Ya había pasado dos meses desde que inicie mi relación con Kristhy, una relación que, a pesar de los esfuerzos de ambos por hacerla fluir más, parecía haberse estancado en la parte amical, más que sentimental, pues a pesar de ser novios, y de que frente a las personas que no nos conocían de verdad pareciera que todo iba bien en nuestra relación, pues nuestra química era bastante buena, ello no era así, ambos sabíamos perfectamente que ello no era así. Si bien yo quería mucho a Kristhy, estaba conciente que no podía llegar amarla por más que me esforzaba para tratar de demostrarle mi supuesto amor, y ella, aunque no me lo dijera, yo intuía que ya se había dado cuenta de que todos sus esfuerzos por hacer de que yo la vea más que como a una amiga especial, no estaban dando frutos, a pesar de ellos los dos seguíamos juntos, fingiendo ser lo que bien sabíamos no éramos, dos enamorados, que eran solo amigos, buenos amigos, si, solo ello, Kristhy era una excelente amiga, eso lo sabía muy bien, desde que me conoció y supo sobre mi vicio y problema de temperamento me dio su apoyo para poder afrontarlo y tratar de controlarlo con ayuda de las terapias. Ella era ello mi amiga, una amiga especial, una amiga a la que quería mucho, pero me costaba decírselo, después de todo el tenerla a mi lado tratando de sacar una relación que no sabía si podría concretarse, era lo mejor para mí en ese momento, ya que nadie me apoyaba más que ella. Sé que es egoísta aferrarme a una relación donde solo hay amor de una parte, y que esa parte yo este conciente que no era yo, sin embargo, estaba conciente que con nadie más podría poder sostener una relación, así solo esta, este, basada en cariño y amistad.
Pero ello era mi manera de ver mi relación con Kristhy, pero ella tenía otra manera de ver nuestra relación y ella pues me lo haría saber, pues si algo la caracterizaba era su franqueza, y ese día tras el termino de clases en la universidad ella me la haría conocer.
—Valentino — escuche, mientras el maestro salía del aula.
—Dime Kristhy — pronuncie, mientras Dylan nos observaba.
—Necesito decirte algo — agrego ella.
—Bien, vamos al cafetín, ¿o a dónde gustes? — respondí.
—Vamos a otro lugar, yo te indico — contesto ella.
—Hasta mañana — escuche.
—Hasta mañana amigo — dije, luego de ello posé mi mirada en Kristhy.
—Nosotros también vámonos — pronunció ella.
Tal cual lo acordado, Kristhy y yo caminamos hacia mi auto, durante el trayecto, como desde que nos conocimos hablamos de lo que nos aconteció en el día, una vez que abordamos mi auto, Kristhy me indico el camino a seguir y yo solo seguí sus indicaciones.
Después de varios minutos de camino, ella me pidió que detuviera mi auto frente a un parque, la verdad, nunca había notado el mismo, y eso que no era la primera vez que pasaba por ese camino. El parque era pequeño, pero bastante acogedor, contaba con algunas banquetas bajo los árboles, bastantes separadas una de las otras, lo suficientemente separadas como para tener una plática tranquila.
—Es el “Parque de la libertad” — pronunció Kristhy.
—¿Qué? — respondí.
—El parque se llama “Libertad” — dijo ella sonriendo.
—No me había dado cuenta del mismo, y eso que casi todos los días paso por esta ruta — agrego Valentino.
—Es que eres un tanto distraído — contesto Kristhy, mientras abría la puerta de mi auto.
—¿Distraído? — dije bajando también del auto.
—Sí, no te das cuenta mucho de lo que pasa a tu alrededor, por estar solo pensando en lo que te pasa a ti — respondió ella, mientras empezaba a caminar.
—Me estas llamando egocéntrico — dije, siguiéndola.
—Claro que no, aunque si tienes un poco de ello — contesto Kristhy mientras caminaba hacia una de las banquetas del lugar.
Tras algunos segundos ambos detuvimos nuestro caminar junto a una banqueta, la cual estaba bajo un frondoso árbol, Kristhy tomo asiento, y yo lo hice segundos después.
—Sucede algo Kristhy, ¿por qué hablar en un parque?, pudimos ir a un restaurante — dije.
—Es que este parque es perfecto para lo que tengo que decirte — respondió Kristhy.
—Me estás preocupando Kristhy — dije.
—No tienes por qué preocuparte, lo que te diré es algo bueno para los dos — agrego ella, haciendo una pausa para decir — Creo que debemos terminar.
—¿Qué? — respondí poniéndome de pie.
—Es lo mejor para los dos, lo estuve pensando mucho, y llegue a la conclusión de que no veo ningún avance en nuestra relación, por más esfuerzos que yo haga, tú solo me sigues viendo como a tu amiga, aunque me presentes ante los demás como tu novia — contesto Kristhy.
—No digas eso, yo…— decía.
—No te preocupes, no te estoy reprochando nada, tú fuiste sincero conmigo y yo decidí seguir con lo nuestro aun sabiendo que no me amabas, que amabas a otra, a otra a la que nunca podrás dejar de amar— acotó ella.