En la oscuridad

Capitulo:15 El dulce rostro del mal.

Arrojé mi mochila en el sofá verde musgo de la sala, las lecciones acabaron temprano, un lapso más tarde de la partida de los oficiales el director por medio de dos asistentes anunció que, a causa de la situación en la que nos encontrábamos, el horario se reduciría así llegaríamos temprano a nuestras casas sin correr peligro por salir tarde como lo frecuentábamos hacer. Quería irme caminando así podría retrasar la plática con mamá, sin embargo, mis planes se vieron opacados por mi mejor amigo, que prácticamente me obligó a subirme en su auto para traerme a casa.

-Elise- pronunció mamá sentada en uno de los sillones, no me había dado cuenta de su presencia, tan distraída iba que no deparé en nada y supuse que estaría en la cocina o su habitación, ella miró el reloj colgado en la pared de la sala y luego posó sus bellos ojos en mi- saliste temprano hoy ¿por qué?
-La policía vino hablar hoy por lo de los asesinatos recientes, nos dieron un silbato-se lo mostré- y un gas pimienta por lo que, el director después de eso decidió reducir el horario acatando los consejos dados por los oficiales referentes a no andar fuera de casa muy tarde.

-Me parece excelente que el Sr. Ackward esté tomando esas precauciones, tu padre y yo deberíamos hacer lo mismo contigo, la persona que está tomando esas vidas es realmente siniestra, ¿cómo alguien puede actuar tan violentamente? Por eso no nos gusta dejarte sola en casa y si lo hacemos tu padre se asegurará de revisarla por completo, la última vez que salimos a casa de Karen él fue a cerrar las ventanas de tu cuarto y demás, nos preocupa que algo malo pueda pasarte.

-Lo entiendo es realmente aterrador todo esto espero se acabe pronto.

-Yo también hija- cerró su libro- ven- palmeó el sofá indicándome que me sentará a su lado- el otro día después de salir de la oficina del director, dijiste que lo habías hecho por llamar mi atención.
Me removí incomoda en el sofá.

¿Dios por qué no inventé otro motivo?

-Carraspeé- Si madre así fue, pero…

-Déjame terminar Elise-respiró con profundidad- sé que yo no he sido una buena madre, te he descuidado, me he comportado sumamente mal contigo y aunque para ti sea difícil creerlo de verdad me arrepiento, no sabes como todos los días deseo retroceder el tiempo y cambiar todo lo malo que hice contigo y tu padre, no se merecían eso- su voz se rompió, su mirada se cristalizó y yo por otro lado luchaba con la avalancha de lágrimas que desea salir de mis ojos- no debí haberme comportado así, no debí haber actuado de esa manera, tenía que asimilarlo de otra forma no encerrándome y apartándolos. Tenía que haber disfrutado todos esos bellos años de tu niñez, jugar, mimarte, amarte, tantos momentos que me perdí, que decidí no tener contigo, tantas charlas y bromas que pudimos haber tenido y yo lo tiré por la borda- ríos de llanto se deslizan por sus mejillas- Elise de verdad espero que me perdones, si no lo haces lo entenderé, sin embargo, ya no puedo vivir más con esto, no sabes lo mal que me siento al verte y saber todo lo que te hice sufrir, te criaste prácticamente sola, nunca estuve para ti…

La interrumpí ya no podía oírla más, me estaba matado verla así.

-Mamá- sorbí por la nariz y aparté unas cuantas lágrimas de mi rostro- no tienes que disculparte, no te odio o guardo rencor siempre te entendí, siempre supe que no había sido tu culpa el descuidarme y cualquiera en tu posición habría actuado de la misma manera, no te mortifiques no me gusta verte así, no mentiré diciéndote que no me dolió porque en verdad lo hizo, pero a pesar de todo yo te amo-le sonreí con todo el amor y sinceridad posible.

- Te prometo que te compensaré, todo será diferente ahora-besó mi cachete y me abrazó con fuerza- eres la mejor hija que una madre puede tener, lo digo en serio no todas son como tu otra hubiese sido una adolescente rebelde y por el contrario tu siempre has sido tan obediente, tan calmada y agradezco eso- acarició mi cabello- te amo mucho cielo gracias por no odiarme.

No podía formular palabra alguna estaba sumergida en llantos y sollozos toda mi vida había deseado esto, el recuperar a mi madre de nuevo y ahora que al fin lo logré sentía que no había mejor regalo que pudieran darme. Estuvimos así por un largo rato la verdad no quería que acabara esto era reconfortante.

-Cariño- continuó tocando mi pelo con suavidad- Karen te invitó a pasar la tarde con ellos quiere que Jasper y tú se hagan amigos.

¿Qué ya no es un poco grande para que su madre decida por él?

-Me enderecé arrugando la nariz- ¿Tengo que ir?

-Por supuesto no seas descortés.

-Bufé- De acuerdo iré- me puse en pie deshaciéndome de la humedad de mi rostro por completo.
-Gracias no vuelvas muy tarde.

Aun no terminaba de comprender por qué para ella era tan importante llevarnos bien con esa familia.
¿Por qué no nos llevarnos bien con la Sra. Thompson?

Era una anciana muy amable y gentil, además preparaba deliciosos postres.




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