En qué estrella estará

CAPÍTULO 18

You can count on me like one, two, three
I'll be there
And I know when I need it, I can count on you like four, three, two
And you'll be there
'Cause that's what friends are supposed to do //

Puedes contar conmigo, como uno, dos, tres, y estaré allí.
Y sé que cuando lo necesite,
puedo contar contigo como, cuatro, tres, dos, y tú estarás allí,
porque eso es lo que se supone que hacen los amigos

Bruno Mars
 

Dos días después, un sábado de mañana, estaba leyendo un libro acostada en el sillón. Francesco trabajaba en la habitación de Irina. Él era ingeniero de sistemas y tenía una empresa que daba servicios a otras empresas. Los días que había estado con covid había estado de baja por enfermedad, pero ahora, ya recuperado, debía trabajar al menos unas horas por día. La ventaja era que podía hacerlo desde casa.

A mí todavía me quedaba una semana de vacaciones y pensaba disfrutarlas lo más posible. Intentaba no cuestionarme demasiado las cosas. No quería romper nuestra burbuja, tampoco quería pensar si nuestra vuelta era una vuelta justamente, o para Fran era una pausa antes del divorcio. Prefería no pensar. Sí, tenía esa tendencia a tapar el sol con un dedo. Pero guardaba la esperanza de que pudiéramos reconstruir lo nuestro.

De pronto, sonó el timbre. Me levanté con cierta dificultad (todavía tenía efectos del virus, estaba muy cansada siempre y me costaba moverme del sillón), caminé hacia la puerta, y, al abrirla, grité de tal manera que Francesco vino corriendo espantado. Irina estaba en la puerta, con un pack de cervezas y una sonrisa en los labios.

-Creo que alguien necesita unas cervezas por aquí...-

La abracé tanto que la dejé sin aire. No sabía cuánto la había echado de menos hasta que la tuve frente a mí.

-¿Qué haces aquí? ¿No tenías mucho que estudiar? ¿Pasó algo?-

-Ay, ya empezamos con la catástrofe. No ha pasado nada. He venido para que hagamos una fiesta en pijamas. Mucha cerveza, y hablar de chicos. Creo que tienes mucho que contarme- me guiñó el ojo y miró de refilón a Francesco, que le sonrió. -Ahora que ya no tienes la peste, pensé en venir aunque sea una noche...aunque, bueno, si tengo que decir la verdad...no fue mi idea-.

-¿De qué hablas?- pregunté.

-Yo le pedí que viniera-. Intervino Francesco. -Creo que la vas a necesitar-.

Los miré, confundida. No entendía de qué estaban hablando. Más allá de que siempre necesito a mi hermana menor, no me cuadraba del todo su presencia en la noche, y para una visita relámpago. Decidí esperar a que me aclararan las cosas.

Irina entonces tomó la palabra.

-He venido para ayudarte a que enfrentes tus miedos-.

No tenía ni la menor idea de lo que estaba hablando.

Francesco me tomó de las manos y me dijo con ternura, mientras colocaba un mechón de pelo detrás de mi oreja:

-¿Confías en nosotros?-

Irina era mi persona en el mundo. Si ella me pedía que saltara por un acantilado, allí iba yo, sin dudar. En cuanto a Francesco...bueno, digamos que venía haciendo méritos para que volviera a confiar en él, aunque todavía tenía cierto dolor. Pero lo amaba, lo amaba tanto...que también sería capaz de hacer lo que me dijera.

-Confío-, dije dubitativa.

-Perfecto entonces-.

Lo último que vi fue la hermosa sonrisa de Francesco, ya que Irina se acercó por detrás y me vendó los ojos.

-¿Qué cojones...-

-Shhh hermanita, déjate llevar. No te haremos daño-.

Me sentí una estúpida mientras me vendaban los ojos, y tampoco entendí nada cuando me hicieron girar varias veces sobre mí misma.

-¡¿Qué están haciendo?! ¡Basta! Me estoy mareando. Que sepan que como me lleven a la calle y me hagan hacer el ridículo los voy a matar-, protesté, pero apenas me hicieron girar unas seis o siete veces, y luego sentí cómo Francesco me tomó el brazos sin dificultad.

-Apóyate en mí, preciosa. Y no tengas miedo-.

Yo estaba completamente desorientada. No solo por el mareo que tenía, ya que había perdido toda referencia espacial, sino que además no sabía qué se traían estos dos entre manos.

Me di cuenta de que Francesco estaba caminando, pero por supuesto no tenía idea de hacia dónde. Sí pude darme cuenta de que estábamos afuera, y que Francesco estaba caminando sobre suelo blando, porque podía escuchar el ruido de sus pisadas sobre lo que parecían hojas de árboles. De pronto, se instaló en mi pecho una sensación opresiva, me puse muy ansiosa y quise bajarme inmediatamente y terminar con la pantomima, pero no me dejaron. Tanto Francesco como Irina, que caminaba a nuestro lado, me lo impidieron y trataron de tranquilizarme.

-Me quiero bajar. No me gusta este jueguito.-

-Tranquila, hermana. Esto no es ningún juego. Lo estamos haciendo por tí. Confía en nosotros-.

No dije una palabra más, pero las lágrimas comenzaron a caer por mi rostro. Sabía a dónde me estaban llevando, y me sentía cada vez más angustiada.

En un momento determinado, sentí que pararon de caminar, y me bajaron al suelo. Fran me indicó que me recostara en el suelo, y escuché movimientos a mi derecha y a mi izquierda.

-Trini- me habló Francesco. -Había una vez una pequeña niña que amaba contar estrellas. Ella no tenía miedo a que le salieran verrugas, aunque su mamá le decía que eso pasaba a quien las señalaba. Esa niña valiente conoció a un príncipe...- Irina ahogó una carcajada cuando Fran dijo eso, pero enseguida se excusó, y Fran prosiguió. -Ese príncipe aprendió a contar estrellas con la niña, y se volvieron inseparables. Hasta que un día, algo horrible sucedió, y la hermosa niña no quería contar más estrellas. ¿Cómo piensas que se sentirán las estrellas ahora que nadie quiere contarlas?- Fran me acarició la punta de la nariz y yo me giré hacia él, aún con los ojos tapados, suspiré y ahogué un sollozo. -Tu y yo somos papás. Tenemos una hija. Solo que en vez de tenerla en brazos, la tenemos allí arriba. ¿Y sabes algo? Estoy seguro que a ella le gusta esconderse entre las estrellas, porque sabe que a su mamá le gusta contarlas. Es solo que hace mucho que su mamá no las cuenta... ella quiere que la encuentres, Trini. Dime, ¿en qué estrella estará?-




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.