⁕CAPÍTULO 03: OLIVE

❊Olive.

«一Disfruta ahora que eres joven.»

Sí, bueno, eso no me había ayudado mucho, ahora tenía un problema alias, el corazón roto y no solamente por un hombre.

¿Dónde estaban aquellos que me alentaban a salir, a tomar, a romper las reglas? Todo porque la vida es solo una. Ahora mismo a mi lado solo estaba el problema, el causante, la directora y mi madre furiosa.

一¡¿En qué estabas pensando?! Te advertí que te tenías que alejar de él y mira en donde estamos.

Esa fueron sus palabras desde el momento en que llego al instituto, pero de seguro quieren saber qué paso y como termine aquí.

Bueno, a él lo conocí en mi primer año de instituto, pero no fue hasta hace unos meses cuando todo empezó.

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Pensé que sería un día normal, otra igual a los demás, pero aquí estaba siguiendo a mis amigas a donde no deberíamos ir, pero ellas habían ignorado mis palabras.

Generalmente, las cosas eran así, ellas hablaban, yo escuchaba y pocas veces mis palabras contaban para ellas. ¿Por qué seguía aquí?

一Vamos a meternos en problemas, si llegan a atraparnos…

一Nadie va a enterarse de esto, no seas tan miedosa y disfruta.

Ahh, mirando hacia atrás, mis amigas no eran las mejores, pero seguía callando y siguiéndolas en silencio.

一Santiago me dijo que quería verte y hablar contigo.

Santiago, un chico bastante guapo, pero hubo un detalle que pase por alto o no sé si en realidad decidí ignorarlo por completo. El chico era todo un misterio cuando los fines de semana llegaban.

一¿Te dijo que quería? 一a lo lejos se empezó a vislumbrar una linterna y el contorno de alguno de los chicos del pabellón en el que estábamos.

Estudiar en un instituto donde solo salimos los fines de semana, a mi madre le pareció buena idea, a mí también. Había visto miles de películas en donde los protagonistas encontraban el amor para toda la vida, pero yo solo me había topado con puros mujeriego.

Aquella noche fue la primera vez en la que hable por mucho tiempo con él y también fue la primera vez que lo bese, luego le siguieron otras y otras ocasiones en las que seguía a mis amigas escondidas, en donde llegábamos tarde a clases todo por la esperanza de verlo a él.

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