En la Oscuridad (spin off de Vampire Killer)

En silencio (Capítulo 8)

EN SILENCIO (CAPÍTULO 8 )

 

 

Rebekah miraba a su hermano escondida, mientras Elijah tocaba el piano que entonaba una dulce melodía, se le veía feliz y radiante. En cambio a la vampiresa le caían lágrimas de sus ojos azules ya que tenía una mezcla de alegría de verlo así y de no poder hablar con él.

 

 

En ese instante una joven se acercó donde estaba su hermano, le comenzó a sonreír y se sentó a su lado estaba claro que los dos se conocían por la complicidad que había en ellos. Ella también puso las manos sobre las teclas del instrumento y siguió el ritmo, mientras todos los presentes comenzaron a aplaudir.

 

 

La pequeña de los Mikaelson escuchó un poco más y decidió marcharse del pequeño club y cuando estaba por marcharse la chica que tocaba con su hermano estaba delante de ella.

 

-¡Hola!. ¿Te ha gustado la música?- preguntó la joven de pelo oscuro y largo.

- ¡Mucho!.

- ¡No deberías estar aquí Rebekah!

- ¿Conoces mi nombre?

-¡Por supuesto tú familia es legendaria!

- Sabes mi nombre pero yo no sé el tuyo.

- ¡Antoniette!, mi nombre es Antoniette.

-¡Deberías marcharte!. ¡La maldición...!

-¿Cómo lo sabes?.

- ¡Yo lo protejo!.

 

 

La vampiresa se sorprendió al escuchar las palabras de esa chica, entonces pensó en lo que le dijo su hermano una vez que hablaron por teléfono. En la que le decía que lo tenía todo controlado y que no dejaría que nadie le hiciera ningún daño.

 

-¿Trabajas para mi hermano?- preguntó rápidamente la vampiresa

- ¡Debes irte!- exclamó ella, mientras el vino de su copa comenzaba a subir de temperatura destrozando el vaso en una explosión.

 

 

Rebekah se marchó rápidamente con su velocidad sobrehumana ya que estaba viendo que los efectos de la maldición estaban desatándose si estaba demasiado tiempo en el mismo lugar que su hermano.

 

 

Antoniette enseguida se sentó otra vez al lado de Elijah.

 

-¿Quién era esa joven?. ¡Nunca la había visto por aquí!

- ¡Oh nadie querido!- contestó la mujer de brillantes ojos oscuros- poco después se dieron un beso en los labios.

 

 

Al mismo Stefan en Smalltown miraba como Klaus salía de las sombras y se acercaba a él poniéndose frente a frente.

-¡Klaus!

-¡Hola viejo amigo!

- ¿Qué quieres?

- Debo de reconocer que no pensaba que acabarías siendo un simple mecánico. Pero es muy tuyo eso de pasar inadvertido.- dijo burlonamente el híbrido.

- ¿Qué quieres?

- ¿Has visto algo extraño?. He oído que varios vampiros nuevos han llegado a este pueblo, y creo que son los mismos que atacaron a mí hija.

- ¡No sé nada!. Yo simplemente estoy trabajando. ¡No tengo ni idea!

- ¡De acuerdo!. ¡Si te enteras de algo!. ¡Este es mí teléfono nuevo!. ¡Me quedaré un poco por aquí!.

- ¡Vale!- cortó de manera tajante.

- Siento lo que pasó con Caroline. Pero ella aún te quiere, y si te digo la verdad ya que yo no voy a ser, el único que la merece y se lo permitiría sería a ti. ¡Adiós amigo mío!.

 

 

Stefan se quedó pensativo al haber escuchado las palabras de Klaus sobre Caroline, ya que él aún después de todo este tiempo aun la amaba, ni su marcha de Mystic Falls después de que ella no quisiese marcharse con él había borrado esa llama en su corazón.

 

 

Klaus se hospedó en uno de los hoteles más grandes del pequeño pueblo, mientras bebía en una copa de cristal sonaba su teléfono era su hermana pequeña Rebekah, pero había decidido no contestarla no tenía humor para las tonterías de su hermana pequeña y lo dejó sonar hasta que se cansó.

 

 

Lejos de allí Jacob apretaba uno de los libros casi abrazándolo, las velas mostraban un rostro melancólico y sacaba de su cajón de madera un pequeño manto oscuro y lo observaba, mientras la bruja que le acompañaba ponía una de sus manos en el hombro del hombre para reconfortarlo.

 

-¡Jacob lo es he encontrado!. ¡He hecho un hechizo de localización! - ¿Dónde se encuentran?.

- ¡Parece que se dirigen a Nueva Orleans!

- ¡Perfecto!.

 

 

En ese mismo instante uno de los espejos rotos que había en la habitación se iluminó con luz azul pero poco a poco fue tomando forma humana hasta convertirse en una joven atractiva de pelo oscuro y largo, ojos marrones y piel aceitunada.

¡Ha llegado el momento!- dijo la joven.

 

CONTINUARÁ 




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