En la esquina del techo

La guerra

 

El clima a cada segundo se sentía más fuerte, sólo en la calle hacía más o menos unos 40 grados. Los monstruos que salían de la casa destruían todo lo que encontraban y asesinaban a todos los que se cruzaban en sus caminos. El Detective seguía resistiéndose dentro de su Ford Taurus contra los monstruos que trataban de sacarlo de ahí, por suerte para él, los vidrios de su auto los blindó para mas seguridad luego de investigar a un grupo de mafiosos meses atrás.
Luego ve que Selefósimes estaba a punto de matar a José, vió que lo agarraba del cuello y luego con un golpe en el abdomen lo tirába hacia la ruta otra vez y lentamente se le volvía a acercar. Ahí el Detective volvió a intentar prender el auto y luego de cuatro intentos seguidos logró encenderlo otra vez. Puso cara de felicidad por un momento, luego volvió a cambiar por uno de enojado al ver a Selefósimes.
Rápidamente puso en marcha su auto y aceleró todo lo que podía, la dirección a la que iba era hacia Selefósimes que lo vió cuando ya estaba a medio metro de chocarlo, pero Selefósimes era muy rápido, antes de que lo chocara desapareció. El Detective se confundió, miró hacia el retrovisor del auto mientras seguía conduciendo y solo veía a José tirado en el suelo, de repente se da cuenta de algo, míra hacia el lado del copiloto y lo ve a Selefósimes sentado mirándolo con su horrible rostro.
Se asustó el Detective al verlo y sin intensión dobló el volante con todo hacia la izquierda y choca de frente contra un poste de luz, al chocar explotó sobre su cara la bolsa de aire, se recuperó rápido y miró hacia donde estaba Selefósimes pero éste ya no estaba. Miró hacia su frente y vio que el poste de luz que chocó estaba a punto de caerse encima de él, solo lo sostenía un par de cables que no paraban de tirar chispas por la corriente eléctrica, rápidamente abrió la puerta y salió del auto con algo de dolor.
Al alejarse dos metros el Detective escucha que cáe el poste sobre el auto, él se queda parado en su lugar y dos segundos después míra cómo quedó, de repente se prende fuego ya que las chispas de electricidad tocaron la nafta que perdía el auto. El Detective luego siguió su camino pero de repente de fondo explota de manera agresiva el auto, al escuchar eso cierra los ojos mientras inhala y exhala ya que gastó mucho en ese auto.
Mientras todo eso sucedía José escuchó algo. Él seguía tendido en el suelo, la sangre en su rostro ya se estaba secando de a poco...


-José- Fue lo primero que escuchó, reconoció la voz al instante, abrió los ojos y miró hacia su izquierda en dirección hacia la casa. Al primero que vió fue a Braian parado mirándolo, a su izquierda vio a Magali y Brisa también paradas cerca suyo.

 

-¿Braian?- Se acomodó para verlos mejor...

 

-Hijo, tenés que levantarte y seguir. Todavía podes detenerlos- Le dijo Magali...

 

-Mamá no puedo. La única manera de cerrar el Portal es con el Libro y Selefósimes lo tiene.-...

 

-José- le dice Brisa y rápidamente el desvía su mirada hacia ella, al verla ella apunta con su dedo hacia el suelo, al principio no sabía qué era lo que quería mostrarle pero luego vió la Medalla de San Benito y se dió cuenta...


-Te amamos hijo- Escuchó mientras veía la medalla desde su lugar y luego los miró otra vez pero al mirar ya no estaban, ahí José soltó una lágrima y dijo...


-Y yo a ustedes Mamá- Rápidamente se puso de pie como pudo y se empezó a acercar hacia la Medalla...


-¿Adonde vas?- De repente escuchó. Miró hacia su derecha y estaba Selefósimes parado mirándolo- Todavía no he terminado contigo- Ahí José se enojó y le dijo...

 

-¡Yo tampoco!- Y empezó a ir más rápido hacia la Medalla. De repente tropieza contra una piedra y se cae de boca abajo.

 

-Ya es tu hora José. De la Muerte no podrás Salvarte. Es más, nadie en este mundo se salva de eso- José empezó a arrastrarse agarrándose del pasto o como podía. Luego empieza a estirar su mano derecha ya que estaba a unos centímetros de agarrarlo pero de repente lo pisa Selefósimes con su horrible pie. Se enojó al ver que lo que trataba de agarrar era la Medalla...


-Jejejeje. Buen intento José, pero ya no podrás agarrarlo-...


-¡Aunque yo sí!- De repente se escuchó gritar a alguien mientras agarrába la Medalla. José al principio no sabía quién era ya que la voz era femenina, luego vió que era Rebecca. Apuntó hacia Selefósimes la Medalla mientras se les acercaba y éste empezó a retroceder mientras gritaba.


-Amor ¡¿Que haces aquí?!- Le dijo José mientras se levantaba del suelo. Selefósimes desaparece por unos segundos y Rebecca rápidamente lo abraza...


-Perdón es mi culpa que estemos todos aquí- Le dijo ella llorando...


-¿Que? No, no es tu culpa-...


-Síí. Cuando me dijiste que volarías con Brisa a la india esa noche soñé con algo horrible, me asusté mucho, te llamé varias veces pero no salía.
Llamé a todo el mundo hasta a la empresa. Pero nadie sabía nada de tí así que dejé a los niños con Natalia y decidí venir yo misma para lograr impedir lo que ví en ese sueño. Pero de un dia para otro me desperté en un lugar oscuro donde me encontré también con los niños, estuvimos durante una semana en ese lugar sin comida ni agua. Pero por más hambre que teníamos no nos pasaba nada, no bajamos ni subimos de peso. Luego aparecimos de la nada en esa habitación donde ustedes estaban-...



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En el texto hay: accion, paranormal, relatos cortos

Editado: 21.07.2022

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