No había nada más satisfactorio que ver el dolor y el miedo en los ojos de los demás, que se den cuenta que ellos no son los que gobiernan el mundo, son simples escorias que pueden ser aplastados con facilidad, hicieron mal en no contar la leyenda, hicieron mal en no advertirles a sus hijos y ahora el día había llegado.
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★Rose★
El tiempo se ha congelado a mi alrededor, mi corazón late rápido. un latido que es más de temor que de felicidad, mis ojos están fijos sobre ese enorme y temible lobo oscuro cómo la noche, escuché los gimoteos de los más pequeños abrazados y buscando el calor de sus padres, todos temerosos, todos asustados, sin ver la posibilidad de estar con vida. fueron veinte años de paz y prosperidad en Slora. dónde no había amenazas, dónde el pueblo es pacífico y se ayudaban entre si, protegidos por un inmenso bosque que nos bloqueaba la vista del exterior, nunca tuvimos la necesidad de salir, estábamos bien aquí, pero ahora..ahora quería levantarme con mi familia e intentar huir y escapar.
Pero..yo no era estúpida, nadie lo era. El primero que diera un solo paso posiblemente sería devorado por esos colmillos aclamando sangre, sentí el abrazo de Maison en mi cintura regresandome a una horrorosa realidad, busque sus ojos asustada, el solo me brindo una cálida sonrisa que no llego a sus ojos.
Voltee mi vista hacia esos lobos, habían demasiados es imposible contar la cantidad, uno más grande que otros asumí que los que se ven muchos más grande son Machos y las que son menores son las hembras, en medio de todos ellos que gruñen, está el que más da miedo, provoca terror.
¿Qué harán con nosotros?
Esa pregunta ronda por mi mente sin cesar, no veo que ellos quisieran tener compasión de su cena, me quedé algo sorprendida cuando todos los lobos se sentaron cómo si fueran perros, con la mirada puesta en nosotros a excepción del grande.
Capte con la mirada algo que parecía imposible a los ojos humanos, escuché jadeos de asombro y temor por todo el lugar y supe enseguida que no es una alucinación, aquel enorme lobo había vuelto a ser un humano.
¿Qué clase de brujería era está?
Lo detallé entre asustada y asombrada, de aspecto alto y musculoso con una mirada fría que te haría cavar tu propia tumba, con unos pantalones cubriendo su parte y mirándonos cómo si fuera poca cosa, cabello oscuro y brilla con la luz de la luna roja, ojos llamativos y a la vez electrizantes de un color Verde oscuro. el hombre bestia dió dos pasos con una expresión lúgubre y fría.
Las personas no se atrevían a hablar, lo sabía porque todos emitían jadeos menos algo que le gritara que era brujería. en unos segundos todos los lobos menores a el, se transformaron en humanos atentos a nuestras reacciones, sentí un peso muerto a mi lado y me asusté al ver que mi madre se desmayó.
Me acerque a papá con mucho cuidado sin soltar Maison, mamá lucía pálida y sus párpados cerrados y cansinos me confirman que es mucho para procesar, no entiendo cómo sigo en pie después de ver algo tan espantoso cómo lo que presenció mis ojos.
—Pueblo de Slora.—Su voz gruesa infringió miedo—Han olvidados las leyendas que suponen deberían pasar de generación en generación. los ancianos ignoraron las consecuencias que traía el olvidar una leyenda tan importante cómo la existencia de seres cómo nosotros habitando en un grupo de débiles humanos.
Mire a Maison y a mí padre asustada ¿De qué leyenda hablaba? ¿Y ellos no son humanos? No. ya lo había presenciado todos lo hicimos, un humano no puede ser un lobo y volver a ser humano, el es algo fuera de nuestro conocimiento, aquel hombre tiene la mandíbula apretada mientras busca con la mirada a los ancianos que lucen aterrados.
—¿Existe alguno entre ustedes que haya por lo menos sido prudente de contar la leyenda que reina en Slora?
Ninguno contesto y el hombre gruñó—Miserables y estúpidos, aún no entiendo cómo es que ustedes siguen vivos.
—No crei..—intentó hablar uno de los ancianos con temor, un hombre se acercó por detrás del anciano y le cortó la garganta sin compasión, gemidos de miedo se oyeron por el lugar.
Mire temerosa el cuerpo del anciano que conocía cómo Jorge un buen señor que ayuda a los más necesitados, su cuerpo inerte en el suelo con los ojos abiertos y sin vida, sangre saliendo de su garganta, si aquel hombre buscaba darnos terror lo ha hecho.
—Esas son las consecuencias de olvidar una leyenda tan importante.—sentenció—Matenlos.
Una voz gutural e impostada salió de sus labios, sentí la necesidad de bajar la cabeza y encogerme en forma de bola para que nadie notará mi presencia y supe de inmediato que los demás tenían la necesidad de hacer lo mismo. Nadie puede tener una voz tan gruesa y fría cómo el de aquella bestia.
Porque eso era.
Gritos y llantos de niños y mujeres, hombres impotentes abrazando a sus esposas mientras presencian aquel grotesco acto, los niños se escondían negandose a ver cómo los ancianos son ejecutados pidiendo perdón y de los cuales aquel hombre hace oído sordos.
Más cuerpo cayeron al suelo desmembrado, me acerque a Maison y llore con fuerza. No quiero vivir así. no quiero morir. los están matando sin compasión. Le están quitando las familias a sus hijos a sus nietos. ¿No existen bondad en ellos?
Son bestias Rose.
El hombre se dió la vuelta de espalda hacia la luna parecía tenso furioso. temía desatar la irá de una bestia, uno de ellos se atrevió a preguntar sobre la leyenda y uno de esos hombres bestias contó la historia luego del permiso de aquel hombre.
«Cada cuatrocientos años en una luna roja regresa en descendiente de un hombre lycan. uno que es el emperador y protector de Slora. uno que tiene benevolencia con los que no son los suyos a cambió de que cuentan la llegada de un nuevo emperador, si ellos no cumplía esa pequeña condición, el pueblo sería erradicado y solo reinaría el y los suyos»