En la esquina del techo

La verdad

Luego de unos minutos, Braian, José y Brisa se vuelven a sus cuartos a pedido de Magalí, que al final todos se acercaron por los gritos que se generó. Los demás se quedan en el living, Alberto les cuenta cada detalle de lo que vio, después vuelven a bajar Kevin y Raúl al sótano para recuperar la cámara que quedó allí en el piso para ver después si capturó algo, pero no grabó nada.
A la mañana siguiente, se levantan todos, los chicos como siempre van a la escuela, Braian se queda hablando con el equipo y Magalí como siempre se pone a limpiar en la cocina.
Nicolás se pone a enseñar a Braian a pedido de él cómo funcionan las cámaras, luego en un momento llegan a charlar sobre cómo vencer a un Demonio con unas simples palabras y con qué elementos. En esa ocasión, al ver a Raúl salir por la puerta yendo hacia su trabajo, le pregunta a Braian...
—Tu papá es muy trabajador, ¿verdad?, estoy seguro de que te enorgullece tener un papá así— Lo mira y le responde...

—Sí... a veces—...

—¿Por qué solamente a veces?—...
—Es que, a veces, se va a su trabajo y hace lo que tiene que hacer... y a veces no— Lo mira bien y le pregunta...

—¿Cómo, por qué?— Magalí los escucha y deja lo que hace para escuchar mejor...
—Es que... él tiene un secreto... muy malo diría yo, en la que, hace poco, lo descubrí...— Se sienta al lado de él Nicolás y le pregunta...
—¿Y se puede saber ese secreto?. Tranquilo, no le voy a decir a nadie—...

—Bueno, prometelo porque puede traerme muchos problemas—...
—Sí, por supuesto, te lo prometo—...
—Bien. Hay... una chica, de más o menos 20 a 25 años de edad, que vive a dos cuadras de acá, se llama Laura. Al principio pensé que solo era una conocida de Papá, pero un día, lo vi...— Para un rato de hablar y le pregunta Nicolás...

—¿Qué viste?— Lo mira a los ojos y le responde...

—A mi papá y a ella... besándose en su casa— Magalí se acerca rápidamente hacia ellos y pregunta casi llorando y enojada...

—¡¿QUÉ?!— La miran ambos y le dice Braian a Nicolás en voz medio bajo...

—¡Ay no!, creo que la cagué— Se levanta rápidamente Braian para ir a calmarla, pero ella le dice con lágrimas muy enojada...

—¡No te acerques!, ¡Voy a hablar con vos después!— Camina enojada y con lágrimas hacia arriba rumbo a su pieza, estuvo durante todo el día encerrada en ese lugar, hasta que llega la noche. Raúl entra a la casa cansado como siempre y al entrar por la puerta, la ve a Magalí sentada en la escalera y sin mirarlo en la cara le pregunta...

—¿Dónde estabas?— Sonríe Raúl y le responde...

—Jaja amor, donde siempre voy, en mi lugar de trabajo—...

—¡¡¡NO ME MIENTAS, Y DECIME LA VERDAD!!!— le alza de repente la voz Magalí...
—¿De qué me hablás?... dale Amor no me hagas esto...— Luego mira hacia su izquierda y ve que desde el living los estaban observando Braian y el equipo atentamente...



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En el texto hay: accion, paranormal, relatos cortos

Editado: 21.07.2022

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