El grupo de búsqueda había logrado encontrar un viejo vehículo en un depósito cercano, que con algo de trabajo y piezas de repuesto, pudieron poner en marcha. Este vehículo sería su medio de transporte para salir en busca de suministros.
Mientras el grupo de búsqueda avanzaba por las calles desiertas, se encontraron con algo completamente inesperado. En un edificio en ruinas, tropezaron con una nueva especie de zombies. Estos eran diferentes: se movían más rápido y eran extremadamente sensibles al sonido.
Luna: "¡Cuidado con el ruido! Estos zombies reaccionan a cualquier sonido." (susurró, su voz cargada de preocupación).
Regulus, con una mirada seria, tomó la delantera, guiando al grupo con cautela. Un ruido repentino, el crujido de una botella rota, desencadenó el caos. Los zombies se abalanzaron sobre ellos con una rapidez aterradora.
Regulus: "¡Corran! No podemos enfrentarlos aquí."
El grupo corrió de vuelta a la mansión en el vehículo, su corazón latiendo frenéticamente. Al llegar, interrumpieron la calma tensa que reinaba en la casa.
Luna: "¡Tenemos que irnos ahora! ¡Vienen zombies más rápidos y están en camino!"
Draco y Harry se encontraron en la cocina, sus ojos reflejando la urgencia de la situación. Sin decir una palabra, comenzaron a empacar lo esencial mientras los demás se preparaban para evacuar.
Harry: "¿Dónde está Liz?" (preguntó, su voz llena de preocupación).
Cho: "Está en su habitación con Thomas. Vamos a sacarlos de aquí."
El pánico se apoderó de todos. Draco y Harry intercambiaron una última mirada antes de subir corriendo las escaleras. Liz, débil pero consciente, fue cargada por Draco mientras Harry tomaba a Thomas de la mano.
Tom: "¡Todos al vehículo! No tenemos mucho tiempo."
El vehículo, estacionado cerca de la mansión, era una camioneta robusta que había sido encontrada y arreglada por el grupo. Liz y Thomas fueron colocados en el vehículo, y el grupo arrancó a toda velocidad. Los zombies ya estaban en el perímetro de la mansión, sus gruñidos y pasos rápidos resonando ominosamente.
Regulus: "¡No podemos seguir así! Necesitamos un nuevo refugio."
Con el vehículo en marcha, dejaron atrás la mansión y se dirigieron hacia un antiguo complejo industrial. El lugar, aunque parcialmente destruido, ofrecía más seguridad que la mansión. Había varias estructuras intactas que podrían servir como refugio y un área de almacén para los suministros.
Tom: "Aquí estaremos mejor por ahora. Tenemos que reorganizarnos y asegurarnos de que estos nuevos zombies no nos encuentren."
Mientras se instalaban en el nuevo refugio, la tensión entre Draco y Harry continuaba. Ambos sabían que tenían que hablar, pero el momento aún no era el adecuado. Luna, Cho, Astoria, Daphne y los demás trabajaron juntos para asegurar el lugar, mientras Draco y Harry se dedicaban a cuidar de Liz y Thomas.
La noche cayó, y aunque el peligro inmediato había pasado, todos sabían que la amenaza estaba lejos de desaparecer. Draco y Harry, cada uno lidiando con sus propios demonios, entendieron que la única forma de sobrevivir era mantenerse unidos, a pesar de las diferencias y el dolor.
El sol comenzaba a asomar en el horizonte, iluminando un nuevo día en el que la huida de los zombies continuaba sin rumbo fijo. El grupo había estado conduciendo durante horas, alejándose lo más posible de la amenaza de los nuevos y veloces zombies. El vehículo, aunque robusto, había hecho sentir a todos el peso de la tensión y el miedo durante el trayecto.
Luna: "Necesitamos parar a repostar. No podemos seguir sin combustible."
El grupo detuvo el vehículo en una antigua estación de servicio al borde de una carretera desierta. La estación parecía haber sido abandonada hace mucho tiempo, pero las bombas de gasolina aún estaban en pie. Tom y Regulus se encargaron de llenar el tanque mientras los demás se dispersaron para hacer una rápida revisión y descanso.
Liz y Thomas, aún afectados por el reciente caos, encontraron un momento de distracción cuando un par de pájaros comenzaron a cantar cerca de un pequeño bosque al lado de la estación de servicio. Los niños, fascinados por los sonidos y los movimientos, se adentraron en el bosque en busca de los pájaros.
Thomas: "¡Mira esos pájaros! Son tan bonitos."
Liz: "¡Sí, vamos a ver si podemos acercarnos más!"
Mientras los niños seguían a los pájaros, alejándose cada vez más del área donde el grupo estaba estacionado, Draco decidió ir tras ellos para asegurarse de que estuvieran seguros. El bosque, aunque pequeño, se tornó en un laberinto de árboles y arbustos, y Draco pronto se dio cuenta de que los niños habían ido más lejos de lo que había imaginado.
Draco: "¡Liz! ¡Thomas! ¡Vengan!"
Pero los pájaros seguían atrayendo a los niños, quienes no se dieron cuenta de la distancia que habían recorrido. La voz de Draco se perdió entre el canto de los pájaros y el susurro de las hojas. Draco se adentró más en el bosque, intentando encontrar a los niños, pero el terreno se volvía cada vez más denso y complicado.
Draco: (pensando) "¿Dónde se han metido estos niños?"
El bosque parecía interminable, y el sol, que antes había sido una luz reconfortante, ahora se sentía como una fuente de confusión. La desesperación creció en Draco cuando se dio cuenta de que no podía ver la estación de servicio desde donde estaba. La distancia entre él y el vehículo se amplió mientras buscaba sin descanso.
Mientras tanto, Liz y Thomas, completamente absortos en el mundo de los pájaros, finalmente se detuvieron al llegar a un claro. Sin darse cuenta de que estaban perdidos, se sentaron en el suelo, observando cómo los pájaros volaban alrededor.
Editado: 26.11.2025