En la Lluvia

Capítulo 2

-Por favor no vomites, por favor no…mierda-fue lo único que se me vino a la cabeza en el momento que la chica se inclinó y empezó a vomitar-no puedo con esto-busque ayuda alrededor pero parece que todos estaban ocupados con sus tareas-vamos Salma piensa en cosas bonitas-me dije mientras sostenía el cabello de la chica para que su frente no se estrellara contra el retrete pero involuntariamente mis rodillas se doblaron y sentí nauseas-¿Por qué tengo que ser susceptible a los sonidos?-mientras escuchaba como la chica vomitaba estaba vida y la otra.

-Sal te busca Evan, dice que…-la voz que me buscaba murió una vez pude ver la silueta de Nathaly delante de la puerta del cubículo en el que estaba tratando de no morir- ¿Sal estas bien? -Preocupada trató de acercarse a mí.

-Sostén a esta chica por mi…por favor-sin más solté el cabello de la chica pensando que Nathaly me tenía cubierta…

Bum

-Ay-se quejó la chica que estaba medio inconsciente una vez su frente golpeo el retrete.

-Creo que es mejor enviarla a casa- me miro preocupada Nathaly- recién son las diez, tendremos muchos así en unas cuantas horas, yo me encargo, Evan te está buscando-finalizó.

Caminar por este tan conocido restaurante para mi no era nuevo, la decoración era algo que no podíamos calificar de minimalista pues estaba recubierto de madera y con grandes decoraciones.

- ¿Qué necesitas? -pregunté una tuve en mi campo de visión al moreno.

-Will está borracho-me miró con preocupación.

- ¿Cómo que Will está borracho?

-Tu sabes…tomó de más y ahora esta llorando en el baño.

-Will es el encargado de la bienvenida en la facultad de artes, ¿Cómo puede estar borracho?

-Pues emborrachándose- dijo obvio- eres la jefa ahora, recuerda lo que pasó cuando un encargado desapareció, la univer…

-La universidad nos cobró multa por falta de compañerismo blah blah blah, sí sé-era algo que se repetía siempre-me voy a encargar de él cuando envíe a los novatos a casa.

-Si, si, si, golpéalo-enarqué una ceja.

-Evan no es propio de ti fomentar la violencia-mi tono de burla se podía escuchar a Kilómetros.

-Sólo es justicia tomada por propias manos.

-El karma.

A paso rápido me dirigí a la otra sala del restaurante, encontrándome con una escena poco agradable para un encargado… ¿Cómo pueden estar borrachos a las diez de la noche? Mientras me hacía paso entre las mesas podía darme una idea de lo desastrosa que era la situación.

-Hola linda ¿Qué haces por aquí? – escuché una voz que gritaba alcoholizada en mil idiomas-y sin compañía- girándome encontré a un chico de estatura promedio, muy borracho.

Es guapo

Pero que desperdicio si cree que así se puede ligar  

-Estoy buscando a la persona a cargo-le dije, si puede caminar todavía, puede ayudarme.

-Eso no importa, pero tu y yo si-antes de que pudiera responderle pude ver como se formó una mueca de dolor.

-No debes andar de playboy por la vida-una chica de estatura baja entro en la escena, su cabello color violeta llamaba mucho la tención y ni que se diga su outfit.

-Estoy buscando a la persona a cargo-solté, ella me miró después a mi alrededor y sonrió.

-Kar, al parecer soy la persona a cargo.

-Bueno Kar…me dijeron que necesitas ayuda- su rostro me mostro desesperación.

-Es mi primera vez siendo parte del comité, pensé que sería divertido, pero… todos se emborracharon o desaparecieron y no sé que hacer-toqué su hombro tratando de tranquilizarla.

-Tranquila, estoy aquí para eso, te parece si empezamos a enviarlos a casa-desvié la mirada por el salón-no creo que esto dé para más.

-Si, por favor.

-Voy a enviar a unas personas que te pueden ayudar con esto, ¿okey? - asintió- bueno me voy, asegúrate de que nadie salga herido y después nos encargamos de los que te dejaron sola- me di media vuelta haciendo el mismo recorrido de hace un rato cuando siento que me agarran la muñeca.

- ¿Qué pasa? – corrí la mirada a la persona que estaba agarrada de mí.

-Soy yo- ¿el chico del paraguas? Me dedicó una media sonrisa mientras tenía cerrado los ojos.

- ¿Estas borrachas?

-No…bueno si-se sentó en el piso para abrazar mi piernas-por favor ayúdame.

- Cuéntame- le dije mientras cruzaba mis brazos y miraba hacia el piso.

- No le cuentes a nadie, pero… quiero un bubble tea- levantó la vista hacia mí.

-Pronto te enviaremos a casa-traté de zafarme de él, ganado que este apretara más su agarre en mis piernas.

-Por favor, por favor, por favor, mis amigos son inútiles borrachos y yo estoy borracho, pero no quiero estar borracho, pero lo estoy- habló tan rápido me dejo un poco descolocada.




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