¿en guerra con el pasado?

Epílogo

1 septiembre
 


 

NUESTRO MEJOR INICIO
 


 

JASON
 


 

Había llegado el día. 
 


 

Hoy por fin Emily y yo nos ibamos a casar. 
 


 

Estaba observando el lugar desde mi habitación, ambos decidimos que fuera en la playa y todos estaban igual de emocionados que todos nosotros, rentamos una casa en las afueras, cerca de la playa, para la familia mientras que los invitados estarían en un hotel cercano y luego los llevarían al lugar de la boda. Mia ha estado muy feliz, ya tiene 6 meses y le gusta el mar, y ni se diga que sea con su abuelo porque ella ama pasar tiempo con él.
 


 

*Flashback*
 


 

—Por fin llegamos— habló mi chica con nuestra hija en brazos mientras yo cargaba las maletas. Su familia y mi madre nos quedariamos para la boda en una casa a las afueras y cerca de la playa. Esta sera una semana importante, ya todo esta listo y solo nos quedariamos a relajarnos unos dias antes de nuestra boda.
 


 

—Alguien debe de estar lista para conocer el mar por primera vez— dijo mi cuñado cargando a su sobrina de los brazos de su madre, mi pequeña habia cumplido 6 meses y pesaba mucho, también iniciaba en la etapa que gateaba y aveces era rápida. 
 


 

Aidan y ella también son inseparables, al principio pensó que no lo querría pero una vez se quedó dormida en su pecho y lo abrazaba, varios presenciamos el momento y exageradamente y sin hablar nos dijo: si me quiere mi sobrina
 


 

—¿Que les parece si nos instalamos y en un rato preparamos una carne asada?— nos dijo mi suegra y todos aceptamos, mis mujeres y yo nos fuimos a la habitación y mi futura esposa empezó a acomodar la ropa mientras yo cuidaba a Mia, además, esta iniciando con el crecimiento de sus dientes y la alimentación complementaria, la pediatra nos dijo que empezaramos con cosas molidas y poco a poco más solidas, por lo pronto sus cosas favoritas son el pollo, zanahoria y el brocoli. Hasta el momento su menú es amplio y no ha dado problemas.
 


 

—¿Ya estas lista para el mar, cariño?— le hablé a mi hija que empezaba a saltar de emoción, mis suegros aceptaron cuidar de Mia mientras nosotros nos vamos de luna de miel, nos dolerá separarnos de nuestra hija pero se pasarán rápido los dias. Sentí una mano en mi rostro y era mi pequeña que me miraba desde su altura y tenia una sonrisa encantadora, le di un beso en su cabeza y la cargué para sacarla al balcón y que nos diera algo de sol.
 


 

—¿Estas lista por nadar, mi amor? Yo se que sí— dije mientras ella miraba asombrada la vista, mi pequeña enamoraba a cualquiera que la viera, tenia a todos en la mansión Ritcher Lilhwood, a sus tios, abuelos, bisabuelos, a todos los tenia enamorados. Los cachorros los trajimos con nosotros y Argos es el que más juega con ella, esos dos siempre hacen travesuras, pero él la cuida de igual forma de cualquiera. 
 


 

Sentí unas manos abrazarme la cintura y colocó su mentón en mi hombro.
 


 

—Ya falta poco— musitó —¿Estas nervioso?— giré para verla y me acerqué a su lado.
 


 

—Estoy ansioso porque llegue el día— respondí —Además...— la tomé de la cintura a mi cuerpo y acerqjé mi boca a su oido —En nuestra luna de miel tenemos que practicar para el segundo hijo— la escuché suspirar, se separó y me dió un beso en los labios, el cual duró poco porque una pequeña señorita no quiere que nadie me toque. Observamos a nuestra hija y reimos al ver su carita enojada, yo soy de ella y punto, no me compartirá con nadie. 
 


 

Ya habiamos hablado que nos gustaría tener otro hijo pero sería en otro momento, por ahora con Mia estamos bien.
 


 

Un dia antes de la boda...
 


 

Vaya que el dia se pasaba rápido y disfrutabamos las horas que nos quedaban en la playa. Mi mujer tenia a nuestra hija jugando en la arena, le había encantado jugar en el mar y hacer figuras en la arena, pero me tenía que controlar porque el embarazo la había dejado más sexy de lo que estaba y su bikini no estaba ayudando, era color negro y ella sabe bien que no me resisto a ese color en ella, pero me tengo que controlar porque mañana ya es nuestra boda y tenemos que estar listos.
 


 

—¿Listo para mañana, muchacho?— escuché la voz de Damián y tomó asiento junto a mi. Estabamos tomando unas cervezas mientras veiamos a nuestras familias pasandola bien en el mar.
 


 

—Estoy listo, Damián.
 


 

—¿Seguro?— giré mi vista para verlo y se veía como si estuviera estudiandome, en este tiempo nos hemos conocido más y puedo decir que se ha vuelto un padre para mí. Suspiré para hacerle una pregunta que llevo tiempo callando.
 


 

—¿Es normal creer que no seré suficiente para ellas?— observé a mi mujer y nuestra hija —Podrás llamarme paranóico pero, aveces siento que no doy lo mejor de mí para ellas.
 


 

Escuché un suspiro de su parte y tomó un sorbo a su cerveza.
 


 

—Me pasaba lo mismo que a ti, Jason. Al principio estaba con el temor de que un día ya no me quisiera Grace y se fuera con nuestra hija, ellas serán como nuestro talón de Aquiles, pero de lo que estoy seguro es que eres el indicado para mi hija— abrí mis ojos y lo observe mientras el veía a su esposa jugar con las copias —Hace un tiempo acepte que eres la persona que pase lo que pase cuidará a mi hija, solo que no te la iba a dejar fácil, chico— reí y volvi a observar al frente pero Grace y Emily ya no estaban, Mia jugaba con sus tios pero de pronto sentí algo helado caer encima de mi y al girarme eran ellas y Damián habia pasado por lo mismo.
 




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