Narrador
Después de aquella siesta reconfortante, Taylor se dispuso a seguir su camino, teniendo la esperanza de que lograría ver a Alejandro de nuevo. Se levantó, sacudiendo el polvo de su vestido azul marino y quitando las hojas que habían caído en su boina del mismo color.
Volteó para ver a aquel árbol que había velado su sueño, pero aquel árbol sonriente ya no estaba, en su lugar había un camino violeta, tan violeta como las uvas del viñedo de su padre.
—¿Hacia dónde voy? ¿Qué camino debo escoger? —Se cuestionó Taylor pensativa viendo ambos caminos.
Hundida en sus pensamientos, Taylor no se percató acerca del animal que se acercaba a ella. Un crujido de ramas sonó, sacando a la chica de sus pensamientos.
Miró a un lado, miró al otro, no había nada, todo se encontraba tan oscuro que era difícil lograr ver algo a la distancia, si no fuera por la luz que emitían aquellos caminos, aquel lugar sería un bosque apagado.
—¡Crack! —Se escuchó de nuevo.
Taylor miraba a toda partes, buscando el origen de aquel ruido que empezaba a aterrarla, sentía como su corazón empezaba a latir más rápido a causa del miedo, su sudor empezaba a hacer acto de presencia y sus alientos agitados delataban su estado mental.
—Señorita, ¿se encuentra bien? —preguntó un niño.
—¡Aaaaah! —gritó por el susto Taylor.
—Shh, no grite por favor —dijo el niño tapándole la boca con sus manos—. Ahora todos están durmiendo, si los levantamos se enojarán y nos correrán del bosque, ¿entiende? —Le preguntó aquel niño a lo cual Taylor asintió haciendo que el niño quitara sus manos.
—Discúlpame, no quería ser una molestia para ti, me presentó, soy Taylor Valentine y es un gusto conocerte, me disculpo si grite antes, lo que pasa es que soy nueva aquí y todo esto es tan nuevo y desconocido a su vez para mi —Se presentó Taylor haciendo una reverencia como, ¿su madre le había enseñado?
—No se preocupe señorita Valentine, me presentó, yo soy Ash Fizz, pero aquí todos me conocen como el gato de Chesgirstz —dijo sonriente el niño.
—¿El gato de Chesgirstz? ¿Por qué te dicen así? —preguntó la Valentine menor.
—Bueno, Chesgirstz es porque así se llama este bosque, que es mi tierra natal, y gato es porque soy un gato, al final solo lo junta todo y soy el gato de Chesgirstz —dijo con una pose orgullosa.
—Así que se llama Chesgirstz, que curioso, espera un minuto, ¿eres un gato? —dijo sorprendida Taylor viendo al niño.
—Si, esta es mi forma humana —dijo posando para la chica, viendo la chica unos bigotes en su cachete y las palmas de la mano que estaban en forma de almohadillas de un gato—. Utilice esta forma ya que pensé que sería raro que un gato hablara, ¿no cree? —preguntó el niño.
—Tienes razón, pero, ¿por qué te acercaste a mí? —preguntó la chica ladeando la cabeza.
—Pues es raro ver a uno de su raza aquí, casi nunca había visto en el bosque a alguien como usted y eso que he visto pájaros cabeza de escuadra, monos cola de chicle, gorilas mano martillo, pero de su raza casi nunca he visto. La mayoría se encuentran en el reino de Lovette, de allí nadie viene para acá, ya que este bosque es peligroso, pero por lo visto usted es diferente, bueno, usted y el chico de pelo blanco de hace rato que vi de camino acá —confesó el niño sentándose en el pasto al igual que Taylor.
—Espera, ¿viste a un chico albino? —preguntó esperanza la joven chica.
—Si, se fue por el camino dorado, una decisión correcta, ya que si se fuera por el violeta se iría a su muerte en el pantano de los buitres, donde uno entra y no vuelve a salir —respondió el pelimorado.
—¿Será que me puedas llevar a donde se dirige? —preguntó.
—Puedo… pero con una condición -respondió el niño—. Quiero que me hagas tu hermano menor —alegó.
—Pero…, ¿tus padres no se molestarán? —mencionó Taylor.
—No, porque no tengo —dijo riendo el niño—. Desde que tengo memoria llegué a este bosque solo, no sé como pero un hombre que vivía en una cabaña cerca de aquí me adoptó, pero hace un año murió y desde entonces estoy solo, por eso quiero una hermana mayor como tu —respondió el chico sin dejar su sonrisa.
—Está bien, es lo mínimo que puedo hacer por ti pequeñín —Se levantó del suelo la chica para luego cargar al niño en sus brazos—. Que alegría tener un hermano como tu —dijo sonriente.
—¡Viva! —Celebró el niño acurrucándose en el pecho de ella.
*Inicio de flashback*
—¡Hermana despierta, despierta por favor! —dijo un niño llorando en un día lluvioso.
*Fin de flashback*
—¿Qué fue eso? —Se preguntó Taylor recordando aquella escena difusa en su mente.
—Hermana, ¿te sucede algo? —preguntó el niño levantando su mirada a la chica.
—Nada, nada, solo recordaba cosas de mi pasado —Le respondió acariciando el pelo del niño—. Por cierto, ¿estás seguro que solo debo caminar por el camino dorado? —preguntó empezando a caminar.
—Si, posiblemente aquel muchacho ira a la ciudad Lovette —dijo el chico volviendo a acurrucarse en el pecho de la chica.
—¿Acaso él ya sabía de este lugar? Aun me pregunto por qué me enfrasco tanto en buscarlo —Se cuestionó Taylor caminando con el niño en brazos por el camino dorado, en búsqueda de aquel chico que tantas preguntas le dejaba y respuestas no encontraba.