⁕CAPÍTULO 04: FALSO AMOR

✻Olive

A mi madre le llego el rumor de que estaba con alguien y sin saber cómo, también supo quién era. Para mi desgracia o eso pensaba en aquel entonces, él no le gustaba para mí y mucho menos su familia. Me había prohibido verlo. ¿Saben qué hice? Se lo conté a mis amigas y ellas me apoyaban con verlo a escondidas. Lindo, ¿no?.

一Seremos más cuidados, nadie nos verá.

一San, no puedo seguir con esto 一empezaba a sentirme observada en cada momento.

Creí que lo amaba, lo creí tanto que empecé a romper las reglas para verlo, los fines de semana me escapaba de casa solo para irme con él y aunque mi madre no me decía nada, estaba segura de que estaba empezando a notar mis salidas a escondidas.

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En menos de un mes, mis errores me explotaron en la cara.

Una noche, mientras nevaba, estábamos a solas en su cuarto, mis amigas habían acabado con todas mis preocupaciones y cedi a verlo a solas, pero una de las superiores del instituto nos encontró.

Prometo que nunca había querido desaparecer como en ese momento, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento.

Mi madre llegó a plena luz del día, estaba enojada, furiosa. No me había pegado una cachetada solo porque no estábamos a solas.

一¡¿En qué estabas pensando?! Te advertí que te tenías que alejar de él y mira lo que haces.

Dicen que en los malos momentos es donde conoces a tus amigos, ese día entendí que yo no tenía ninguno.

Ninguna de aquellas chicas había venido a ver que tal estaba o al menos ninguna hizo el intento para verme.

Santiago no me hablo jamás después de ese día；terminamos expulsados por una semana. Tiempo después, me enteré de que mientras teníamos lo que sea que tuviésemos, él estaba con alguien más, no la conocí, pues era alguien que él veía los fines de semana.

Al final me alejé de todas las personas con las que me juntaba en el instituto, me volví reservada y desconfiada con todos. Lo que había pasado me hizo darme cuneta de que no podía llamar amigo a cualquiera y en medio de esa soledad entendí que no necesitaba a otras personas para ser feliz.

Aprendí a no seguir todos los consejos que me llegan, pues no todos serán bien intencionados. Aprendí amar mi soledad antes que la compañía de alguien más.

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