Capitulo 30

Suena la alarma y me levanto dispuesta a prepararme para ir a la universidad. Camino hacia el baño, aun no puedo creer lo que ocurrió en la noche. Eso estuvo mal si mamá me descubría estoy segura de que me mataría. Dejo esos pensamientos a un lado mientras lavo mi rostro, tomo la toalla y me seco al verme en el espejo me llama la atención una marca en el cuello
-¡no puede ser!- exclamo nervisa. Cubro con mi mano el chupeton. Me deje llevar que nisiquiera fui consciente de eso.
Comienzo a maquillarmelo para que no se note, los dias no son frios no puedo ocutarlo debabo de un pañuelo. Tras pasar base encima del hematoma èste va desapareciendo. Me paso un poco en el rostro emparejando el tono, despues de unos minutos bajo lista a desayunar; me siento extraña e incomoda a la vez.
Mamá me lleva a la facultad, tras dejarme frente al edificio me da un fuerte abrazo y se dirige a su empleo, a lo lejos veo a los chicos y camino hacia ellos.
Los saludo y ellos responden sonrientes, yo los miro alegre; estoy feliz de tenerlos en mi vida.
-te ves radiante- dice Sele. Yo sonrio timidamente
-gracias- respondo aunque no se porque lo dice exactamente.
-veo que lo pasaron muy bien Nathan y tu ayer- ante esas palabras mi sonrisa se desvanece. Todos me observan risueños pero yo me siento algo incomoda, ella me toma de la mano alejandome del grupo.
-no es lo que piensas- hablo nerviosa
-mira Loa, se que entre Nathan y yo hubo algo pero eso ya termino y fue un error. Somos amigos y nos queremos mucho por eso nos confundimos, pero ya paso y podemos estar con quienes queramos- dice. Yo frunzo el entrecejo -te lo aclaro porque no quiero que estes incomoda o algo asi. Me agrada que pasen tiempo juntos- sonrie
Brigitte aparece como caida del cielo, nos saluda amable y ambas caminamos hacia el salon. Sele se dirige al suyo; miro a Brigitte y la curiosidad me gana no suelo ser una persona indiscreta pero tampoco suelo quedarme con las dudas.
-¿a ti te gusta Fredd?- inquiero. Ella abre los ojos como plato. Esta claro que no esperaba esa pregunta
-¿que? ¿Por que? No- farfulla
-tranquila, somos amigas puedes confiar en mi. Noto tus nervios cada vez que estas cerca de él-
-no es cierto- susurra
-no debes sentirte apenada-
-es lindo y no dire nada mas- responde. Yo hago una seña con la mano simulando cerrar una cremallera en mi labios; ella rie.