Capitulo 37

Tocan la puerta de mi cuarto, quito la almohada de mi rostro y decido limpiar las lagrimas, se que es mamá pero no quiero hablar con ella en estos momentos si tan solo me ve mejor talvez me deje sola nuevamente.
Me pongo de pie, arreglo mi cabello y abro
-¿que haces aqui?- pregunto
-hola Loa- saluda sonriente Nathan
-¿mamá te llamo?- inquiero
-¿tendria que hacerlo?- cuestiona confundido
-no lo se- respondo. Me hago a un lado y él ingresa. -¿que haces aqui entonces?- insisto en que mamá lo llamo
-vine para invitarte a hacer algo- responde.
-¿algo como?-
-quizas quieras acompañarme a las carreras, mis padres viajaron y puedo correr- no se porque esperaba otra salida, a lo mejor desea ver a esa chica que tira su brasier.
-crei que seria otro tipo de salida- digo
-¿que quieres hacer?- pregunta interesado
-no lo se- pienso posibilidades
-¿ir a un bar y cantar karaoke? O ¿al cine? No lo se, dime tu-
-miremos una pelicula, pero no aqui-
-esta bien ¿en el cine o en mi casa?- pregunta. Me encojo de hombros, me apena decir en su mansión pero no quiero ver demasiada gente
-la segunda opción- digo. El sonrie
-bien, vamos- me toma de la mano y bajamos las escaleras juntos. Veo a mamá sentada en el sofa del living junto a su novio. Caminamos hacia ellos y les anunciamos que saldremos, mamá no tiene inconvenientes. Salimos de casa, y subimos al coche de Nathan.
Durante el camino nos dedicamos a escuchar música a bajo volumen al llegar entra el coche al gigante garage.
La casa esta completamente silenciosa pero todas las luces  encendidas, Nathan me vuelve a tomar de la mano y me dirige hacia una sala, es increible tiene una gran pantalla al frente y sofas muy bonitos de color blanco.
-¿que quieres ver?- pregunta soltandome
-no lo se ¿te gusta de terror?-
-si, me gustan pero no quiero que te asustes-
-a mi me encantan- afirmo. Èl sonríe.
-bien escojamos una- enciende la pantalla y tomamos asiento, buscamos una y despues de unos minutos nos concentramos en la movie.
De vez en cuando lo miro de reojo, estar a su lado me transmite seguridad, me brinda proteccion. Quisiera recuperar la confianza en mi, pero es dificil pensar en eso cuando me veo en el espejo y odio mi reflejo.
-¿en que piensas?- la pelicula esta en pausa y Nathan me observa fijamente, me sonrojo al instante
-yo lo siento- hablo apenada.
-podemos hablar si asi lo deseas- dice
-esta bien ¿sobre que quieres conversar?-
-¿piensas hacer la denuncia?- no esperaba que preguntara algo relacionado a ese tema, bajo la mirada y niego con la cabeza
-no voy a responderte eso, ni nada que lo involucre- farfullo
-esta bien, no tienes que hacerlo- replica con timidez. De pronto me siento mal por responder de tal forma; hay algo que me interesa saber y creo que es momento de averiguarlo
-¿por que me besaste?- levanto la vista hasta clavarla en sus ojos, como esparaba mi pregunta lo sorprende.
-no lo se- dice, me molesta un poco su respuesta.
-¿lo hiciste por lastima?- solo espero que sea honesto. Niega con la cabeza repetidas veces
-senti que tenia que hacerlo-
-¿un impulso?- vaya no lo esperaba
-algo asi- habla nervioso. ¿Por que me duele oírlo de sus labios? Por alguna razon me decepciona saberlo.
-yo no soy como las demas- largo sin ser consciente.
-ya lo se y por esa razón lo hice- me confunde. Decido no responder. -¿te gusto?- cuestiona
-no estuvo tan mal- me encojo de hombros restandole inportancia, aunque en realidad no es así y me inquieta que lo note.
-un si habría sido suficiente- sonrie y yo lo imito. Me ofrece algo de tomar y acepto para tomar distancia unos segundos, el se dirige a la cocina y yo intento trnaquilizarme, en cuanto regresa Nathan continuamos mirando la película y yo decido prestarle atención.