Autodestrucción (Capítulo 2)

AUTODESTRUCCIÓN (CAPÍTULO 2)


 

El poderoso híbrido Klaus Mikaelson después de separarse de su familia para poder derrotar a The Holow se encontraba en Londres sumido en el caos y la destrucción sin su hermano Elijah para pararle los pies se dedicó a tomar el control de la ciudad eliminando a los vampiros que se pusieran en contra de él.


 

Era algo normal para él apoderarse de la ciudad que le gustaba, pero siempre aparecía alguno de sus hermanos para que recapacitara. Si Hope le había cambiado, con la desaparición de su familia volvió a ser el temible asesino sanguinario que fue.


 

Allí utilizaba un pequeño club de la capital Londinense llamado The Ginger como base de operaciones para sus maldades. Algunas noches recibía cartas de Mystic Falls escritas por su pequeña hija donde le contaba lo que sucedía en su día a día, hasta llegar a la temida adolescencia.


 

El padre de la chica no quiso utilizar las nuevas tecnologías solo para recibir de vez en cuando alguna foto en su correo electrónico ya que para él sería demasiado doloroso hablar con ella directamente y no poder estar donde estaba ella, así lo decidió con la madre de Hope.


 

Gracias a la niña sabía lo que había ocurrido en el pequeño pueblo estaba enterado que los hermanos Salvatore se habían marchado: uno para romper la maldición de su ser amado, y otro por acabar su relación con Caroline.


 

La casa de los hermanos se convirtió en un colegio para chicos y chicas con habilidades especiales en el que Alaric Saltzman era el director, y la ex compañera sentimental de Stefan Salvatore se convirtió en profesora.


 

Cuando se enteró de la marcha de los Salvatore pensó en divertirse y hacerle la vida imposible a uno o volver a juntarse con Stefan a hacer maldades. Pero luego pensó que Caroline se lo tomaría a mal después de todo para él, ella era una persona muy especial por eso no lo hizo.


 

Se quedó observando las fotos de la niña desde que la familia se deshizo hasta llegar a la actualidad era un adolescente muy bonita que había heredado los ojos azules de su padre y el pelo castaño de su madre,.




 

En ese instante recibió un email en su correo donde le decían que un antiguo amigo de él había sido asesinado. Ya eran 4 de sus amistades que habían muerto en un periodo corto de tiempo pero no hizo ningún caso y borró el correo.


 

Recordó sus tiempos de conquistador en diferentes ciudades o pueblos del mundo y los tratos que tuvo que hacer para no desatar algunas guerras.


 

Al mismo tiempo Gabriel estaba siendo acompañado por el hombre de aspecto informal y la bruja a una casa deshabitada. Donde solo habían unos pequeños candelabros, el agua caía de las goteras donde andaban el suelo de madera se desprendía.




 

En el transcurso del trayecto le comentó que su nombre era Jacob y que era el líder de una organización llamada "el Manto Oscuro" que trataba de liberar a los vampiros/esas, brujos/as o humanos que habían sido dañados por la familia Original.
 

-¿"Manto oscuro"?- preguntó el español

- Si no es un nombre muy original . Pero para mí tiene otro significado- contestó Jacob con la mirada perdida.


 

Gabriel no preguntó nada más estaba claro que al menos en ese momento no le diría nada más sobre su significado. En cambio el líder sí que le comentó que eran 11 miembros los que formaban dicha organización.


 

En ese instante el joven se sentó en una vieja silla, mientras le decía al chico español que se sentara y descansara. Gabriel se sentó en un viejo sillón lleno de polvo sin saber muy bien que hacía en ese lugar, mientras miraba como Jacob estaba leyendo un libro solo con la iluminación de unas velas.


 

También se fijó que la bruja de pelo castaño lo observaba disimuladamente, él intentó no hacer caso, poco a poco el cansancio o la tensión hizo mella y se durmió. Y comenzó a tener el mismo sueño de casi todas las noches.


 

En el se repetía la muerte de su amada y su derrota con el malvado Johan, la rabia de no poder hacer nada contra él que sus puños, patadas y garras no le hicieran el mínimo daño. En ese momento algo lo despertó sintió una presencia.




 

Abrió los ojos y vio una sombra en la oscuridad su aura era muy fuerte pero no lograba distinguirla, cuando se acercó a los candelabros se pudo ver que era un hombre de unos 43 años, piel canela y de complexión fuerte. Sus ojos eran negros, y tenía el pelo rasurado, su ropa era informal.


 

Esthela y Jacob lo saludaron mientras se quedaba observando al chico español.