En silencio

Capítulo 42

~Narra Nathan~
Termino de descargar toda mi ira en la bolsa de boxeo, me quito los guantes y salgo. Es bueno tener un amigo con gimnasio, sin importar la hora èl me permite entrenar cada vez que lo deseo. Salgo y veo a Fredd, esta serio me acerco y lo saludo
-¿qué tienes?- inquiero
-deje a Loana en un parque y creo que no fue buena idea-
-ve por ella entonces- respondo
-¿no quieres ir tu?- pregunta sorprendido. Yo niego con la cabeza, no quiero verla bueno en realidad si, pero le haré caso a mi orgullo por primera vez. Ante ella no puedo hacerme el fuerte nunca pero eso debe cambiar -¿qué vas a hacer ahora?-
-no lo sé ¿tu tienes algún compromiso? Podemos ir a tu departamento a ver alguna pelicula- digo
-esta bien, pero primero me asegurare de que Loana esté en su casa- saca su celular y le marca.

~Narra Loana~
-¿que quieres?- pregunto
-estar contigo, te extraño - responde -no temas amor no te haré daño-
-yo no, así que déjame en paz y vete- suelto nerviosa
-no permitas que ellos te hablen mal de mi-
-no culpes a nadie de tus errores. Tu me fallaste y eso no va a cambiar- hablo segura
-aun te duele porque me amas como yo a ti. Dame una oportunidad y prometo hacerte muy feliz- dice arrepentido o eso parece
-no, no quiero. Dejame tranquila sino quieres que te denuncie- espeto
-no lo harás, tu me amas y no serías capaz de eso- baja la mirada -vamos deja esa terquedad y seamos felices- da un paso hacia mi
-¡no! - grito -¡tu eres un cabron, me mentiste dijiste que son hermanos- señaló a Augusto y luego a èl -y no lo son, también le hiciste daño a Kira! -
-deja de gritar- mira a todos lados -no me hables en ese tono- su expresión cambia y se ve molesto -y no la metas a ella, no sabes como fueron las cosas-
-¡lárgate o te denuncio!-
-deja de amenazarme, te comportas como una idiota ¿a caso no ves que estás sola? Nadie te quiere, no le haces falta a nadie-
-ya no más, no voy a creerte. Eso es mentira si me quieren- mi voz se quiebra
-no, solo me tienes a mi, huye conmigo- niego con la cabeza
-¡Loana!- grita mamá a mis espaldas, volteo a verla corre hacia mi
-piensalo, será nuestro secreto- susurra Adrien antes de marcharse. Mamá llega a mi me abraza con fuerza
-¿estás bien cielo? ¿Te hizo algo? ¿Por qué estás sola?- me ataca con preguntas, yo solo miro a lo lejos
-estoy bien mamá, estoy bien- respondo. Me toma de la mano y me lleva hasta su camioneta. -necesito ir a un lugar antes-
-¡no!- chilla angustiada -ahora iremos a casa y me dirás que paso, no puedo creer que se te acerco y nadie vio nada. Incumplió la perimetral hija, estaba a dos metros de ti. No puedo creerlo si yo no llegaba, ¡Dios mío! que te habría hecho y no esta solo, no, tiene un cómplice.
-mamá llévame a casa de Fredd y prometo hablar contigo esta noche- aseguro. Ella me mira poco convencida
-esta bien- larga un suspiro lleno de dolor mientras enciende el vehículo.
Después de unos pocos minutos estaciona frente a su departamento, le agradezco y bajo, para mi buena suerte esta Nathan ya que veo su coche, busco en mi bolsillo mi celular intento desbloquearlo pero esta apagado. Toco el timbre, abre Fredd
-hola amigo ¿puedo pasar?- pregunto
-¿por que apagaste tu móvil? Me tenías preocupado, llamé a las chicas y no tenían noticias tuyas-
-se quedo sin pila, lo siento- digo apenada. Me da un corto abrazo y se hace a un lado. Entro y veo a Nathan, la tele está en pausa
-nos vemos mañana- se pone de pie y habla mirándolo a Fredd, me ignora. Se lanzan miradas que no intento decifrar, sale de allí
-lo siento- le digo al peli negro mientras sigo a Nathan, sube a su auto y yo lo imito
-¿entonces no bromeabas?- pregunto, no responde -¿no vas a hablarme?- sigue ignorandome, es difícil no crei que lo decía en serio -conseguiste lo que querías y poreso ya no quieres hablarme- suelto sin rodeos
-baja del coche- me ordena
-no lo haré, quiero arreglar las cosas contigo- hablo segura
-me mentiste, dijiste que era su hermano y fuiste a verlo a èl, lo amas no entiendo que quieres conmigo- dice molesto
-cuando estoy contigo me siento bien y segura- respondo. Ante su silencio continuo hablando -lo acabo de ver, me propuso escaparnos juntos ...-
-¿y quieres que yo te lleve?- pregunta irónicamente sin mirarme
-tambien ha dicho que nadie me necesita ni me quiere y eso no es verdad ¿cierto? - me acerco un poco -tu dijiste que me quieres-
-debes irte Loana-
-¡tú lo dijiste! ¡dijiste que me quieres!- siento un nudo en la garganta ante su silencio no se que pensar, mis ojos se cristalizan
-te llevaré a tu casa- enciende el motor. Tomo su rostro entre mi manos haciendo que me mire
-¿me quieres?- pregunto de nuevo -dimelo- insisto
-no estás bien- susurra -ese imbecil no solo te daño física, también lo hizo emocionalmente- baja la mirada
-dime si me quieres- repito, necesito oírlo de sus labios pero èl no lo hace y siento ganas de llorar. Tal como ha dicho me lleva a casa, al llegar estaciona y baja conmigo, toca el timbre mamá nos abre yo solo subo corriendo a mi habitación, me siento una idiota pero me quedo en claro que Nathan no me quiere solo me utilizo para tener sexo conmigo. Doy un portazo y me tiro en la cama a llorar, mientras las palabras de Adrien vuelven a mi "escapemos juntos"


~Narra Nathan ~

Amelia me observa preocupada
-¿por que esta así?- pregunta
-ya le dije todo lo que se, ese miserable la daño más de lo que creiamos- bajo la mirada, me duele tanto verla en ese estado, tan vulnerable -debo irme, solo le pido que este al tanto, el le propuso escaparse juntos y en ese estado ella puede hacer una locura- Amelia asiente
-gracias- me acompaña a la puerta y salgo, subo a mi auto y sus palabras vienen a mi
"Dijiste que me querías", "conseguiste lo que querías ", su rostro lleno de dolor ¡mierda! Doy una golpe al volante, solo tenía que decirle cuando la quiero y darle un abrazo eso era todo lo que necesitaba pero no, como pude ser tan egoísta. Conduzco lentamente y a cada segundo me siento peor, culpable de su llanto. Un coche me acelera al lado, giro a verlo luego acelera. Esta noche no estoy de ánimos para eso, de pronto frena delante de mi, baja Adrien sonrie y hace un gesto con la mano para que lo siga se que no esta bien pero la ira se apodera de mi , ignorando mi uso de razón. No puedo esperar nada bueno de este imbecil pero a la mierda todo, acelero tras èl mientras le piso los talones.




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