En la oscuridad

10. terror

Las luciernagas le dan un toque hermoso cuando aparecen en la noche, gracias a ellas, él y yo podemos vernos en la oscuridad. No tenemos mucho tiempo, mi padre no tardará en darse cuenta de de mi ausencia.

Veo una cabeza.

No, el mejor detalle sería: estoy viendo como un hombre esta siendo tragado como si hubiera pisado arenas movedizas. ¿Estará muerto? No me quiero acercar tengo miedo.

No puedo pensar con claridad, solo corro hasta la entrada, agradecida de que las luciernagas aun siguen en mi camino brillando. Al llegar, al primero que veo es al cumpleañero.

—¡Valentín! —grito.

Me da un sonrisa cuando me ve, que luego es remplazado por preocupación cuando agarro su mano con fuerza y lo jalo hasta donde esta el hombre. Sin embargo, al estar afuera, lamentablemente las luciernagas se fueron.

—¿Que pasó? ¿Por qué estás alterada?

—Yo... vi a una persona... una cabeza...no sé si esta muerta.

—¿En dónde lo viste?

—Al fondo, cerca de un árbol —busco mi celular por el piso —Ayudame a buscar mi celular.

—Dame tu número para llamarte así será más fecil encontrarlo —

Le doy mi número, marca mi número y escucho casi a lo lejos la melodía de mi celular y con la ayuda de la linterna de su celular logro encontrarlo.

Como si tuvieramos el mismo plan, asentimos con la cabeza y caminamos, cada uno nos guiamos por la linterna de nuestro celular, cada paso que doy va aumentando mi miedo a la oscuridad. Los sonidos extraños y, a la vez aterrador para mí, de algunos insectos acompañan nuestro camino hacia llegar.

—No puedo creer hayas camino todo este camino tu sola.

—Había luciernagas cuando estaba aquí.

—Lo encontré, pero no es una cabeza es una calabaza.

¿Qué?

—¿Que hacen los dos aqui?

La persona que esta destrás de nosotros es mi tía Liset.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.