Los segundos pasaban, y ninguno de los dos se movía ni hacía algo en contra del otro, solo estaban estáticos en sus posiciones. La gente permanecía en silencio por un tiempo para ver si pasaba algo, pero se mantenían igual y no daban signos de querer hacer nada.
Abucheos y palabras de apuro se escuchaban desde las gradas, y al parecer surtieron efecto, pues Wyatt de pronto caminó tranquilamente hasta Sebástian, y le dijo:
—Si estamos obligados a empezar, ¡A tu izquierda!
Dicho eso Wyatt lanzó un golpe al lado izquierdo de la cara de Sebástian, quien pudo frenar dicho ataque.
—¡Derecha! —indicó Wyatt de nuevo, y ahora golpeó el lado derecho y otra vez fué bloqueado.
—¿Qué haces? —preguntó Sebástian con cierta extrañeza.
—Si no quieres empezar al menos defiendete para que vayas calentando, así que te ayudo diciéndote lo que voy a hacer para que te despiertes. ¡Estómago!
El puño de Wyatt dirigido al estómago de Sebástian fué bloqueado por tercera vez, el público les decía cosas como "sean serios y peleen ya".
Wyatt siguió con su técnica de hablar y golpear, hasta que poco a poco dichos ataques fueron devueltos suavemente por Sebástian, quien ya empezaba a tomar confianza y ver eso más bien como un juego.
Llegaron al punto dónde se daban de golpes sin que nadie dijera nada, y Wyatt pudo notar el entrenamiento de Sebástian en la forma en la que se desenvolvía en pelea cuerpo a cuerpo.
Así continuaron, Sebástian tenía la delantera ya que defendía bien y regresaba los golpes algo medidos en fuerza, pero los regresaba, poniendo en algunos aprietos a Wyatt. Durante uno de los puñetazos por parte de Sebástian, el cuál apuntaba al pectoral derecho del inglés, su puño se prendió en fuego, ocasionando que el golpe tuviera más potencia, notándose en la reacción de Wyatt ante ello.
Mientras este se apretaba el pecho por el golpe, Sebástian se disculpaba insistiendo que no fué su intención y que la llama salió por su cuenta. Indicó también que a como había dicho, si algo malo empezaba a ocurrir se iba rendir, y concluido, caminó hasta la punta del cuadrilátero dispuesto a brincar para señalar su renuncia, pero alguien entre las gradas le lanzó un pedrusco que lo golpeó por el ojo.
Mientras Sebástian se sobaba, un hombre se alzó de su asiento y gritó:
—¡No, te aposté bastante dinero como para que te rindas así nada más!
Unos hombres, al parecer los de seguridad, tomaron al hombre por los brazos y lo sacaron del sitio aún cuando este pataleaba para zafarse.
—Oye —dijo Wyatt de pronto, y Sebástian volvió a verlo— ¿Estás bien?
—Sí —respondió, sobándose el morado de su ojo— dolió, pero es soportable.
—¿Y tu elemento? ¿Puedes seguir o…?
—Pues de que puedo, puedo, pero me duele y no quiero arriesgarme a que…
Sebástian se calló de pronto.
—Ya no me duele.
—¿En serio?, Pues si es así entonces podemos continuar si quieres, aún no ocurre nada de riesgo como dijiste.
—Vaya que eres insistente —se rió Sebástian— de acuerdo, pero ya estoy alerta a cualquier señal de problemas que pueda tener.
Ambos se acercaron y continuaron con su pelea dándose solo de puñetazos o patadas, las cuales empezaban a aburrir al público que quería ver ataques elementales.
Algo similar volvió a ocurrir tras varios segundos, pues durante otro golpe que Sebástian le lanzó a Wyatt, una bola de fuego salió disparada hacia Wyatt golpeándolo de lleno. Este más que enfadarse o algo, se emocionó.
—¡Entonces se pueden usar poderes!
Sebástian no dijo nada en contra de eso, principalmente debido a que no lo escuchó por andar meneando su mano adolorida por el ataque lanzado. Fué tomado por sorpresa al recibir el golpe de un pequeño rayo eléctrico en su hombro derecho y apenas pudo esquivar el segundo. El público se emocionó ya que por fin usaron sus elementos.
De pronto Sebástian fué medio cegado por centellas que salían frente a él y lo arañaban, mientras Wyatt se acercaba haciendo muecas de arañazos con chispas en la punta de sus dedos.
Sebástian estaba cansado y tenía a Wyatt frente a él, poniendo su mano frente a él para evitar algún golpe, una llama brotó de su palma impactando en Wyatt, dicho fuego no dolió y Sebástian pensó:
—¿Y estos duelen cuando quieren o qué?
Volviendo a ver a Wyatt, le explicó:
—Ese ataque que te hice antes… de hecho, todos los que te he lanzado han sido accidentales, pero veamos si puedo llevar esto lo más que pueda.
Pasaron de ser golpes cuerpo a cuerpo a puros ataques elementales. Centellas resplandecían, llamas teñían de naranja el suelo dónde peleaban y varios movimientos alcanzaban a su oponente. Ninguno de los dos usaba algo fuerte y se controlaban en poder, hasta que las llamas de Sebástian, aún sin dolerle, comenzaban a descontrolarse haciéndose más grandes, más calientes y más dolorosas.
Wyatt no se quedó ahí, estaba cansado y quería reponer energías, así que se alejó hasta un extremo y levantó rápidamente los brazos desde el suelo hasta arriba de sí mismo, y para asombro de todos, una especie de muro delgado, amarillo y algo traslúcido se erigió de la nada.
—Está bonito, ¿verdad? —le preguntó Wyatt a Sebástian jadeando— este es el movimiento que les dije en aquella reunión, yo la llamo "barrera tesla"
De pronto, aquel fuego lanzado con anterioridad empezó a dañar a Sebástian, quien quería seguir peleando, gracias a la adrenalina, olvidándose lo que "rendirse" significaba o que tan siquiera se podía.
Se acercó corriendo para intentar romperla a patadas o algo, pero la barrera de pronto lanzaba repetidamente chispazos a Sebástian, quien tomado por sorpresa y adolorido, se alejó. El escudo eléctrico daba la impresión que estaba más traslúcido tras eso.
—Cha, ¿Notaste eso? —preguntó Luna desde las gradas, muy atenta a lo que sucedía.