Escena 1: El Hospital
El hospital estaba lleno de un caos controlado. Harry Potter, ahora un joven médico, corría por los pasillos, asistiendo a los pacientes. Los rumores sobre un virus misterioso habían estado circulando, pero nadie sabía si era real o solo una exageración de los medios.
Harry acababa de terminar su turno de noche y se estaba cambiando en la sala de descanso cuando su colega, Hermione, entró con una expresión preocupada.
Hermione: Harry, ¿has escuchado las noticias?
Harry: Solo los rumores habituales. ¿Por qué?
Hermione: Hay reportes de personas actuando de manera extraña en la ciudad. Algunos dicen que es un nuevo tipo de rabia.
Harry: ¿Rabia? Eso suena grave. ¿El hospital está preparado para algo así?
Hermione: No lo sé, pero están llamando a más personal. Puede que tengamos que quedarnos un poco más hoy.
Harry asintió, sintiendo una ligera inquietud. Se dirigió hacia la sala de emergencias para ver si necesitaban ayuda adicional. Mientras caminaba por el pasillo, no pudo evitar recordar su vida cuando estudiaba en Hogwarts,y cómo había cambiado desde entonces. Sus pensamientos se interrumpieron cuando vio a un hombre siendo traído en una camilla, luchando contra los paramédicos.
Paramédico: ¡Necesitamos ayuda aquí! Este hombre atacó a varias personas en la calle. Está fuera de control.
Harry: ¿Lo sedaron?
Paramédico: Sí, pero parece inmune. No reacciona a nada.
Harry se acercó para ayudar a inmovilizar al hombre. Mientras lo hacía, notó las marcas de mordeduras en sus brazos y cuello. Una sensación de alarma se encendió en su mente.
Harry: Esto no es normal......
...
....
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Escena 2: La Vida de Draco
Draco Malfoy estaba en su elegante apartamento en Londres, mirando por la ventana la ciudad que una vez conoció. Desde que había dejado Hogwarts, había tratado de adaptarse a estar en el mundo muggle, pero siempre había una sensación de vacío. Trabajaba como consultor en una firma de arquitectura, pero sus días eran monótonos y solitarios.
Esa mañana, Draco estaba preparando su café cuando recibió un mensaje de su madre.
Narcissa (mensaje de texto): Draco, he escuchado cosas preocupantes en las noticias. ¿Estás bien?
Draco (mensaje de texto): Estoy bien, madre. Solo rumores. No te preocupes.
Draco dejó su teléfono y se dirigió a su oficina. Al llegar, notó que había menos personas de lo habitual y un ambiente de nerviosismo en el aire.
Pansy: Draco, ¿has oído hablar de la gente enferma? Dicen que podría ser algo serio.
Draco: He escuchado algunas cosas, pero no me preocupa. Probablemente sea una exageración.
Sin embargo, a medida que avanzaba el día, los rumores se volvieron más persistentes, y Draco comenzó a sentir una inquietud creciente. Durante una reunión, uno de sus colegas entró corriendo, pálido y agitado.
Compañero: ¡Han cerrado varias calles! La policía está evacuando edificios. Dicen que hay ataques por toda la ciudad.
Draco intercambió miradas con sus compañeros de trabajo (Pansy Parkinson, y otros mas). La incertidumbre se apoderó de la oficina y, sin pensarlo dos veces, Draco decidió que era mejor irse a casa. Mientras caminaba hacia la estación de tren, escuchó sirenas y vio ambulancias por doquier. En la estación, los pasajeros murmuraban sobre noticias escalofriantes: reportes de personas comportándose de manera agresiva y ataques en varias partes de la ciudad.
Encuentro en la Estación de Tren
Esa noche, Harry decidió que era hora de irse a casa después de un largo turno. Caminaba hacia la estación de tren, reflexionando sobre los eventos del día. La estación estaba casi desierta, una extraña sensación de tranquilidad antes de la tormenta.
Mientras esperaba el tren, vio a una figura familiar acercándose. Draco Malfoy, con la misma arrogancia que siempre había tenido, pero con una mirada de preocupación en sus ojos.
Harry: ¿Malfoy?
Draco: Potter. ¿Qué estás haciendo aquí?
Harry: Tratando de volver a casa después de un turno agotador. ¿Y tú?
Draco: Lo mismo. La ciudad está más extraña de lo habitual hoy.
De repente, ambos escucharon un grito distante. Una mujer corría por el andén, pidiendo ayuda. Tenía heridas visibles y parecía aterrorizada.
Mujer: ¡Ayuda! ¡Por favor, alguien ayúdeme!
Harry y Draco intercambiaron una mirada rápida y corrieron hacia la mujer. Al acercarse, notaron que algo estaba terriblemente mal. Sus heridas parecían mordeduras, y sus ojos tenían una mirada perdida.
Harry: ¿Qué te ha pasado?
Mujer: Ellos... ellos me atacaron. No sé qué son... por favor, ayúdame.
Harry y Draco la llevaron a un banco cercano. Harry trató de calmarla mientras Draco mantenía la vigilancia. La estación, que había sido un refugio de tranquilidad, ahora parecía un lugar lleno de amenazas invisibles.
Draco: Esto no tiene sentido. ¿Quién podría hacer esto?
Harry: No lo sé, pero tenemos que llevarla a un lugar seguro. No podemos quedarnos aquí.
De repente, se escucharon ruidos de pasos rápidos y gruñidos. Harry y Draco giraron para ver un grupo de personas tambaleándose hacia ellos, con movimientos erráticos y ojos vidriosos.
Draco: ¡Tenemos que movernos, ahora!
Harry: ¡Rápido, hacia el tren!
Los tres corrieron hacia un tren abandonado, con los zombies acercándose rápidamente. Subieron al tren y cerraron la puerta justo a tiempo.
Harry: ¿Qué demonios está pasando?
Editado: 04.10.2025