EMMETT
Estaba en mi casa junto a mi padre Gerard, hablábamos de mis estudios, yo me había recién graduado y tenía que decidir a qué universidad pública debía ir.
— hijo, yo podría trabajar más duro en la carpintería, tú puedes venir conmigo y hacer algunos trabajos, eso te ayudará, quiero que asistas a una buena universidad— dijo mi padre preocupado con una mano en mi hombro.
— tranquilo viejo, sabes que una pública no estária mal— le asegure.
Mi padre era la clase de persona que pensaba por sus hijos antes que el, siempre trabajaba fuertemente en la carpintería de mis abuelos para llevar comida digna a nuestro humilde hogar, yo por mi lado hacia trabajos particular y me gustaba reunir o ayudar en la casa.
— venga viejo, descuida, tampoco es que quiero alejarme de ustedes— le sonrie— no se van a deshacer de mi tan fácil.
—que mal, yo que quería quedarme con tu consola— grito mi hermano rodrick desde la cocina.
—¡Ni de coña royi!— le solté— el día que me muera me llevo mi consola, no mereces tal reliquia.
Tocaron la puerta y al abrirla era marcos, mi mejor amigo de toda la vida, junto a su prima, Jane, una morena simpática.
— epa compi, hola señor Gerard, royi ¿Que hubo?— nos saludo a todos como un presidente, marcos cada vez que llegaba a mi casa era como un integrante más de la familia, nosotros lo extrañabamos mucho, había pasado largo tiempo en Inglaterra y había vuelto hace apenas unas semanas, el es excelente amigo.
— hola Emmi— me saludó Jane con un beso en la mejilla.
—hoy estrenan una película de suspenso, vamos a comprar las entradas antes de que se agoten.
Nos despedimos y salimos los tres en dirección al cine en el carro de los padres de marcos que le habían prestado por esta noche.
Al llegar al cine había mucha gente, me había pasado saludando un par de viejos amigos cuando escuché el grito chillón de una chica al saludar a Jane, marcos estaba a mi lado y cuando giro a ver la chica sus ojos se abrieron como platos no sabía porque se puso tan nervioso de repente pero después lo entendí.
—¡marcos! ¡Ven aquí!— grito Jane.
— oh, dios compi estoy empezando a sudar— dijo secando su frente con el antebrazo.
— ¿Y eso?— pregunté
— ella es Lucía— hizo una mueca con las manos— la chica que me gusta desde la prepa.
Solté una risotada.
— ya veo, estás pálido hombre— bromee mientras nos acercamos a las chicas frente a nosotros.
—hey Luci, ¿Que hay? Haz crecido ¿Eh?— conocía ese tono de voz, marcos estaba nervioso lo supe por como agitaba mucho las manos al aire, era gracioso verlo así—. Tú eres...¿Marina?
Gire un poco y note una chica, era pequeña, con cabellos muy largo de risos voluptuosos, sus ojos grises eran lindos y sus labios rosados como sus mejillas, era una chiquilla muy hermosa a decir verdad.
—¿Marcos?— pregunto sorprendida— ¡no puedes ser Marquito! Tantos años y mirate aqui de nuevo.
Se dieron un abrazo amistoso.
—oh, traje un amigo, Emmett, ella son Lucía y marina.
Estreche la mano con Lucía dándole una agradable sonrisa, luego gire quedando de frente con la chiquilla.
—marina... Que nombre tan hermoso.
como la dueña, la mire de arriba a abajo, definitivamente me gustó lo que mis ojos veían, tenía muy buena figura que se le ceñía muy bien en sus ajustados pantalones.
«oh, se sonrojo la chiquilla»
Jane y Lucía propusieron ver la película todos juntos, yo por mi parte estaba encantado, así que sea cual sea la película que decidieron, estaba seguro de que no le iba a prestar atención con semejante chiquilla, tenía que sentarme a su lado.
Ya la función había empezado y no podía concentrarme, logré sentarme a su lado, por poco Jane me quitaba el puesto pero por cosas del destino, Jane se sentó en otra sin yo decirle nada cosa que agradecí mentalmente.
Note que ella o estaba muy entusiasmada por la película, era muy aburrida, aunque yo tampoco le estaba prestando la más mínima atención.
—hey, psss— me incline un poco y pregunte sin rodeos—¿ Tienes novio?
Cruce mis dedos en mi espalda rogando que dijera que no.
— no es de tu incumbencia, si no te molesta— señaló la pantalla como si le interesará la película.
— eso es un no.
La chiquilla estaba solteríta, sus mejillas la delataron, se veía tierna al sonrojarse.
— sal conmigo— le pedí.
— ¿estás loco? Ni siquiera te conozco— dijo en voz baja ya irritada.
Yo ni me preocupe en bajar la voz.
— claro que sí...
SSSHHHH
Me interrumpieron.
—claro que si me conoces, marcos nos presento ¿Lo recuerdas?
Quería verla irritada, era divertido ver cómo se hundía en su asiento poniendo los ojos en blanco, quería conocerla de verdad.
—oye, estoy seguro que la pasaremos genial, soy buen chico— sonreí maliciosamente pensando en todas las formas que podía comportarme como un chico nada bueno con ella—. Venga Mari.
— es Marina— me espetó.
Oh, que agresiva me salió...¡me encanta carajo!
—sigue sonando hermoso cuando lo dices tú.
—oye, no es por ser grosera, pero no estoy interesada— rugió la fierita.
SSSHHHHH
— venga ya tío, ¿podéis dejar de callarnos? ¿No veis que estoy intentando que está hermosa chica me acepte una cita?
Puede que alce un poco la voz, pero así era yo, me gustaba alborotar el orden público, chico malo.
— venga chica, dile que si de una buena vez para que se calle.
¡Por fin alguien coherente!
No pude evitar la sonrisa en mi rostro, marina estaba olvidndose un ovillo en su asiento pero de aquí no me iba sin una cita con esa niña, ¿Loco por una chica Emmett? Pues si aunque ni yo me lo crea.
Note que marcos, Jane y Lucía estaban sonriendo pícaros mientras Lucía codeaba a marina para que respondiera.
Levantó la vista encontrándose con la mía y le guiñe un ojo.
La escuché resoplar pero no pude evitar mis encantos y acepto salir conmigo.
Por dentro estaba el pequeño Emmett de mi cabeza brincando y saltando, pero después caí en cuenta de que no sabía a donde llevarla ni cuando invitarla, nervios le llaman ¿no?
Intercambiamos números y marcos les dio un aventón a sus casas.
Marina obligó a marcos a dejarla una cuadra antes de su casa, según marcos me explico que su padre era muy delicado y ella le tenía respeto.
Suegrito difícil ¿Eh?
Me encantan los retos.