Tanto Cha como Luna estaba completamente asustadas, sus corazones latina fuertemente y el desconcierto ante el repentino actuar de Sebástian no ayudaba en lo absoluto a tranquilizar a ninguna.
El arcángel infernal se dirigía hacia donde estaba Wyatt, quien apenas se estaba levantando del suelo por el golpe de antes. Luna hendió su mano derecha rápidamente y una esfera de agua fué arrojada desde las palmas, cayendo en el ojo derecho de Sebástian, haciéndole perder el interés en Wyatt para priorizar calmar la molestia en su vista.
Cha corrió hasta Wyatt tendiendole la mano para que terminara de incorporarse, y cuando éste la agarró de la muñeca y volvió a estar de pie, los tres corrieron mientras el arcángel aún tenía las manos en su ojo.
—¿Qué diablos pasó? —dijo Luna.
—Creo que debe de estar hipnotizado o algo por el estilo —teorizó Cha mientras corría con ganas a la par de sus amigos.
—¡Perfecto! —declaró Wyatt— ya tenemos al hipnotizado, solo nos falta una copa, un cementerio y un caldero para estar completos y ahora sí preocuparnos de verdad.
—¿De qué estás hablando?
—Deberías leer más —respondió Wyatt para luego resbalar y caer al piso.
Con la cadera algo adolorida, Wyatt observó cómo el arcángel los veía y volaba en dirección hacia ellos. Levantó sus manos al cielo y con ellas apareció una pared vidriosa y amarillenta, que emitía descargas eléctricas al alado que estaba ya frente a ellos sin poder avanzar un paso más. Aquella barrera rodeaba a Wyatt, Cha y Luna a modo de domo.
—¿Pero cómo que hipnotizado? No logro entender.
—Tal vez eso sea el humo que Agda le lanzó hace rato.
—Nunca la ví usar algo como eso —comentó Cha jadeando— así que debe ser eso por descarte.
—¿Y qué hacemos entonces? Sebástian no recuerda lo que pasó con Ryan cuando se transformó, pero él está todo lleno de heridas y hasta creo que le tiene miedo.
—Y Ryan con una sola mano capaz nos destruye a los tres —se desanimó Luna—, si él lo pasó horrible contra Sebástian, ¿Cómo vamos a terminar nosotros?
La angustia de los tres se volvió temor cuando vieron el domo desvanecerse ante un lanzallamas del arcángel, quien no dudó en atacar. Wyatt empujó a Luna y a Sun-Shin hacia atrás para evitar que las lastimara.
—¡Wyatt!
Luna vió con pánico cómo el arcángel tomó a Wyatt por el cuello y comenzó a golpearlo en repetidas ocasiones.
—Corran… —alcanzó a decir mientras recibía fuertes puñetazos en la mejilla— yo lo entretengo…
Sin más que hacer, Luna tomó a Sun-Shin de la mano y ambas corrieron lo más rápido posible mientras dejaban atrás la figura de Wyatt siendo apaleado.
Cuando Wyatt vió que ambas estaban a una buena distancia y antes que las cosas empeoraran para él, movió sus manos frente a Sebástian como quien diese un arañazo, y tres líneas eléctricas a modo de marcas de uñas golpearon al arcángel, quien tan solo movió un poco la cara. Wyatt lanzó una descarga eléctrica a la cara de Sebástian, y éste retrocedió producto del impacto, liberando así a Wyatt.
Con esfuerzos, Wyatt logró ponerse en pie, y cuando subió la mirada en busca de Sebástian, notó que no había ni rastros de él. Lo único que daba señales de existencia del arcángel era el fuerte sonido de un aleteo que se alejaba del inglés.
Wyatt volteó y observó con temor a Sebástian volando a gran velocidad en dirección de Luna y Cha, las cuales al girar sus cabezas y ver al alado a unos ochenta metros de distancia, entraron en pánico y corrieron en direcciones contrarias, Cha a la izquierda y Luna a la derecha.
El arcángel volteó a la derecha, poniendo a Luna con el corazón en la garganta mientras suplicaba a sus piernas que no se cansaran o tuvieran calambres repentinos. Tras unos segundos y sintiendo el calor que Sebástian desprendía, giró rápidamente, cayendo de espaldas al suelo y viendo cómo el alado la sobrepasó unos cuantos metros antes de reaccionar y volver a divisar a Luna.
Una enorme gota de agua lleno del antebrazo para arriba del brazo derecho de Luna, y haciendo un molinete con la masa de agua, una cuerda color azul transparente apareció, y uno de los extremos parecía amarrado firmemente a la muñeca de la chica.
—¡Hidrolátigo! —exclamó, lanzando dicha rienda como un ganadero a una res.
La cuerda alcanzó al arcángel y se enredó en toda la parte superior, aprisionándolo. Luna exhaló un fuerte suspiro de alivio.
El arcángel se quedó quieto completamente amarrado, no por impotencia, más bien se veía concentrado. La llama que se movía con el viento en su cabeza a modo de cabello empezó a brillar con un tono carmesí, las alas se empezaron a teñir de un color naranja más brillante y se escuchaba un sonido similar al que hacen unos pringados de agua al caer sobre metal caliente. La cuerda empezaba a reducir su grosor hasta que desapareció en un humo que se mezcló con el aire, el amarre se había evaporado junto con la tranquilidad de Luna al ver eso.
Wyatt observaba a lo lejos, y una risita a unos cuantos pasos detrás de él lo hizo voltear la mirada. Agda se veía con una sonrisa apreciando todo lo que el arcángel hacía a quienes consideraba sus amigos.
—¿Qué le hiciste a Sebástian? —la enfrentó.
—¿Ah? Creí que ya estarías inconsciente o algo.
—¿QUÉ LE HICISTE? —repitió sin mucha paciencia.
—Usé un truquito, "ilusión macabra". Cuando ví que Sebástian no le hizo nada a Cha, supuse que era porque la recordaba en ese estado, así que usé ese poder para que sí lo haga.
—¿Que tiene que ver una ilusión con que esté así? —preguntó Wyatt mientras se acercaba a paso y mirada amenazantes.
—Sencillo, a la vista de Sebástian estamos al revés, es decir, a ustedes los ve como si fuera yo y a mi me ve como si fuera ustedes, por eso a ustedes los ataca y a mí me ignora.
—¿Y qué quieres ganar con eso? —dijo prendiendo la paciencia y lanzando una descarga eléctrica, la cual fué rápidamente evadida.