Era 20 de agosto, el día en el que los chicos turcos de la ciudad cumplirían 18 años, estábamos felices por ser mayores de edad y tener acceso a las locuras por las que habíamos esperado, sobretodo bares, un deseo en gran parte de los adolescentes, nuestros mejores amigos de la secundaria eran solo 4, los cuales aún veíamos de vez en cuando, pero muy poco por los horarios de la universidad, aun así, yo tenía a Scarlett, y todo amigo mío lo es de mi hermana y viceversa. No volvieron a ocurrir sucesos raros en el resto del mes, en ese tiempo mi hermana logró que la cambiaran a mi grupo para estar juntos, ya que estudiábamos lo mismo, solo nos separábamos en el quinto semestre porque la mía se especializa en la parte de administración y la de ella en diseño y marketing, pero no solo mi hermana entró a mi grupo, junto con ella llegó un chico que se hizo detrás de mí, para ese entonces, Colombia logró despertar un lado bisexual en mí, y el chico era guapo, la última relación en la que estuve fue en Turquía, tuve que dejarla por venirme a Colombia, aunque aún tenía contacto con ella, después de eso no quise tener más relaciones, me daba miedo no saber tratar a una chica latina, pero el tiempo que estuve en la secundaria me despertaron un lado bisexual que me llevó a querer experimentar con un chico, y él había sido el único que me había llamado la atención desde eso, a diferencia de mí, mi hermana al despertarse su lado bisexual no perdió el tiempo, la verdad era bastante alocada, la llegaban a dar celos, estuve a punto de hablarle al chico, pero mientras pensaba en las palabras un grito alarmó a todos en el salón, una aseadora corría por el patio gritando "está muerto, está muerto", lo primero que pensé fue en que ese día sí había olido algo putrefacto al pasar por la entrada, pero Scarlett y mi hermana dijeron que debía ser un animal muerto. La policía llegó de inmediato, nunca pudimos ver el cuerpo, pero nos enteramos que era el guardia de seguridad que tenía el turno de la noche, mientras mirábamos por la ventana el chico nuevo se paró a mi lado y dijo, "qué locura, ¿no?", mi cabeza estaba tan confundida que solo le dije un insignificante "sí", ese día se cancelaron las clases, así que fuimos a la casa de Scarlett a pasar un rato, mientras estábamos allí logramos encontrar una página donde subían las noticias del día a día en la ciudad, además revelaron cómo se veía el cadáver, su estómago estaba totalmente vacío, ni siquiera tenía pene, en ese momento pensé que eran ladrones de órganos o algo así, pero al seguir leyendo vimos una parte que decía, "no se había reportado un caso como estos desde hace cuatro años, ¿volvió el cazador?". Regresando a casa no podía dejar de pensar en lo sucedido, hasta que llegando a casa vi que la casa del vecino estaba llena de policías, Hülya insistió en que nos acercáramos y mientras lo hicimos vi al chico nuevo, mi hermana y yo nos miramos a la cara confundidos, cuando miramos de nuevo él venía hacia nosotros, y lo que hablamos terminó de preocuparme.
- Son los de la universidad, ¿verdad?
- Sí, somos de la finca de al lado, me llamo Kerim, ella es mi hermana Hülya.
- Sus nombres, no son de por aquí, y yo soy Matías, me mude con mi madre y padrastro, mi papá tuvo que irse a otro país.
- Somos de Estambul, Turquía, Kerim y yo estamos aquí desde hace unos años.
- Matías, ¿por qué hay policías en tu casa?
- Pues Kerim, algo entró anoche y mató a mi padrastro.
Sus heridas eran las mismas que las del guardia, simplemente no podía creerlo, en eso salió Noah, el hermano mayor de Matías y no quitó su mirada de Hülya en ningún momento, mi hermana al parecer ya no estaría más tiempo sola. Al siguiente día mientras estábamos en clase la profesora nos dijo que un padre y su hijo habían desaparecido mientras iban de caza, en eso recordé que la cabina del guardia y la finca del padrastro de Matías estaban cerca al bosque, también mientras estábamos en las canchas, el hermano de Matías nos dijo que su madre había dicho que cuando fue a la sala a ver si su esposo ya había llegado escuchó un sonido de pasos, pero como si hubiesen salido corriendo de la puerta de la habitación. Todo estaba conectado, los ruidos, las sombras, las muertes, cada suceso marcaba el inicio de una pesadilla, solo que no era el inicio, estaba llegando al final y no lo sabíamos.