El aroma del café recién hecho se mezclaba con el murmullo constante de la cafetería mientras Dylann y yo nos sentábamos en una mesa junto a la ventana. El bullicio de la ciudad parecía distante, eclipsado por la intimidad que compartíamos en ese momento. Dylann me miraba con curiosidad, esperando que comenzara a hablar. Y así lo hice.
Recuerdo mi infancia como una serie de instantes dispersos, como páginas de un libro que se deslizan en mi mente sin un orden lógico. Nací en un pequeño pueblo, rodeada de campos verdes y cielos infinitos. Mis padres siempre fueron almas trabajadoras, dedicadas por completo a sacar adelante a nuestra familia.
—Disculpa la pregunta pero, ¿por que quieres estar aquí conmigo y no con alguien de tu nivel?.
Él ríe—¿De mi nivel?.
—Si, ya sabes, famosas y cosas así— dije bebiendo de mi café helado.
—Estar contigo es mas divertido, ya sabes, tu vida parece muy aburrida y eso la hace mas interesante.
—Que gracioso.
—¿Sigues escribiendo poesía?.
¿Cómo podía recordar algo tan vago como eso?.
—Solo a veces, cuando la situación lo amerita.
—¿Y esta situación lo amerita?— indago curioso.
—No— reí.
—Eres muy mala, ¿lo sabes?, tus amigos deben odiarte— rio fuertemente. Sabia que solo me estaba molestando, pero una parte de mi estomago se removió con su comentario— ¿Vendrás al concierto, cierto?.
—Claro, será divertido.
—Te llevare conmigo, vamos— Dylann pago la cuenta y yo seguí su andar, no sabia exactamente donde íbamos pero sabia que estaba segura, pero la verdad era otra, solo quería estar en mi habitación con las cortinas cerradas escuchando música y leyendo algo de Jane Austin, no escuchando música en vivo.
Al llegar al lugar donde tenia aparcado su auto torpemente tropecé y mis cosas cayeron. Un papel voló hasta los pies de Dylann, en el cual había escrito antes de llegar a la cafetería.
"La lluvia:
En la danza silenciosa del cielo gris,
bajo el manto de nubes que se deslizan,
la lluvia cae, suave y sutil,
como lágrimas del alma en su cantar sutil.
Gotas de plata besan la tierra sedienta,
susurran secretos al viento que lamento alimenta,
pintan el paisaje con tonos de gracia,
en cada golpe, una melodía que abraza.
El aroma fresco de la lluvia en el aire,
despierta los sentidos, nos invita a soñar,
lava las penas, limpia el alma con su caricia,
renueva la esperanza, trae consigo la delicia.
En el reflejo de charcos y calles mojadas,
se dibuja el universo en sus formas doradas,
como un lienzo en blanco esperando ser pintado,
con cada gota, un verso, un sueño entrelazado.
Bajo el cobijo de paraguas y techos,
se escucha el eco de susurros y deseos,
la lluvia, poesía caída del cielo,
nos susurra al oído, un secreto en desvelo.
Que en cada gota de lluvia, hay vida,
un ciclo eterno, una historia compartida,
que en su caída, se lleva nuestras penas,
y en su danza, nos regala nuevas cadenas.
Así la lluvia, con su magia y encanto,
nos invita a bailar en este eterno encanto,
pues en su danza, encontramos el consuelo,
en cada gota de lluvia, un verso, un anhelo.
—¿No que no escribías poesía?— dijo a modo de burla.
—Dame eso.
—Salta por el— rio mientras elevaba su mano lo mas alto que pudiera. La verdad era que Dylann media mucho mas que yo, y era difícil recuperar ya esa hoja— Se quedara conmigo.
Solo rodee mis ojos y fui al lado del copiloto donde me senté algo incomoda, jamás había estado en otro aun que no haya sido el de mi padre. Aprete fuerte mis piernas mientras que con mis manos me sujetaba del cinturón de seguridad que cruzaba mi cuerpo. En la radio sonaba la melodiosa voz de Dylann quien cambio rápidamente la emisora.
—Era una buena canción— dije— ¿no te gusta?.
—Después de un tiempo te aburre, y escribir sin sentimientos es lo peor que hay— lo mire unos segundos intentando entender de que hablaba— Llegamos, el gran estadio de Parken Stadion, es genial que jueguen futbol aquí y ahora lo usemos para uno de nuestros conciertos. Ven vamos, te presentare a a banda.
Ambos bajamos del auto y caminamos al backstage done pude divisar a los demás de la banda. Definitivamente esto era lo mas loco que me podía pasar, ¿Quién pensaría que estoy conociendo a la famosa boyband the rain? y aun mas que su vocalista y principal estrella me habla como si fuéramos amigos de toda la vida. Definitivamente mi psicóloga creerá que estoy delirando.
—Bueno, a Cristopher ya lo conoces— apunto al rubio alto con gafas negras— El es nuestro guitarrista y a veces corógrafo. No te confíes mucho, su apariencia de niño bueno muchas veces engaña, es un viejo amargado, y por otro lado nuestro baterista Harry— el chico de cabello castaño y corto levanto la mano en señal de saludo y repetí su acción. Aun me preguntaba que hacia aquí— Tendremos un ensaño ahora así que si quieres escuchar, ponte comoda y disfruta.