En la piel de un cordero

Gran cerebro, poco entendimiento

Entrar a aquel lugar era molestó y desagradable para la mayoría de científicos humanos, Bruce no era la excepción, al principio también estaba profundamente incómodo, pero los humanos nos adaptamos rápidamente a muchas cosas, algunos más que otros.

La incomodidad de los humanos venían del hecho que en la habitación real siempre había omegas de diferentes razas, en su mayoría mujeres, estas siempre estaban desnudas o con muy, muy poca ropa, la primera vez fue chocante ver a una de ellas haciendo una felación sin importar que hubiera allí público, en otras ocasiones ellas estaban haciendo un show erotico para el entre otras cosas. Una cosa era clara, el emperador siempre tenía su pene dentro de alguna de ellas, estas eran hermosas después de todo, también había algunos espécimenes masculinos pero los pocos chicos allí presentes eran extremadamente bonitos, tanto que si no mirabas su entrepierna nunca sabrías que se trataba de un omega masculino.                 


El emperador escuchó el informe de los científicos humanos, incluidos Bruce, Jared y Jelenic el científico de Zagh además de sus propios científicos entre otros. El informe trataba sobre el nuevo escudo que preparaban para el sistema solar en la vía Láctea, ya que ahora estaban desprotegidos. Después de todo lo que paso Hyv había insistido en que los hombres compartieran su tecnología con ellos, el uso de agujeros de gusano como trasporte era algo inteligente, muy pocos habían logrado algo similar, y aunque aún no eran capaces de enviar una nave de gran tamaño, aún así Hyv estaba seguro que pronto lo lograrían. Éstos sin embargo se negaron y lo único a lo que accedieron fue a que los descubrimientos que hicieran juntos serían de ambos grupos, eso era bueno demostraba que los humanos eran inteligentes y difíciles de engañar, era algo realmente bueno, estaba bien que fueran inteligentes y supieran negociar, les sería muy útil al intentar dialogar con el Consejo. 


—Le gustaría unirse? -ofreció luego de un rato cuando la mayoría se había ido y sólo quedaban por dar su parte Bruce, el omega de su primó, y un científico suyo. 


-Que? -Bruce se veía claramente confundido. 


-Te ves tenso, si quieres puedes divertirte un rato, prometo no decirle a mi primo. 


-El traductor debe estar fallando -Bruce dijo esto en voz alta. 


-Porque crees eso? -había malicia en las palabras del emperador. 


-De un momento a otro pasamos del usted al tu -Bruce sonrió un poco-. Eso es extraño puesto que no se como mostrar respeto si no me lo muestran -Bruce desvarío un poco sobre este tema. 


-Somos familia no? Las grandes y extraordinarias muestras de respeto no son necesarias entre nosotros -el emperador Hyv sonrió. 


-Como quieras -Bruce continuo con su explicación como si nada, esto molesto a Hyv. 


-Y bien, quieres unirte a la diversión? -Hyv lo miro con un poco de odio en su mirada. 

 

—No gracias, las tetas y las vaginas no son lo mio -respondió Bruce sin inmutarse por la proposición descarada, mientras seguía explicando el increíble avance sobre el escudo de protección para el sistema solar humano. 


—Entonces que es?. 


-Que cosa? -Bruce lo observó con duda. 


-Que te gusta en la intimidad? -una de las omegas le acarició el pecho al impresionante gobernante. 


—Me gusta exclusivamente los espécimenes masculinos -después de su respuesta Bruce continuó con su explicación. 


—Hay algunos aquí, toma el que sea de tu agrado -varios chicos súper bonitos se acercaron a Bruce, Hyv sintió un poco de enojo. 


—Estoy bien…verá los chicos lindos tampoco son precisamente mi tipo -rechazo la insistente oferta. 


—Supongo que puedo arreglar algo, aunque personalmente no le veo el atractivo a un ser demasiado masculino -confesó el emperador abrazando a dos omegas que se restregaban contra el. 


—No se moleste, hay suficientes hombres bellos para satisfacer mis necesidades en las filas del capitán Bill -Bruce respondió cortante, ya estaba un poco arto de no ser escuchado. 


—Y a Zagh no le molestará eso? -el doctor había caído justo donde el lo quería. 


—Zagh sabe que mi amor por él es único, el jamás tiene que tener dudas sobre eso y eso es lo más importante en nuestra relación ya que confío plenamente en ellos al igual que ellos confían en mi -aseguro mientras pasaba la última parte de su informe. No estaba mintiendo el emperador pudo darse cuenta fácilmente. 


—Si el debe confiar mucho en ti para acceder a que te quedarás aqui sin ningún tipo de protección. 


—El lo hace, ahora si no necesita nada más de mi me marchó a casa. 


—A casa de Zagh?. 


-Por supuesto, el es mi pareja su hogar es mi hogar ahora. 


-Porque no te quedas aquí? -Hyv no estaba seguro de porque lo estaba invitando y menos frente a Jelenic, a quien seguramente habían dejado para cuidar de Bruce. 


—Este no es mi lugar majestad -fue lo último que dijo antes de marcharse dejando a Hyv con el profundo malestar que siempre lo atacaba después de hablar con el omega de su primo, al que seguía sin soportar, el omega era imperturbable según parecía puesto que sin importar lo que Hyv dijera o hiciera frente a él no lograba incomodarlo, eso…lo molestaba demasiado. Había visto a Bruce sonrojarse y mostrar muchas emociones frente a Zagh en muchas ocasiones. Ya no pensare en eso se dijo hundiéndose en una de sus omegas está gimió placenteramente temblando y rogando que se moviera. 


Bruce por su parte llegó a la gran mansión de Zagh donde estaba viviendo juntos a los hijos de este, ellos eran realmente buenos con el no metiéndose en sus asuntos por lo que al único que se encontró fue a Aox este se veía nervioso pero últimamente el pobre chico siempre parecía estar así. 


—Estas bien? Sabes que puedes hablar conmigo de cualquier cosa verdad? -Bruce ofreció, aunque el cansancio lo estaba venciendo. 




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