Prefacio

Hay veces en las que sentimos que tocamos el cielo, creamos momentos que llegan al alma cuando los recuerdas y nos quitan el aliento, hay historias que nos cautivan en un instante, hay amores que valen más de lo que aparentan, que entran en tu corazón y en tu mente y por más que pase el tiempo siguen ahí... 

La vida te da altos y bajos, que no sabes en que momento estarás en caída libre con los sentimientos a flor de piel quemándote a cada segundo o en que momento estarás en el punto más alto disfrutando del momento.

No sabes cuanto durara.

Mi corazón se la pasa latiendo por las emociones, por la adrenalina del día a día, pasa por tanto, las cicatrices que lleva por cada triste recuerdo, por cada despedida, por cada traición, por cada decepción, por los fracasos... 

En el momento menos esperado, cuando comenzaba a creer de nuevo, cuando comenzaba a tener esperanza de un nuevo amanecer más feliz, la vida dio un golpe, de esos de los que es difícil salir, donde crees que todo ha acabado, sentí morir, ya no sabía como seguir sin sentir dolor, las lagrimas caían con tanta tristeza por mi rostro y volvía a recordar.

Tome el boleto de avión que me estaba entregando la mujer rubia que se encontraba detrás de la computadora. Salí de ahí y me dirigí hacia la sala de espera llena de personas esperando su turno para abordar, me senté en una de las sillas que estaban frente al gran ventanal dejando mi maleta y mi pequeña bolsa de mano a un lado. Tome mi teléfono, al encenderlo tenia demasiadas llamadas y mensajes de él y de mis amigos.

¿Cómo es que logras cambiar todo, tus sentimientos, tu vida, todo?

Hay malas jugadas, pero en esta ocasión ganar no estaba de mi parte, a decir verdad, la mayor parte del tiempo estoy perdiendo. Volví a apagar el teléfono, mi hermano llegaría pronto y no quería volver a llorar.

en este momento duele tanto ocultar lo que sientes, las lagrimas amenazan con salir, tener que sonreir para que nadie se de cuenta de que estas sufriendo, tener que salir pretendiendo estar bien, el dolor es tan fuerte, un corazón roto no es nada fácil de superar. Un corazón roto es una historia tan vieja como también lo es el tiempo.

Mantenía la mirada fija en el suelo, observaba los pasos de las personas de un lado a otro, personas felices y otras no tanto al igual que yo.

La mayoría de las personas solemos huir cuando nos sentimos amenazadas. Mientras trataba de no pensar en nada, ni en nadie, mi hermano llego y con él la voz de una mujer a través del altavoz anunciando que debíamos subir al avión.

Tome mis cosas y salimos hacia la pista, cada paso que daba era más pesado y la tristeza me invadía, pero no daría vuelta atrás, aun si no puedo olvidar, tratare de seguir adelante. Subí al avión dejando atrás el pasado y tratando de crear un nuevo comienzo aunque ese sentimiento sea tan fuerte y él siga en mi corazón.