Verónica se puso de pie con una radiante sonrisa en su rostro. Ella había ganado el premio a la mejor actriz principal en una película; todos los presentes aplaudían con emoción, pues ella era realmente amada por sus espectadores.
Verónica era la expresión más viva de la pureza, la persona más inocente y amorosa que jamás había llegado a pisar la tierra, ella era un reflejo de la bondad más grande que cualquiera podría experimentar en su vida de una manera tangible.
Maven, su coprotagonista, se puso de pie al lado de ella mientras aplaudía y la estrechaba en un cálido abrazo. Ambos fueron amigos cercanos desde hace tres años, la primera ocasión que lograron compartir la gran pantalla. Desde ese instante hubo una conexión que no podía ser negada por ninguno, incluso sus fanáticos comenzaron a hacer suposiciones de una relación secreta entre ambas estrellas.
Los pasos firmes y emocionados de Verónica la llevaron hasta el frente, sitio en el que se dedicó a dar su preparado discurso en el que le agradece a cada una de las personas que estuvieron brindándole su apoyo. Su mirada no podía despegarse de Maven, quien no dejaba de mirarla con orgullo.
Ese pequeño momento no sería ignorado por los paparazzi e incluso el resto de chicas que estaban obsesionadas con el actor.
Era el momento perfecto, lo mejor que le podría haber pasado a Verónica en su vida, pero todo estaba a punto de cambiar, pues, con lentitud, se estaba haciendo consciente de los sentimientos que estaba desarrollando por Maven.
Por otro lado, era la nueva película que ambos protagonizarán la que le llenaba de nervios, pues, eso significaba que estaría demasiado cerca del hombre que tenía la capacidad de hacerle temer que su corazón se escapara de su pecho en algún momento.
Verónica se estaba haciendo a la idea de que él no tenía ninguna clase de sentimientos por la joven; aun así, eso no significaba que no deseara, por lo menos, intentar confesarle lo que ella sentía. Solo que, cada que lo intentaba, algo los interrumpía.
••• Con Liam •••
—¡Ganó! —exclamó saltando de la emoción en su sofá. —¡Verónica ganó! ¡Sabía que lo haría! —su emoción no podía pasar desapercibida incluso de su distraída hermana menor.
Ella lo estaba observando con detenimiento mientras sentía que la vergüenza la estaba carcomiendo. Su hermano tenía la capacidad de avergonzarla, incluso cuando ambos estaban solos.
—¿Podrías dejar de hacer un escándalo de esa magnitud, Liam? Los vecinos van a escucharte y, no quiero tener que disculparme en tu nombre otra vez —se quejó la menor cruzándose de brazos dando una mirada desaprobatoria.
—Lo siento hermanita, pero ¡Verónica ganó! —al parecer, eso era lo único que le importaba al joven.
Que su Verónica hubiera ganado el premio mayor. Para él no había una persona más merecedora de aquel reconocimiento, y era que había escuchado de las múltiples donaciones que ella había hecho en secreto y que se filtraron a los medios por esas mismas organizaciones.
—Deja esa obsesión por ella, por favor ¡Jamás vas a conocerla!, y si llegaras a verla, dudo mucho que te dirija una sola palabra. Es demasiado ridículo —renegó la chica recordando los miles de discusiones que había tenido con este.
—Luna, no importa cuando lo intente… simplemente no puedo no amarla ¿Entiendes? ¡Ella es la mujer de mi vida! —exclamó en un tono lleno de satisfacción.
—Bien dicho, de «tu vida» porque, en la de ella, no existes —sentenció la joven lanzando un último ataque desapareciendo de la vista de su hermano.
—Auch, eso dolió.
Liam sabía que era imposible que su amor platónico se fijara en él, pero lo menos que podía hacer era intentar conocerla y decirle lo especial que había sido para él, por lo menos, ella tenía el derecho a saber que era la única razón por la que el joven continuaba viviendo.
Ella era la única razón por la que había decidido luchar por su vida y despertar de aquel largo tiempo de «sueño». A pesar de los difíciles diagnósticos y expectativas de vida que daban los médicos, Liam superó todas esas dificultades gracias a la melodiosa voz de Verónica, gracias a las heces en las que sus personajes lograban sobrevivir a los más crueles infiernos.
A pesar de que todo se hubiera tratado de un guion elaborado; el dolor y melancolía en la actuación de Verónica se sentían como si fueran reales.
••• Unos días después •••
El comienzo del rodaje de la nueva película había llegado, el más emocionado con todo eso era Liam, quien logró adentrarse al set de grabación trabajando como uno de los encargados de la limpieza.
Si bien era un trabajo que a Liam no le gustaba en absoluto, era lo único que podía hacer para conocer a Verónica cara a cara, al final de cuentas, por ella todo valdría la pena.
La voz de su hermana hacía eco con la misma frase en su cabeza: «Ella tiene una clara relación con Maven» idea que era inaceptable para el joven, no solo porque no se hubiera oficializado nada, sino, porque él se negaba rotundamente a que ella amara a alguien con ese carácter.
En medio de las grabaciones el joven se centró en su trabajo, estaba siendo un trabajador dedicado para no perder el empleo de su vida… Bueno, lavar baños no era su trabajo soñado, pero si ese empleo lo acercaba a Verónica, valdría la pena.
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Editado: 03.07.2023