Estoy en la oscuridad, sentía mucho dolor en el cuerpo y mucho cansancio, sentía que estaba recostada en algo blando, como una cama, quise abrir los ojos pero no podía hacerlo, creo que no tengo fuerzas. El lugar en el que estaba era fresco. Estaba atenta a lo que pasaba a mi alrededor aunque sabía que en cualquier instante me volvería a dormir. Momentos después escuche que alguien abrió una puerta y entraron unas personas en el lugar donde yo me encontraba, preste atención por si decían algo que me revelara que estaba sucediendo.
—Es tan linda - dijo una persona, por su voz lo identifique como un hombre.
—Claro que es muy linda, es un ángel – dijo la otra persona, sabía que reconocía la voz pero mi mente estaba muy confundida y me costaba asimilar las cosas – pero aun no logro creer que hiciera lo que hizo – dijo con dolor en la voz, ¿Sera que hablaban de mí? Y si era así ¿qué fue lo que hice? - ¿Es seguro que ella se quede aquí?
—Por el momento es el único lugar en el que estará segura, tengo a varias personas que la vigilaran y yo podre cuidarla, además sabemos que es el lugar en el que es aceptada – dijo la voz, aunque lo último lo dijo con algo de molestia – Además el Jefe la acepto, aunque tú sabes igual que yo que él no le negaría la entrada.
—Lo sé pero no quiero que esto influya...-decía la mujer cuando el hombre la interrumpió.
—Déjalo de una vez, sabes la cruel realidad, tú no quieres que influya de alguna forma esta nueva vida pero ahora lo hará, y todo por el único poder que despertó, sabes muy bien que es lo que significa eso. Yo no quería eso para ella pero eso no es su culpa, y aunque quisiera otra opción para ella no la hay y todo porque ella no está dispuesta a hacer mayor cosa para ayudar aunque diga lo contrario, además su mundo no la quiere, por lo tanto mi mundo es el único lado que la acepta como es e intentara ayudarla ¿ella o algunos de ellos intervinieron? claro que no y dice que nosotros somos el lado cruel y malo – dijo el hombre con un tono de voz que mostraba enojo. Luego escuche que la puerta se volvió a abrir y que alguien camino a ella y cerro esta de un golpe, luego sentí que alguien toco mi cara pero ya no podía soportar más tiempo el sueño así que me quede dormida.
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Desperté y al abrir los ojos vi que estaba en un cuarto todo hecho de piedra, paredes, piso y techo, era como los dibujos o imágenes de castillos antiguos. Tenía unas antorchas y el fuego era lo que iluminaba el cuarto, me senté en lo que vi era una camilla y me di cuenta que tenía puesta una de mis pijamas, eso sí que es bastante raro.
Me levante de la camilla y me pare en el piso frío, recorrí nuevamente con la mirada la habitación y al intentar dar un paso sentí pesado el cuerpo y caí fuerte al piso, mire mis manos y vi que empezaron a sangrar por el imparto al intentar protegerme al caer, pero al ver la sangre empecé a sentir náuseas y todo el cuarto giro para mí, luego empezó el dolor insoportable de cabeza y posteriormente varias imágenes se aglomeraron en mi mente. Gritos, sangre por cantidad y sentimientos de dolor y desesperación era lo que me venía a la mente, luego lo que hice antes fue más claro que el agua, actué como un verdadero demonio, no podía haber hecho eso ¿o sí?
De por si el dolor del cuerpo no me dejaba mover bien y ahora esto lo complicaba ya que hizo que mi cuerpo no empeorara y empezara a temblar. Me arrastre a una de las esquinas de la pared y luego me recosté en ella, mi rostro se llenaba de lágrimas, el arrepentimiento, miedo y dolor me inundaban. Solo podía ver al piso. No sé cuánto tiempo paso hasta que escuche que abrieron la puerta. En ella entro mi tía viéndome con tristeza. Cuando vio mi estado corrió a abrazarme. Yo le devolví el abrazo y llore con más ganas, ella solo me acariciaba el cabello y me abrazaba fuerte. Luego de un rato cuando se dio cuenta que me iba calmando me hablo.
—Mi niña, que bueno que te encuentres bien – dijo con voz aliviada.
—Tía, no fue mi intención, yo no quería hacerlo, no quería lastimar a nadie, no sé qué fue lo que paso, pero perdóname ¡perdóname por favor! – dije mientras lloraba de nuevo.
—Lo sé mi niña, lo sé, enserio lamento que tuvieras que pasar por eso – dijo preocupada y con tono de culpa – Prometo que todo tiene una explicación y también prometo que encontraremos un solución para esto.
— Enserio no quería, es solo que quería ayudar para que nada les pasara, luego sentí enojo y sinceramente no entiendo como fui capaz de hacer algo tan inhumano – dije, definitivamente mi tía era mi consuelo pero sabía también que fuera lo que fuera lo que paso, no era completamente yo la que lo hizo. Mi tía me abrazo un rato más mientras estábamos en el suelo y decía cosas para calmarme. Luego se quedó sin hablar un rato y empezó a hablar nuevamente.
—Mi ángel, hay algo que tienes que saber y enserio lamento tener que decirte esto ahora y no antes. Pero era para protegerte y cuidarte de todo, no queríamos que te apartaran de nosotros o te hicieran algo malo. Sé que eres muy inteligente y madura, así que te pido que escuches todo lo que te tengo que decir y analices todo, quizá no todo lo que hicimos fue del todo correcto pero era nuestra única forma de cuidarte - mientras ella hablaba yo miraba su angustia y temor, su mirada también expresaba sus sentimientos. Esto no se comparaba en nada a cuando tu mascota ha muerto pero tu familia intenta ocultarlo o intenta explicártelo fácil para evitar que sufras.
— ¿Tía qué pasa? – pregunte al ver que aun dudaba en seguir hablando. Cuando ella iba a seguir tocaron la puerta y en ella asomo la cabeza un hombre y hablo.
—Señorita Lorena, el Señor la espera – dijo el hombre en un tono serio, vi cómo me miró fijamente y en sus ojos vi la sorpresa aunque en su rostro no se notara, mi tía solo asintió con la cabeza y el hombre no dudo en desaparecer de la puerta. Pero quien era el "Señor".