¿en guerra con el pasado?

CAPITULO 14

FIN DE LA GUERRA

JASON

Estaba hecho una furia, Hilary había planeado todo para hacerle daño a la familia Ritcher. Le dije a Grace y Damián que se quedaran con Emily, no era seguro que estuviera sola. Durante el camino estuve pensando en que definitivamente sería su muerte, no debió meterse con la familia de mi mujer, tenía algunas armas que se camuflaban fácil, nunca salía sin ellas y hoy si que disfrutaré la muerte de esa pelinegra. Llegué a donde todo había comenzado.

La mansión Ivannov

Hace años que todo esto empezó y sería yo quien le pusiera un fin a la psicópata de Hilary. Cuando era niño me buscó y le dijo a mi madre que me pagaría toda mi educación y que viviéramos una vida llena de comodidades, solo quería que entrenara y le hiciera unos favores para un "trabajo". Al principio no le pareció porque era muy mala idea, pues conocía como era Eduardo y ella al ser su hija no iba a ser la excepción, pero llegó un punto en el que pasamos una mala racha económica y aunque ambos sosteníamos nuestra casa no era suficiente, acepto, pero por mi vida y quería que yo viviera una vida cómoda. El día que empezó todo me dijo que siempre hiciera lo correcto, como solía decirme:

Haz el bien sin mirar a quien.

Al principio si me dio la educación pero tan rápido me mandó a buscar información y a espiar los movimientos de la familia Ritcher Lilhwood, en especial de Emily, no entendía para que pero cuando le dije que no lo haría me dio un latigazo, desde ese momento perdió parte del respeto pero la gota que derramó el vaso fue cuando intentó hacerles daño a toda la familia, provocando todos los incidentes que habían pasado en este tiempo. 

Al entrar recordé el rencor que aún me causaba estar aquí, saber que tu padre no te quería después de que pasará una supuesta infidelidad armada por quien era tu abuelo, era algo que aún no podía superar. Atravesé el pasillo que conectaba a la sala principal y luego una puerta rechinó arriba y unos tacones empezaron a resonar en toda la mansión.

—Bienvenido Jason— dijo mirándome con superioridad —Veo que recibiste mi mensaje.

—Sin rodeos Hilary— espeté —Dime donde están los Ritcher— se rió malévolamente y bajó las escaleras hasta llegar enfrente de mí.

—Veo que olvidas como son las cosas, sobrino— respondió —Te quieres hacer el valiente pero no eres más que un niño jugando a ser adulto.

Sin pensarlo dos veces la sujeté del cuello arrinconándola a la pared y haciendo presión.

—Eso piensas pero no dejaré que tus insultos baratos hagan algo— bramé molesto —Si quieres salir viva más vale que te dejes de pendejadas y comprendas que nadie nunca te amará. Eres la misma psicópata de siempre, alguien frustrada con su vida que nunca hará nada bien.

De pronto me golpeó en el rostro y solté su agarre, salió corriendo a una habitación y la seguí para matarla de una vez por todas, sin embargo, lo que ví al entrar me dejó helado. Había varios hombres armados apuntándome, pero eso no era lo que me alteraba. La familia Ritcher no estaba ahí, sino que la única persona era mi mujer, estaba amarrada de manos sobre un colchón, una cinta cubría su boca y una tela sus ojos. La habían anestesiado.

—Da un paso y te juro que ella y el bastardo de tu hijo lo pagan— su arma seguía apuntándola con su cabeza y yo me quedé paralizado. No quería que le hicieran daño a ellos. Dos tipos se acercaron y empezaron a sacar las armas que tenía, después me pusieron de rodillas y ella se acerco sonriendo triunfante —Jamás me ganarás inútil, eso apréndelo—

Justo cuando iba a responder unos sonidos se hicieron presentes en la mansión, eran disparos, varios hombres se fueron a inspeccionar pero luego se escuchó una bomba y empezaron a disparar desde la habitación. Otros se fueron al interior para ver que sucedía mientras Hilary escapaba por un pasadizo, la seguí y dió hasta el techo, ahí entendí el porque de los disparos. Los Ritcher Lilhwood estaban atacando la mansión mientras yo iba por Hilary. 

—Nunca ganarás— hablé —Siempre vas a perder y no harás nada para evitarlo.

Tan solo escuchar eso y ambos estabamos peleando a golpes, me importaba poco que fuera "familia", ella lo único que obtuvo siempre fue desprecio. En un movimiento la puse con el rostro en el concreto y empezó a forcejar pero no lograba nada, hasta que uno de sus aliados me golpeó y ella tomó una pistola y me lanzó la bala justo en el brazo.

—¡Ah!— grité.

—¡Eres un completo idiota!— me dijo —¡Si hubieras hecho las cosas bien nada de esto habría pasado!— me gritaba como una histérica pero tomé un trozo de mi camisa y lo rompí para hacer presión en la herida. Me acerqué con cuidado a un cristal que tenian y de una patada lo rompí y tiré al ayudante quedando ambos solos. Quiso golpearme pero lo evité y de un movimiento tomé la pistola, aún tenía balas. Ella no tenía escapatoria, solo quedaba la orilla del techo.

—Te pudrirás en el infierno— espetó mientras apuntaba el arma contra su cabeza.

—Pues salúdame al diablo Hilary— y sin más apreté el gatillo en su cráneo y cayó hasta el jardín y todos se quedaron quietos, los aliados estaban muertos y solo quedaban los Ritcher Lilhwood. Al parecer estaban llamando a alguien para que deshiciera todo esto mientras los demás se encargaban de limpiar la escena. Inmediatamente me bajé para ir con mi chica de cabellos dorados y cuando la encontré se empezó a mover. Corrí a su lugar y le quité la cinta con cuidado, las ataduras en sus manos y pies y la venda de los ojos. Sus ojos se acostumbraban a la luz del lugar hasta que me observó completamente.

—¿Amor? ¿Esta todo bien?— habló y sin más la abracé. Tenía tanto miedo de que les hicieran algún daño y estaban bien, ambos estaban sanos y salvos. Me envolvió en un abrazo igual y después la cargué para llevarla fuera. Sus abuelos y hermanos me acompañaron mientras los demás se quedaban para esperar a los demás. Cuando llegamos el doctor Smith ya estaba en la casa y le dió una revisada rápida. Ambos estaban bien, le habían puesto anestesia porque en el hospital cuando todo estuvo bien se quería volver a estresar pero los doctores intervinieron. Ya habían captado a los que la trajeron y recibirían su castigo. Smith dijo que todo estaba en buenas condiciones, estaban ambos fuera de peligro y solo nos dió algunas indicaciones para el embarazo.




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