En manos de sirenas

Salimos de las puertas de Uhuruk, la última frontera del reino de los muertos. Habíamos ido hasta ahí para conseguir un valiosa perla negra, ¿por que? Por que somos piratas y lo hacemos todo por oro y riquezas.

-Nos llamaron locos-profirió Burak al cielo alzando su puño-, suicidas y estúpidos. Pero esto, mis compañeros bucaneros, es una promesa digna de los dioses del mar.

Toda la tripulación enloqueció y se arremolino en festejos, bailes, cantos y ron. Mientras el cielo en nuestras cabezas se volvía a su color azul y el mar dejaba atrás su furia y volvía a la serenidad que casi habíamos olvidado. Era la señal que anhelabamos ver, estábamos a salvó ahora.

-No creí sobrevivir-el pinche de cocina había subido a cubierta a ser parte de la celebración, un enclenque de buena sazón-las sirenas son lo más engañoso del mar.

De entre todos los monstruos que vimos, las sirenas eran los peores; sus hermosas caras y cabelleras seductoras en contraste con sus colas y tentáculos.

Hermosas visiones de mujeres de una belleza sin igual.

Bellas ninfas asomando sus cuerpos por la oscura superficie del agua mientras ocultaban a nuestros ojos el monstruo que las completaba. Oculta siempre debajo de las tormentosas olas. Lo peor de todo, podían saltar a alturas inimaginables, tomar a un marino de la cubierta de un barco y hundirlo hasta el fondo del mar, dejando atrás solo el recuerdo del incauto marino.

Pero nosotros, nuestro barco, habíamos logrado lo imposible, volver con vida y sin ninguna baja. Éramos heroes.

-No puedo esperar para volver con mi amada Anastasia-durante todo nuestro viaje había pasado horas y días enteros soñando con volver a su dulce mirada, su larga cabellera azabache y su gracial figura cirquence.

Cuando dejamos el circo, nunca espere terminar en un barco, pero la paga es muy buena y eso es lo que buscábamos; los actos callejeros no te daban para vivir.

-¡CUIDADO A ESTRIBOR!

Una sacudida dejo al barco con peligro de volcarse, eso no era normal en estas aguas. Un tentáculo gigante paso a babor, otro a estribor y un tercero se alzó en la proa y otro en la popa.

¿Habíamos sobrevivido al mar de los muertos para morir por un Kraken que nos siguió a través del portal? ¿Que clase de monstruos habrán pasado por el portal junto con nosotros?

Los tentáculos se abalanzaron sobre el barco uniendo y devorando la madera del barco al igual que parte de la tripulación, otros tuvimos suerte y saltamos al mar donde la muerte seguía acechando.

Ví como varios de mis compañeros eran arrastrados bajo la superficie del agua, las sirenas habían sido atraídas por el olor a sangre. Veía las burbujas subir a la superficie, el aire de sus pulmones era reemplazado por agua salada.

Casi podía verlo, sus almas siendo arrebatadas de sus cuerpos por el demoníaco beso de una sirena.

Intentaba alejar esos seres de mi a como diera lugar; calamares, delfines, tiburones, todas hermosas y letales; una de ellas arrojo tinta de calamar cuando la golpeé con un garrote, entonces la ví.

Una hermosa visión de mi amada Anastasia, esos que me miraban entre la tinta eran sus ojos, sus labios y su forma de mirarme, era ella en todas sus formas. Cegado por la ilusión frente a mi, deje que se acercara ese demonio con el torso que amaba y la aleta de una raya, cuando me di cuenta de mi error era el único sobreviviente y dentro de poco el último en morir.

Con sus suaves manos acarició mi rostro y con sus rojos labios arrancó mi vitalidad alimentando su singular belleza.

Si así se siente morir no entiendo por qué el temor.

Se siente pacífico y calmante.

Como si te quedarás dormido en un campo serenó.

Lo recomiendo ampliamente.

Mueran por el beso de una hermosa sirena.