—Trae un poco de agua, por favor —pidió Verónica al comprobar que el joven no reaccionaba por más que lo abofeteara.
Ese fue el momento en que Maven venció todo el contenido de un florero sobre el rostro de Liam. La mirada desaprobatoria de la joven actriz fue suficiente para demostrar su descontento frente a las acciones de su pareja, lo cual, al instante de comprenderlo, él decidió excusarse con que fue lo primero que se le atravesó.
No pasó mucho tiempo y Liam estaba tosiendo como loco, sentía que sus pulmones estaban inundados de agua, pero no comprendía la razón por la que sentía un aroma y sabor tan desagradables. Toda esa sensación desapareció al ver a Verónica muy cerca de él, de hecho, estaba dándole pequeños golpes en su espalda para que pudiera sacar toda el agua del florero que había tragado.
—¿Se encuentra bien? —indagó la joven con un poco de preocupación, tenía miedo que todo eso llegara a los medios y Maven la pasara mal; eso no significaba que ella estuviera de acuerdo con sus acciones, sino que, él era la persona que más le importaba en el mundo.
—Sí, gracias… solo venía a dejar unas cosas y, todo esto pasó como un trueno. Debo irme.
No añadió más, simplemente salió corriendo del lugar, él, además de estar nervioso, se encontraba apenado por lo mal de su aspecto luego de haber llorado como si fuera Magdalena. Esa no era la impresión que le quería dar a Verónica, a su amor platónico.
Tanto ella como Maven se quedaron mirándolo a lo lejos, ese había sido un momento extraño que esperaban que no volviera a repetirse.
—Parece que estás siendo muy amable con el nuevo —dijo Maven con un tono de humor que buscaba ocultar por todos los medios sus verdaderas emociones, estaba molesto por el simple hecho de que la atención de Verónica se hubiera centrado en él en ese preciso momento.
Ella debería haber estado al tanto de su novio, no de alguien más.
—Tú fuiste muy maleducado, Maven. No podríamos dejar que rumores dañen tu reputación, ¿no es así?
Verónica conocía de mejor manera qué cosas eran las que ocupaban el primer lugar en la lista de prioridades de Maven, además de ella ser uno de estos, la fama y gloria estaban en segundo puesto.
Ella era consciente de lo difícil que había sido el pasado de Maven, ella había estado ahí durante uno de los momentos más bajos de este, por lo que, no se permitiría que estos regresaran a él, al final de cuentas, él era la persona con al que ella deseaba pasar el resto de sus días.
—Hoy cumplimos tres meses de relación —dijo Maven intentando cambiar un poco el tema de conversación. No deseaba afectar su relación con Verónica, ni mucho menos tener una discusión en un día tan especial como ese.
Maven tomó la mano de su pareja entre las suyas, su mirada estaba fija sobre sus ojos, no deseaba que nada ni nadie se interpusiera en los suyo, quería asegurar el amor y devoción de Verónica para sí mismo, sin que nadie más tuviera chance de arrebatarlo.
—Esta noche, tú y yo… una cena especial, que jamás olvidarás —añadió por segunda vez besando el dorso de sus manos.
—Maven… —susurró Verónica observando a todos lados —alguien va a vernos así y comenzarán los rumores, dijiste que no querías que nadie supiera de lo nuestro. Al menos hasta que sea el momento adecuado para hacerlo.
—Está bien —expuso a regañadientes, soltó las manos de su pareja.
La tarde estaba bien adentrada y cada uno estaba yendo de regreso a sus casas, a excepción de Maven, quién se dedicó a seguir a Liam. Quería saber más de él, más de lo que él pensaba de Verónica, y de esa manera tomaría una decisión respecto a qué era lo mejor que se haría en caso de que estuviera dispuesto a hacer algún movimiento.
Al final de cuentas «ninguno» sabía qué tipo de relación existía entre esa querida pareja.
Liam llegó a lo que parecía ser un jardín, en ese punto comenzó a ver a todos lados para asegurarse de que nadie lo estuviera observando. La llamada de Luna, su hermana, lo hizo distraer al punto de no notar la presencia de su rival en el amor.
En medio de esta, él le contaba lo que había sucedido en el día, todo menos el detalle de haberse escabullido a los camerinos, sabía que si esa información se llegaba a filtrar, lo metería en grandes aprietos.
Los dientes de Maven crujían, no podía soportar la idea de que alguien más estuviera enamorado de su Verónica; si bien ella era la «mujer perfecta» ella tenía una persona a la cual amar y él, no permitiría que nadie se le acercara.
En la tarde había dado con el número de contacto de Liam, así que, con solo un mensaje, había asegurado su presencia en la cena que Maven y Verónica tendrían por su aniversario. Eso sí, en ningún momento se dijo que se trataba de Maven.
• • •
—Estás despampanante —afirmó Maven recorriendo el cuerpo de su querida novia de pies a cabeza. Una sonrisa gigantesca se había posado en sus labios y muy seguramente esta la llevaría toda la noche.
Sería la noche más especial de todas, no solo por ser su tercer mes juntos, sino, porque lograría librarse de Liam. Después de todo, no compartiría el amor de Verónica con nadie.
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Editado: 03.07.2023