En silencio

Capítulo 41

~Narra Nathan~
Me siento un imbecil, por un lado no podre borrar de mi mente sus besos, su cuerpo, la forma en que nos entregamos y lo peor es que lo hicimos en el maldito auto ¿cómo carajo hago para no pensar en ella cada vez que suba? No sé si pueda cumplir lo que acabo de decirle. A penas han pasado diez minutos y deseo regresar a disculparme, pero no puedo me duele que siga amando a alguien tan miserable como lo es Adrien, ni siquiera merece que tenga el mínimo respeto de llamarlo por su nombre. Giro hacia la derecha, no estoy de ánimos para regresar a casa decido pasar a saludar a Fredd, a los pocos minutos aparco frente a su departamento. Bajo y toco el timbre, el abre de inmediato
-eh que sorpresa- dice al verme
-si, perdona por no avisarte- se hace a un lado y entro, no puedo controlar mi enojo
-¿qué tienes?- pregunta al sentarnos en el sofa de la sala -dejame adivinar ¿Loana ?- yo asiento-¿que paso con ella?-inquiere. Respiro con pesadez
-me pidió que la lleve a un lugar afuera de la ciudad y como un idiota la lleve, tus sabes de mis sentimientos hacia ella- el asiente -nos besamos en el camino, yo la deseo más a que a nada en el mundo, después continuamos el camino a una cabaña allí la esperaba alguien; al salir le pregunte a quien fue a ver y ella me dijo que al hermano de Adrien- suelto  molesto. Fredd frunce el entrecejo
-ese cabron no tiene hermanos- dice seguro
-no puedo creerlo, fue a verlo a èl,me mintió soy un imbecil- llevo las manos a mi cabello y los jalo con rabia -sabes una cosa, se terminó no pienso acercarme a ella- dejo que la ira hable por mi.
-no digas eso, somos sus amigos y debemos apoyarla- me mira preocupado
-¡no! Ya no Fredd, me siento un idiota. Debo irme- él me toma del brazo haciendo que me detenga
-no hagas alguna locura- me advierte. Yo solo asiento. Salgo de allí con el alma destrozada. Debo buscar la manera de calmar mi ira y ya sé cómo hacerlo.

~Narra Loana~

Entro a casa y agradezco no ver a mamá en la sala, subo a mi cuarto rápido mientras en mi mente golpean una y otra vez esas palabras solo espero no hable en serio. Cierro los ojos con fuerza mientras me tiro de espalda a la cama.
'No tenías que tener sexo con èl' dice la voz de mi conciencia, claro obtuvo lo que quiso y luego se deshace como si no fuera nada. Me pongo de pie, busco una chaqueta en mi armario y salgo corriendo.
Mamá no quiere que ande sola en la calle pero ahora no está y no tiene porque enterarse, camino hacia la casa de Gise, ella vive a unas cuantas cuadras. Me duelen las piernas hace tiempo no lo hago, al llegar toco el timbre
-¡hola!- exclama al verme
-hola amiga- le doy un abrazo, al separarnos me invita a entrar y así lo hago. En el living veo a los chicos sentados allí menos a Nathan, los saludo fingiendo estar normal pero quisiera verlo. Me siento junto a Sele, hablamos un poco, ellos planean una salida al cine pero la verdad yo no opino demasiado mi cabeza esta en Japón, Fredd se acerca y me toma de la mano haciendo que me ponga de pie
-ven tenemos que hablar- dice, no tengo idea sobre que pero lo sigo. Nos dirigimos hacia la cocina
-¿qué pasa?- pregunto
-¿tu crees que Adrien tiene un hermano o solo lo inventaste por que fuiste a verte con el? - abro los ojos como plato ¿por qué abrió la boca. Seguramente contó lo que pasó en el coche, niego molesta
-no mentí, hablé con él pero ¿por qué te lo contó? Esta claro que Nathan fue quien se lo dijo-
-si, esta molesto contigo Loa y no es para menos te viste con ese imbecil- lleva sus manos al cabello nervioso
-no, tienes que creerme de verdad hable con Augusto- respondo angustiada, no puedo creer que piensen que miento
-¿Augusto?- cuestiona. Yo asiento -ese cabron no es su hermano, es solo un amigo ¿dime que no te hizo nada?- pregunta intranquilo
-no, descuida. Si me miraba feo pero no se paso de listo. Yo creía que era su hermano. Adrien y yo salimos un par de veces a bares con èl-
-no, no son hermanos pero son iguales. Ten cuidado no es de fiar. No quiero que te pase nada- yo asiento -en cuanto a Nathan debes hablar con èl-
-¿sabes donde esta?- pregunto
-no, lo vi hace una hora pero se fue molesto y no atiende el celular-
-¿crees que ...- un nudo se forma en mi garganta, espero no sea lo que estoy pensando-regresó  a la cabaña?- pregunto al borde de las lágrimas, Fredd me observa preocupado
-espero que no, vamos a buscarlo- nos despedimos de los chicos y encaminamos hacia el lugar, Augusto es capaz de golpearlo sin culpa.
Suena su celular, Fredd se detiene para atender
-¡que susto me has dado! ¿Donde estás?- pregunta, yo solo lo miro impaciente mientras oye lo que le dice -bien, voy para allá- finaliza, me observa y sonríe-esta en el gimnasio, allí práctica boxeo y apago su móvil- yo suelto todo el aire de mis pulmones
-que bueno- solo puedo responder
-¿vienes conmigo o te dejo en casa de Gise?- inquiere
-no, bajame en el parque cerca de casa. Quiero tomar aire- digo. Me mira poco convencido, al llegar detiene el vehículo y yo bajo
-si necesitas algo solo llámame y envíame un mensaje cuando llegues- me saluda con la mano y yo imito el gesto. Me siento en un banco de la plaza mientras miro hacia la nada. Me siento triste y no entiendo el motivo, soy una tonta al creer que Augusto y Adrien eran hermanos aunque eso ya no importa, saco mi celular para mirar la hora, el sol comienza a bajar poco a poco, me pongo de pie dispuesta a regresar a casa
-me haces mucha falta- escucho a mi espalda, volteo y veo a Adrien a pocos metros de distancia, mi corazón se acelera y no soy capaz de responder. Da un paso hacia mi y yo retrocedo -no temas, soy yo- habla dulcemente, sigo tomando distancia hasta que choco con alguien, una sonrisa se expande en el rostro de Adrien giro mi rostro y veo a Augusto, trago en seco ¿y ahora que hago? Pienso




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.