En los brazos de la bestia

Capitulo treinta y dos

El odio no es eterno, el dolor tampoco lo es, la venganza puede que si, pero si el amor aun yace en sus corazones es posible eliminar cualquier rastro de negatividad.

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Gaius★

 

—¿Ella está bien?—pregunto soltando un suspiro, verla recostada en mi cama descansando pacíficamente me hace sentir relajado.

Apesar de ser un cachorro Liam actúa como un verdadero brujo, sus vista se encuentra concentrados en Rose, la concentración que posee al revisarla, su mano levantando hacia Rose pasándolo por encima de su cuerpo sin necesidad de tocarla demuestra la gran habilidad que posee.

Camino de un lado para otro, Jerome se encuentra inquieto, quiero regresar cuanto antes al salón principal y encargarme yo mismo de Madeleine, Jerome no se controlará con ella por muy hermana nuestra que sea, intentar acabar con la pareja de un Beta rey es un delito grave, e inclusive amenazar a Rose. 

—Sus emociones colapsaron—informó—El hechizo de Runa afecto parte de su estado físico. Es increíble que la Luna halla resistido hasta el final.

—¿Qué quieres decir?

—Las descargas de poderes.—habló, se giró a verme—¿Ella sabe que ser tu pareja conlleva a tener poder a pesar de ser humana?

Niego con la cabeza. 

Estaba esperando un momento indicado para hablarlo con ella.

—Al no avisarle, sus poderes reaccionaron como modo de defensa tanto para ella como para los lobos, sus poderes y la maldición de Runa, generaron un choque entre si, al tener una maldición.

«Los poderes que la diosa Selene le otorgó, comenzaron a eliminar la maldición de Runa, o eso intentaron, ya que ambos son muy fuerte.

—Rose no lo activo por voluntad propia.

—Asi es, ella no lo hizo, debido al pánico que experimento el miedo a perder a su alguien, hizo que estallará y que tanto la maldición como su poder salieran junto con ella.

—Esto no tenía que haber pasado, los poderes de una Luna son leves y no hacen daño.

—Repito Alpha, la maldición ocasionó que ella tuviera un colapso, solo actuó en modo de defensa.—Se acerco a ella con una botella de líquido azul.

—¿Qué vas a hacer?

—Eliminare la maldición.—le abre la boca a Rose, aquel líquido azul se introduce en su boca y poco a poco ella lo traga—Con esto bastará para que la maldición se eliminé de su cuerpo. 

—¿Volverá a la normalidad?

—No lo creo. puedo detectar el cambio en si misma. sus poderes ahora están con ellas, no las activaste tu, la hizo ella. Así que lo único que puedes hacer ahora, es que cuando despierte, le cuentes todo sin excepciones.

Paso mi mano por mi cabeza desordenando mi cabello, suelto un suspiro.

—Quedate con ella Liam.—ordenó al chiquillo que no hace más que rodar los ojos ante la orden que le doy—Ten más respeto por tus mayores Liam.

—Rodar los ojos no es un pecado, Gaius—me sorprende la forma tan educada que tiene de hablar.

Me acerco a Rose, delineo su mejilla y luego sus labios delgados de color rosado, no puedo creer que está humana haga tantos estragos en mi vida y a mi lobo, tomo un mechón de su cabello y lo pego a mi nariz, olfateando aquel agradable aroma a rosas y hogar, una que me pertenece.

Avanzo por los pasillos del palacio, cada lobo que se me encuentro por el camino de inmediato se pega a la pared con la cabeza baja, me conocen muy bien y saben que lo que ocurrirá ahora no será agradable de escuchar.

No demoró mucho en llegar al salón principal. Aquel lugar donde  puedo percibir el aroma a sangre humana, de tantas víctimas que cayeron en las garras de Madeleine, como la sangre del beta, localizo a María se encuentra sentada en una almohada acompañada por Hazel, la expresión pálida de María dice más que cualquiera palabra que salga de su boca, el infierno que debieron vivir en el palacio mientras yo no estaba, Kyle por lo visto volvió a transformarse en lobo, se lame la pata herida y por su posición se que se encuentra alerta a la persona que se encuentra en el medio chillando de dolor.

Madeleine.

No hay necesidad de agarrarla, alguien la está castigando y no hace falta mencionar que es la misma diosa que ha puesto su furia sobre ella, el aullido de Madeleine pone los pelos de punta a cualquiera. 

—Hazel lleva a María a sus aposentos, Kyle marchaste con ella—exijo, camino hacía Madeleine.

Me agachó para ver directamente a los ojos de mi hermana que claman por mi ayuda, el dolor de su cuerpo cesa apenas me ve.

—Gaius...

—¿Así recibes a tu Alpha en su propio palacio?—cuestionó—¿Así tratas a la Luna de esta nación?

—Ella es una humana, la diosa se eq...

—¡Calla tu boca antes de llenarla con blasmefias hacías nuestra Diosa!—vociferó asustandola, se encoge en su lugar temblando—Te mereces el castigo que la diosa Selene te da.

—No...hermano está mal, tu necesitas a una loba fuerte a tu lado, no una humana. ¿Acaso no recuerda que le hizo una humana a nuestros antepasados?

—Callate.—gruñó—No tienes el derecho de hablar, ni siquiera respirar Madeleine, no solo es por la Luna ni su raza, tu has desobedecido a un Beta y lastimaste a una eclipse.

—Son cargos muy importantes y recuerda que tú eres una loba común y corriente.

—¡Soy la hermana de un Alpha pura sangre!—grita molesta en medio del llanto—¡Merecen morir por no respetarme!

—¡Mereces morir por no respetar la jerarquía que impuso la diosa Luna!—la tomo del cabello obligandola a mirarme—recuerda que tú te ganaste a pulso el lugar de una loba común.

—Son accidentes hermanito—susurra con una voz lastimera que no causa efecto en mi—Te pedí perdón.

—Y aún haciéndolo, volviste a lo mismo.—conteste sin tregua alguna—No respetas a ningún lobo.

—Soy tu hermana—se queja buscando abrazarme—Soy tu hermana pequeña ¿Recuerdas? Soy superior a ellos, merezco ser tratada mejor que nadie, mere...



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En el texto hay: drama, amor, dolor decepcion

Editado: 28.10.2023

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