En La Noche

CAPÍTULO II: OBSERVA

Mis ojos no soportaban el cansancio, así que decidí dormir, pero como es costumbre debía cepillarme, mientras lo hacía, me miraba fijamente en el espejo pensando el porqué de mi existencia, pero verme al espejo no era lo más tenebroso del momento, mi hermana me acompañó a tomar un poco de agua, pero de repente el patio fue testigo de un evento del cual nosotros éramos el blanco, por la ventana de la cocina vimos como la luz de la luna se apagó de pronto, pero no era una nube casual pasando por la zona, para aliviar el ambiente, mi hermana Hülya solo dijo, "tranquilo Kerim, solo debió ser un dinosaurio cruzando", aunque nos tranquilizamos, sabíamos que algo estaba allí, las fincas no estaban muy lejos la una de la otra, pero el camino para llegar a ellas era distante, y la finca que compró mi padre era la que quedaba al final de la carretera, la última de todas. Hülya y yo solíamos ver vídeos antes de dormir, pero cada noche resultaba ser más difícil, era casi imposible dejar de sentir la sensación de que te están observando, hasta que, una noche de sábado nos encontrábamos escribiendo un poco, nos encantaba escribir canciones, y mientras yo creaba una hermosa letra en la computadora, un extraño sonido detuvo mis dedos, ambos estábamos impacientes, por algo que no sabíamos qué era, el sonido había venido de la puerta de nuestro cuarto, en Turquía cada uno tenía su cuarto, pero aquí disfrutábamos estar juntos, pero cuando alguno necesitara el cuarto solo para él, pues ya sabes, para los encuentros matutinos, el otro solo se retiraba, habían varios cuartos en casa, aunque esos encuentros solo eran de día, mamá y papá no debían saber que sus amados hijos no eran vírgenes, aunque sabemos que ellos lo sabían, en Colombia hay más oportunidades que en Turquía, además la decisión de seguir durmiendo en el mismo cuarto venía por parte de ambos después de los extraños sucesos que empezábamos a vivir, claro que cada uno tenía su cama, era un cuarto grande, pero no lo suficiente para huir de lo que había causado el ruido en la puerta de la habitación, de la nada, un gran cucarrón cae al suelo provocando un ligero grito por parte de mi hermana, solo terminamos riendo, hasta que escuchamos que la puerta de nuestros padres se abrió y en ese intervalo de segundos se escuchó un ruido demasiado escalofriante que marcó nuestras noches, en los segundos que la puerta del cuarto de nuestros padres se abría, alguien o algo salió corriendo desde la puerta de nuestro cuarto, como los finos pasos de un caballo corriendo en el suelo de nuestra casa, no podíamos reaccionar, en esas nuestra madre entró a la habitación y nos dijo, "¿está todo bien?, oí un grito", solo le dijimos lo del cucarrón, pero adicional le peguntamos si papá o nona estaban afuera, a lo que respondió que no, antes de irse, mamá preguntó que si alguno de nosotros pasó corriendo, solo lo negamos. El paso por enfrente de la luna, el bosque viendo y cazando, los ruidos, sabíamos que algo nos estaba observando, algo que estaba con nosotros. El temor bajó, pero la sensación en el pecho no se iría pronto, preferimos irnos a dormir, solo vimos unos cuantos videos graciosos para tranquilizarnos, ninguno tocó el tema de los pasos, estábamos muy nerviosos, tanto que no éramos capaces de pronunciar dicho tema, al final pudimos dormir, pero a eso de las 3 de la mañana abrí un poco los ojos, pero los terminé de abrir luego de oír que algo escupía afuera, pero era uno de mis gatos, ya que nuestra habitación estaba al lado de un prado, a ellos les gustaba dormir en los árboles de allí. El ruido continuaba, por un momento me levanté para abrir la ventana y ver si estaba peleando con algún otro gato, pero a unos centímetros me detuve al ver algo tapar la luz de la luna que entraba por los bordes de la ventana, mi corazón se aceleró, mi cuerpo no respondía, solo estaba ahí, inmóvil, de pronto continuó pasando mientras emitió un ligero sonido que parecía un dinosaurio gruñendo, al oír eso recordé lo que había dicho mi hermana del dinosaurio cuando estábamos en la cocina, solo quise pensar que era eso y que estaba descubriendo un depredador extinto, cuando terminó de pasar por la ventana escuché los mismos pasos veloces que sonaron en la puerta del cuarto, no tenía pensamiento alguno en ese momento, solo me senté y me quedé dormido.

Grité y entré en pánico luego de que me tomaran por el brazo, solo era mi hermana levantándome, extrañada porque estaba en el suelo, creía que todo había sido un sueño, pero después de ver que sí dormí en el suelo sude frío. Mi seriedad era notoria en la familia, en el desayuno parecía un zombie, mi madre Joanne mencionó sobre los pasos que escuchó, mi hermana y yo nos miramos, dijimos que debieron ser los gatos, mi padre Bayram cambió el tema preguntando si estábamos felices en este país, Hülya y yo solo dijimos en coro, "mamá nos acostumbró bien", mi madre ganó una beca, conoció a mi padre porque fue a estudiar negocios en Estambul, donde se conocieron y juntos montaron una de las empresas más importantes en Turquía, también es por eso que teníamos una sede en Colombia, por ella, a mi padre, hermana y a mí nos gustaba el país, era un cambio de ambiente y la gente tenía la misma energía de Estambul, solo que un poco más alocada, pero lo más loco fue lo que se observó la noche pasada, algo que aunque no pude ver como tal, la pude observar y sentir como devoraba mi alma.



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En el texto hay: adolescentes, misterio, suspenso

Editado: 08.06.2020

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