En silencio

Capítulo 44

Llegamos a la clínica, siento unas inmensas ganas de llorar. Me siento tan culpable, de no ser por mi nada de esto habría pasado si tan solo lo denunciaba nada de esto habría ocurrido; de nada sirven los lamentos pero no puedo pensar en otra cosa, solo espero Nathan este bien. Cierro los ojos con fuerza mientras me siento en una de las sillas de la sala de espera.
-¿tu mamá sabe que estás aquí?- pregunta Fredd sentándose a mi lado, niego con la cabeza.
-va a matarme en cuanto sepa que vi a Adrien-
-podemos cambiar un poco la historia, si le dices que el te escribió y fuiste si va a matarte- yo asiento -que tal si le dices que saliste a dar una vuelta y los encontraste. O solo di que saliste a distraerte y luego yo te llamé y viniste para aqui- lo piensa unos segundos-suena más creible-
-¿crees que estará bien?- inquiero
-si, llevaba él cinturon- habla tranquilo, no se como logra estar tan calmo. A lo mejor la culpa no me deja estar igual.
-¿tu sabias a cerca de sus sentimientos?-
-todos los sabemos desde el primer día- sonríe -al fin lo sabes-
-me lo confesó antes de la carrera-
-desde que lo conozco jamás le conocí alguna novia, solo una vez le rompieron el corazón y bastó para que no quiera enamorarse más. Pero eso cambió el día que llegaste, fue muy caballero contigo y te llevo a tu salón pero tu no mostraste ni un poco de interés, creo que eso lo llevo a enamorar. Muchas chicas quieren con él-
-¿intentas darme celos o algo así?- pregunto
-no, solo quiero que veas lo grandioso que es. Todos tenemos un límite Loa-
-si, lo mismo creo. Deberías hablar con Brigitte y decirle que te gusta- me encojo de hombros . Fredd sonríe
-me parece linda, y eso no es algo que deba decirle-
-¿saben como esta?- cuestiona Oliver sentándose junto a su amigo. Negamos con la cabeza -espero este bien- dice preocupado. Sale una enfermera
-¿familiares de Nathan Mercier?-
-¡nosotros!- respondemos a la vez, al mismo tiempo nos ponemos de pie
-pueden pasar a verlo, habitación diez- se aleja. Nos dirigimos hacia la misma y entramos de inmediato, lo vemos acostado como es de esperar pero me concentro en su cabeza la cual está vendada, eso me hace sentir fatal. Nos acercamos a èl
-hola amigo ¿cómo te sientes?- pregunta Fredd
-estoy bien, me duele la cabeza y por lo que me dijeron se quebraron dos de mis costillas, pero al llevar cinturón me lo permite contar- se rie
-lindo susto nos has dado- dice Oliver
-lo siento, no fue mi intención. Saben que no puedo negarme a correr- se encoge de hombros. -¿quién es la chica?- inquiere mirándome. ¿A caso  no me recuerda? me siento una tonta
-es Loana ¿no la recuerdas?- niega con la cabeza
-¡oh rayos! Vamos por un doctor- dice Fredd,toma del brazo a Oliver y ambos salen. Entorno los ojos
-¿de verdad no me recuerdas?- me siento en un borde de la cama
-no- responde serio
-bueno, me presento entonces- hablo tímidamente -soy Loana, estudiamos en la misma facultad y soy tu amiga-
-solo recuerdo a los chicos y a Sele y Sam- se sienta un poco aunque hace una mueca de dolor
-si también son mis amigas, el primer día de clases tu me acompañaste a mi salón- intento hacerlo recordar
-suelo ser caballero con las chicas- responde.
-¿que les dirás a tus padres del coche?- pregunto intentando ocultar el coraje por esa respuesta
-no lo sé, seguramente están de viaje y no lo noten- se encoge de hombros.
-creo que están tardando demasiado, voy a fijarme si encontraron un medico- me pongo de pie
-¿te incomoda estar a solas?- inquiere, niego con la cabeza
-no, es solo que ... -no se que decir, pienso unos segundos -es raro, para ti soy una extraña-
-podemos aprovechar para hablar de ti y así conocerte entonces-
-¿qué quieres saber?- me siento nuevamente donde estaba antes
-¿tienes novio?- cuestiona
-no- solo digo-¿recuerdas el accidente?-
-no, en realidad se que estaba corriendo pero no se con quien-
-es bueno verte bien, aunque no me recuerdes. Pero me apena tanto que ya no tengas tu auto y todo por mi culpa- bajo la mirada
-¿por que dices que es tu culpa?- frunce el entrecejo
-porque corrias con mi ex y estoy segura de que èl provocó que tu coche volcara. Es capaz de todo- digo apenada. Él toma mi mano y siento una electricidad recorrer todo mi cuerpo
-no es tu culpa, en todo caso es la de tu ex- 
-¿lo sientes?- pregunto. Siempre tuve la intriga de saberlo
-si, de hecho cada vez que toco tu piel la siento. Así paso desde la primera vez - sonríe
-entonces solo fue una broma- digo mientras una tonta sonrisa se expande en mi rostro. Èl asiente
-si, una inocente broma- me abalanzó sobre y le doy un fuerte abrazo.
-¡que bueno!- chilló -eres un tramposo- digo al separarnos -debería estar molesta contigo por correr y por mentirme sin olvidar que dejaste de hablarme- me cruzo de brazos
-deberias, pero en el fondo me quieres un poquito- responde
-no, solo un poquito no. Sabes que te quiero mucho y cuando te fuiste molesto destrozaste mi corazon- digo
-no te creo, pero ya no quier hablar de eso. Si no me habría chocado un par de veces no habría volcado. ¿Si sabes que fue por eso? ¿no pensaras que conduzco tan mal?-
-ya lo imaginaba, solo espero que no vuelva a aparecer y tu no vuelvas a hacer algo asi-
-para que lo sepas por ti lo haría una y mil veces más- dice
-¡estás loco!- suelto nerviosa
-si, loco por ti. Y pienso cumplir lo que he dicho voy a conquistarte Loana, se que no podré cerrar tus heridas ni borrar todo por lo que pasaste pero prometo hacerte feliz y devolverte la sonrisa y las ganas de vivir, también que recobres el interés por  hacer eso que te gusta como surfear, visitar a tus amigas, pasar tiempo con tu familia o simplemente salir a la calle sola, quiero que recuperes tu libertad- presiona mi mano, mis ojos se cristalizan ante sus palabras nunca nadie me ha dicho algo igual
-no quiero hacerte sufrir Nathan, ni siquiera se si podré enamorarme otra vez, mi corazón esta muy dañado y no quiero arrastrarte a mi oscuridad- limpio mis lagrimas con el torso de la mano que tengo libre
-yo quiero correr el riesgo, soy consciente de que no será sencillo pero tengo que intentarlo. Si no te enamoro al menos regresas a ser la misma que conoci, llena de luz y de vida- sonríe. Yo le doy otro abrazo, mientras hundo mi nariz en su cuello y me embriago con su exquisito aroma.




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