capítulo 5: el torneo de los Excubiaes

Se notó la diferencia entre las tareas de primer año con las de segundo en todo momento, pues estas fueron más prácticas que las otras que eran teóricas en su gran mayoría, salvo por matemáticas.

Una de las clases que más agradaban a todos los alumnos en general era la de biología, la cual era impartida por el profesor Brandon Romero. Imagina que te expliquen funciones de los seres vivos con criaturas del mundo normal y de Enemeia, incluso una tarea fué exponer sobre uno de estos últimos.

Luna habló sobre las anguilas magmáticas, enormes anguilas de casi diez metros que enrollan a sus víctimas, por lo general salmones, y aumentan monstruosamente su temperatura para literalmente cocinar vivo a su presa y devorarla.

Cha expuso sobre los pulpos calaveras luminiscentes, unos pulpos de color oscuro que con una luz blanca que emitía la parte frontal de la cabeza en tres sitios que, con el brillo que generaban, parecían las "narices" y el espacio en los ojos de una calavera humana.

Wyatt, buscando un animal interesante a la vez que sencillo, habló sobre los periquitos fénix, periquitos que se asemejaban a la especie "barbinaranja" con la diferencia de tener todo su plumaje de un color naranja brillante, que reflejada la luz del sol en ellos da la apariencia que están envueltos en brasas o pequeñas llamas.

Una sorpresa vino a toda la clase cuando Ryan pasó al frente con una caja como de zapato, diciendo que trajo su animal vivo. Ryan, con un tono amigable llamó a Sebástian para que lo ayude, y este, sorprendido y contento de que Ryan lo tome en cuenta, se puso a su lado sonriente.

Ryan colocó la caja arriba de Sebástian, y antes de abrirla, le susurró con una extraña sonrisa:

—Por nada del mundo acerques tus manos a tu cabeza, o bueno, si quieres hazlo, pero ese va a ser tu problema.

Ryan abrió la caja y Sebástian no sintió nada, como si el animal que Ryan trajo no pesara nada e intentó adivinar de qué se trataba. ¿Un pequeño reptil como una lagartija?, ¿Alguna otra especie de ave como los periquitos fénix que Wyatt expuso?

Sebástian volvió a ver a los demás, y frunció el ceño al ver a todos, y sobre todo a sus amigos, con una cara como de miedo, Sebástian no comprendió hasta que Ryan comenzó a exponer.

—Como pueden ver, hoy les vengo a hablar sobre una amiga que hice hace rato y aprovecho de presentarles hoy: ¡La araña siniestra!

A Sebástian se le heló la sangre al escuchar eso, su corazón empezó a latir rápidamente y sus manos comenzaron a temblar de miedo.

—Bien —continuó Ryan— las arañas siniestras viven en el bosque sombrío, llegan a medir lo que una mano humana adulta a como pueden verla en la cabeza de mi "amigo" Sebástian aquí a mi lado.

Sebástian, casi por instinto al escuchar eso, miró su mano y se atemorizó más al ver el hipotético tamaño de la araña que tenía en la cabeza.

—Y eso no es lo más curioso, estas bellezas tienen un veneno que mata a una persona en tan solo cuarenta minutos, aparte que su mordedura es extremadamente dolorosa, por eso el apodo de "damas del tormento", son carnívoras e incluso llegan a cometer canibalismo, y cuando van a morder a su víctima, se camuflan cambiando sus colores para mimetizarse, ¿Lo ven? ¡Como lo está haciendo ahora en el cabello de Sebástian!

Aquel comentario horrorizó a Sebástian, quien soltó lágrimas del miedo que tenía y se palidecía.

—¡No es cierto, Sebástian! —le gritó Luna— la araña no se ha camuflado, sigue ahí visible ante todos.

—¿Vas a llorar, niñita? —se burló Ryan al verlo lagrimear— ya terminé, ya te la quito.

Ryan agarró la caja y la puso sobre la cabeza de Sebástian, y luego de un tiempo la quitó y la guardó.

—¿Ya no está? —tartamudeó.

Todos asintieron, y Sebástian se fué a sentar secando sus lágrimas. A Ryan lo regañaron y castigaron fuertemente, pero nadie negaba que la exposición fuera buena, así que a pesar del método aprobó.

Casi tres meses habían pasado, meses durante los cuales poca cosa se vivió en la Ee y sobre todo para los estudiantes de segundo año. En un fin de semana, todos los alumnos estaban despiertos a eso de las seis de la mañana como si hubiera clases ese día, preparándose con gran emoción, salvó por uno de ellos. Ese día ocurriría el torneo de los excubiaes que les dijeron a inicios del año.

Sebástian no quería ir, pero era obligatoria la asistencia por el factor que era la nota de todos los exámenes, y batir récord de clases reprobadas no estaba entre sus planes.

A eso de las siete y cuarto, todos los estudiantes de segundo año estaban a las afueras de la Ee vestidos con ropa cómoda y esperando a quien los iba a guiar al sitio de evento.

—No te preocupes —le dijo Cha a Sebástian viendo lo nervioso que estaba— pase lo que pase vamos a estar contigo.

Sebástian le sonrió a modo de gracias, y al lugar llegaron todos los maestros de la Ee, quienes ubicaron en orden a los estudiantes.

—¡Uno detrás de otro! —ordenaron.

Todos tomaron posiciones y cuando la fila estaba lo más recta posible, siguieron a Azariel, quien lideraba aquella peculiar marcha hasta el sitio.

Unos treinta minutos pasaron fácilmente, recorrieron gran parte de Enemeia hasta llegar a un gran prado ubicado entre la playa Lahmuq y el valle Elementya, donde en medio de todo estaba una gran edificación como un coliseo, dónde gritaban varias personas para hacer una alegre bulla.

Aquel enorme coliseo estaba hecho de arenisca y concreto que le daban un aspecto como antiguo, desde afuera se veía que tenía varios pisos, que contándolos, daban ocho en total.

Al entrar, los alumnos fueron recibidos de buena forma por los porteros y los guardias del lugar, alegando que siempre es bueno ver a la nueva generación de elementales.

Los alumnos, a través de pasillos grandes e iluminados por antorchas, fueron llevados hasta un enorme cuadrilátero en medio de todo, dónde la gente celebraba la presencia de los mismos.