En Nombre del Amor

Capítulo 6

Mientras tanto, en la residencia de los demonios, Damon aún no se podía creer que hubiese sido tan estúpido como para haber dejado la maldita puerta abierta.  Y ahora no podía bajar la guardia, ni si quiera por unos segundos, por el temor de que Drake le revelara a los demás que había tenido a un ángel resguardado en su habitación.

Tal vez no a propósito, pero el demonio sabía de sobra que su amigo poseía un nivel de despiste que sobrepasaba los límites, y entre habla y habla, al final podría soltarlo todo.

También estaba el otro problema, el que diablos le sucedía a Angeliel.  Sabía de sobra que algo le estaba sucediendo, algo malo, estaba claro, pero la verdadera pregunta era: ¿el qué?

Damon volvió a la realidad al ver cómo, quien hace unos segundos atrás estaba sentado sobre la cama, se levantó.

-¿Estás bien? ¿Qué sucede? -Preguntó preocupado, el ángel no parecía tener buen aspecto, al contrario, se encontraba más pálido de lo usual, sus ojos bicolor se estaban oscureciendo, y cuando se acercó, notó como algunas plumas de las hermosas alas de Angeliel se habían tornado negras.

El ángel, aunque Damon ya se estaba cuestionando si debería seguir dirigiéndose hacia él de esa forma, le miró sin expresión alguna.  El brillo que caracterizaba sus ojos se había ido por completo, sus ojos parecían dos abismos grises.

Damon, preocupado por él, se acercó cauteloso, temiendo asustar a Angeliel, pero el que terminó siendo sorprendido fue él mismo cuando el ángel, sin aviso alguno, se abalanzó hacia él, acorralándole contra la pared.

El golpe que Damon se dio en la cabeza fue lo suficientemente fuerte como para marearle, y lo suficientemente fuerte como para que los demonios lo escucharan en el primer piso.

Damon alzó la mirada, listo para grítale qué diablos estaba haciendo, pero esa oportunidad fue interrumpida cuando Angeliel le agarró del cuello con una fuerza increíble, y algo surrealista tomando en cuenta que su tamaño y figura dejaban en claro que no poseían de aquella inmensa fuerza.

Un sonido de atraganto salió de su garganta cuando Angeliel ejerció más presión sobre su garganta, impidiendo que el oxígeno llegara libremente hasta sus pulmones.

Solo pasaron unos segundos cuando su vista comenzó a tornarse borrosa y su entorno comenzó a oscurecerse.

Sin embargo, justo cuando Damon pensaba que estaba por perder la conciencia, Angeliel se alejó bruscamente, liberándole en el acto y de este modo, dándole tiempo para que el demonio pudiera tomar una bocanada de aire.

Cuando su agitada respiración se normalizó, levantó la mirada hacia Angeliel. Este se había alejado unos cuantos pasos de él, y le miraba completamente horrorizado.

Las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, y parecían no tener la intención de detenerse. Su cuerpo temblaba intensamente, como si hubiese estado mucho tiempo expuesto al frío. Y finalmente, sus ojos habían vueltos a la normalidad. Totalmente expresivos.

Damon suspiró, aliviado de que Angeliel hubiese vuelto, sin embargo, él sabía perfectamente que aquello no era un comportamiento normal. Parecía como si algo le estuviera poseyendo. Algo estaba manipulando al ángel.

La pregunta era: ¿Cómo podía ayudarle? No sabía exactamente lo que le sucedía. Era como buscar un antídoto para una enfermedad que no conocía. Y aquello parecía simplemente imposible.

Se acercó al ángel y le abrazó, dejando que este llorara contra su pecho mientras repetía una y otra vez "Lo siento" entre sollozos.

La puerta de la habitación se abrió, lo cual hizo que Damon mirara la dirección en la que se encontraba. Se trataba de Drake.

El demonio se extrañó por la escena, y le preguntó a Damon con la mirada qué diablos había sucedido allí.

-No sé qué ha pasado, pero deberían ser más silenciosos.- Dijo al no recibir respuesta alguna por parte de su amigo, solo una mirada asesina. -Su escándalo se ha escuchado desde abajo.- Angeliel se separó del demonio para poder mirar al recién llegado. De esta forma Drake pudo ver con claridad, cómo una buena cantidad de las plumas del ángel se encontraban de color negras.  -Joder...-

Damon intensificó su mirada asesina, no pudiendo creer lo poco sensible que era su amigo.

-Un ángel caído.- Susurró. Damon se sorprendió por aquella declaración.

-¿Sabes que le sucede?- Preguntó con una voz más alta de lo que hubiese deseado.

-Bueno, no sé exactamente, pero es muy parecido a una leyenda que me contaron. Parece un ángel caído, al parecer son entidades muy extrañas de encontrar.- Contó. -Muchos piensan que actualmente no existe ninguno, pero otros creen que unos se esconden en el mundo humano.-

-¿Por qué se esconderían?- Preguntó el ángel temeroso. No tenía ni idea de lo que era un ángel caído, pero definitivamente no sonaba bien.

-Dicen que son muy poderosos, incluso más que los propios ángeles, pero son incapaces de controlarlo, por lo que son un riesgo más grande que un demonio. Si llegara aparecer uno, los ángeles le darían caza.-

Angeliel sintió cómo la sangre se le helaba. No tenía pruebas de si lo que estaba diciendo Drake fuera cierto. En su tiempo en el cielo, jamás había escuchado de los líderes matando criaturas. Sin embargo, tampoco sabía de la existencia de los ángeles caídos, por lo que mucho conocimiento del tema, no tenía.

-¿Existe una manera de impedir la transformación?- Preguntó el ángel. Drake se encogió de hombros.

-No lo sé, pero hay rumores de que uno de ellos logró escapar de los ángeles del todo, y yace escondido en las ruinas de un castillo legendario.- Contó. -Claro, casi nadie cree que sea cierto, sin embargo, si es que lo es, tal vez podrías pedirle ayuda.-

-¿Un castillo? ¿Y dónde se supone qué hay que buscarlo?- Preguntó Damon, aquella historia le parecía un simple cuento de hadas. Uno retorcido.

-Ese es el problema.- Le respondió Drake. -Las ruinas sólo las puede hallar un humano.-



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En el texto hay: angeles, demonios, romancegay

Editado: 27.09.2019

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