En La Piel De Eva

-I-

 

"El amor es la fuerza que mueve el mundo,

y tú eres el ejemplo perfecto de ello."

 

 

 

 

—¡Bebé, a cenar!

— ¡Ya voy, mami!

Por las escaleras, una cabecita de pelo carbón tapa casi todo el cuerpecito de una niña que baja muy deprisa sin darse cuenta de que su madre la mira desde abajo con el corazón ahogado. Su expresión se relaja cuando ve que después de un par de intentos consige sentarse en el taburete del comedor.

— Mi amor, ¿qué te he dicho de bajar así? Puedes caerte.
-Le reprende dulcemente-.

La niña mira a su madre desde unos grandes ojos azules ocultos bajo los mechones sobre su frente.

— Lo siento mami... - susurra-.

Una sonrisa sale de los labios de Eva al ver como su hija debora un plato de puré de patatas. Su preferido. Ojalá pudiera darle todo lo que ella deseara. Se merece mucho más que vivir en un simple piso con tan poco espacio. Pero está intentando ahorrar para comprar una casita cerca de la playa. Su lugar favorito. Un extenso mar y una larga sombra de arena bajo los pies de Athenea, y la luz en los ojos de su hija le recuerda lo feliz que ha sido desde que está a su lado.

"mami, quiero quedarme aqui siempre." las palabras de su hija y el deseo de verla crecer frente al sonido de las olas, la persigen desde hace años. Y no parará hasta conseguirlo.
 

Quiere tanto a su hija, que se ha olvidado por completo de sí misma.
 

Ahora hace lo más que puede, consigue dinero de las piedras si hace falta. Y gracias a Elöise, la gran mujer considerada como su madre, tiene lo suficiente para poder asegurarse de que su hija estará bien mientras ella siga viviendo.

Todos esos largos días de trabajo limpiando y las heridas en sus manos, merecen la pena al ver como ella es alimentada como debe y puede dormir en un lugar digno.

Athenea recoje su plato al terminar de comer. Baja del taburete, y de puntillas lo coloca en el fregadero con sumo cuidado.

— princesa, sube a tu habitación y ponte el pijamita que ahora voy yo, ¿vale?

Eva aprovecha ese par de minutos para fregar y limpiar un poco el salón. Todas las mañanas debe levantarse temprano para llevar a su hija al colegio y después ir a trabajar, así que casi no tiene tiempo para su propia casa.

Antes de abrir el agua del grifo, Eva, de costumbre, se quita el anillo que adorna su fino dedo meñique. Una tira de plata con unas letras en cursiva. Un pequeño recuerdo que ha traido consigo un gran para siempre llamado Athenea. Un milagro que  ha hecho de una cerrada y tímida niña, una independiente y feliz madre. El triple de mujer, y el doble de trabajadora.

Ese milagro concebido con mucho amor y cariño, en un día de verano sobre la fría y clara arena, y la oscura e interminable noche.















 

Tres meses.
 

Fue el tiempo que esos adolescentes se perdieron en el amor y el deseo.
Esas ganas inmensas de huir para construir una vida juntos y dejarse llevar entre sí.

Pero que por cuestiones que aun Eva se pregunta, no fueron posibles.

No consigue odiar nada.

No se arrepiente de ningún momento vivido junto a él.
Todo fue tan rápio y lento a la vez. Tan suave y tan intenso.




 

La primera vez solo fueron miradas. La segunda palabras, de ahí llegaron historias ahora incompletas, hasta que una nohe sus pieles se encontraron.

 

Eva se dejó llevar por los brazos de Víctor. Se perdió en el azul más profundo de sus ojos, que nada tenían que comparar con el océano ante ellos.
Tal vez fueron horas, tal vez milenios lo que duró el primero de sus besos.

El primero, suave y cálido de los labios de Víctor.
Se despertaba creyendo sueños, pero que con una de sus sonrísas sabía que fueron verdaderos.













 

Pero la cruda realidad se hizo presente la mañana de un domingo.

Víctor no apareció a su lado, junto a la playa. Donde cada día se encontraban para no volver hasta la noche.

 

Esperó y esperó, quizás tenía cosas importantes que hacer, alomejor esta vez llegaría tarde.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.