EL SECRETO SE HA REVELADO
HILARY
En algún lugar de la mansión...
Mi vida nunca había dado un giro tan grande desde que desempolvé la verdad de mi origen, tantos años pensé que mi vida era la que he vivido desde que tengo memoria, pero no, no todo fue así. Alrededor de mis cinco años sentía que alguien me observaba pero olvide esos pensamientos porque eran muy descabellados, dirían que era producto de mi imaginación a esa edad, hasta que hace 19 años todo fue revelado. Estaba con mi madre como de costumbre, era domingo y ella me pidió que buscara algo en el armario, una caja con un paquete para mi padre que estaba cercano su cumpleaños, uno de mis primos lo había puesto ahí pero cuando tomé la caja cayó haciendo un ruido. Empecé a tomar las cosas pero algo llamó mi atención.
Prueba de paternidad
¿Por qué esto estaría en las cosas de mi madre? Todo el mundo dice que "la curiosidad mato al gato" y lo que leí me dejó helada.
—Hija, ¿estas bien? escuché un ruido y...—
—¿Quién es Eduardo Ivannov?— interrumpí sin voltearla a ver —Respóndeme— dije girando mi rostro para verla y parecía que hubiera visto un fantasma —¿Por qué tienes una prueba de paternidad donde dice que un tal Eduardo Ivannov es mi padre?— cuestioné aguantando el nudo en la garganta, no podía creer esto y menos de mi propia madre. No respondió, solo sus lagrimas que escurrían de sus mejillas y ahí lo entendí. Era verdad.
Deje la caja mientras salía con el sobre en mi mano, no procesaba que Joey Smith, quien siempre pensé que era mi padre nunca lo fue. Caminé hasta mi casa y busqué en Internet su nombre, pero de nuevo otra sorpresa, estaba muerto. Se decía que era un empresario ruso y lo encontraron sin vida en un brutal homicidio. Había un correo si alguien se quería comunicar con sus empresas, según quedaron en manos de su hombre de confianza, tal vez el me pueda dar respuestas. Le escribí diciendo que era la hija biológica de Eduardo y necesitaba saber sobre mi pasado. En menos de diez minutos recibí una respuesta de él citándome a la mansión de él a las 10am, tomé nota y a la mañana siguiente me presenté puntual. Era un hombre de aproximadamente cuarenta años, tenía porte de ejecutivo y hablaba calmado.
—Pase señorita— me dijo —le explicaré todo lo que su padre quiso que supiera— me llevó a una especie de despacho y sacó unos folders color crema, estaban los nombres de mi madre, mi "padre" y yo. Me explicó que Eduardo era un mafioso, uno de los mayores en toda Rusia, el quería obtener más poder enfrentando a los Ritcher pero terminó muerto; dijo que en el pasado había tenido una relación con Loren, mi madre, pero él no quería arriesgarla tampoco a su mundo, por lo que él la mandó a Nueva York para que viviera una vida normal y conoció a Joey, poco después quedó embarazada y fue a hacerse la prueba de paternidad, además de que Joey sabía por lo que había pasado. Fue algo tedioso para ellos pero Eduardo se haría responsable aunque me hiciera ideas de que Joey era mi verdadero padre. Mi padre biológico investigó a Joey y les hizo una visita, Joey aceptó ser mi figura paterna y le dejó en claro las intenciones que tenía con mi mamá, Eduardo no se enojó, solo mandaba dinero para mis estudios y algunas cosas para la casa para que no me faltase nada.
En el testamento de Eduardo decía que yo era la heredera universal de su fortuna, mis medios hermanos murieron a manos de los Ritcher, en ese tiempo trabajé con ellos en su empresa y me enamoré de Damián, pero desde que me rompió el corazón y me humilló con su regalo de navidad he planeado mi venganza contra todos. Sus padres, su tonta hermana, la estúpida de su esposa, pero iniciaré con lo que más le duele, durante todos estos años he aprendido mucho y volveré más fuerte que nunca. Lamentarán haberme hecho daño, se arrodillarán para pedirme perdón después de tantos años, el plan va concurriendo de excelente manera y ahora les haré daño con sus mayores tesoros...
Sus hijos
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