitores de Emily, ambos asintieron.
—Necesito hablar contigo— habló de pronto el hermano que no había articulado palabra en todo el rato. Lo observé extrañado pero asentí, ambos nos dirigiamos a la cafeteria del hospital.
—¿De que quieres hablar?
—¿Que intenciones tienes con mi hermana?
Suspiré pesado. Estaba algo cansado como para responder preguntas obvias, pero bueno, el hermano celoso tenía que aparecer.
—Quiero estar con ella el resto de mi vida— respondí firme y sincero mientras compraba una botella de agua, el hizo lo mismo.
—¿Como se supone que te debo creer? Se que la quieres pero con lo que ha pasado...—
—Correción. Yo no solo quiero a Emily, yo la amo. Es la mujer de mi vida y ella y nuestro hijo me importan. Ellos son mi prioridad a partir de ahora y no los voy a dejar solos.
—¿Y lo de Hilary?
—Sencillo, cualquiera que le haga daño a ella o a mi hijo su condena es la muerte. Tiene los días contados Aidan, de eso nos encargaremos— mencione dandole un trago a la botella.
Hilary podrá ser muy mi tia de sangre pero solo me uso para su venganza, no es más que otra persona que es rencorosa por un amor no correspondido. Después de platicar un rato más les deje en claro a su hermano y padres mis intenciones y su madre y hermano estuvieron de acuerdo y su padre muy a fuerzas acepto. Salí un rato del hospital para comprar una sorpresa para ella y cuando regresé ya estaba bien y quería verme, seguí a Smith por el pasillo hasta que llegamos a la puerta y me dejo solo para entrar con ella. Al girar el pomo de la puerta la observé con su rostro cansado, cabello algo rebelde y sin maquillaje.