En silencio

Capítulo 49

-Di...disculpen- dice timidamente una voz femenina, nos alejemos rápidamente y siento tanta pena. Es la mujer de servicio -joven su madre me envió a buscarlo. Ya esta el almuerzo-
-gracias Elina, en seguida vamos- responde Nathan. Voltea a verme -tranquila no pasa nada. Siento no poder controlarme, estar tan cerca de ti ...
-tambien quería hacerlo- lo interrumpo. Él sonrie. Se levanta y lo imito caminamos hacia el inmenso comedor. Los demás están sentados, yo siento vergüenza por llegar tarde, quizás llevan esperandonos unos minutos.
Agradezco que Nathan se sienta a mi lado, levanto la vista y veo a Ruby mirándome fijo, intimida bastante. ¿A caso no pestañea?- vuelvo la vista al plato, luego de servirnos la chica se retira. Me siento muy nerviosa, no quiero mirar a nadie, excepto a la pelinegra porque siento sus ojos sobre mi todo el tiempo.
Los padres de Nathan conversan a gusto sobre temas económicos, Ruth, Nathan, Ruby y yo solo permanecemos callados. Siento esa tan común electricidad en mi mano, y sonrio. Nathan la presiona abajo de la mesa dándome seguridad. Intento relajarme y disfrutar de la deliciosa comida.
No terminó tan mal como lo esperaba, al retirarnos de la mesa nos dirigimos al gigante patio trasero y ya no vi más a las chicas solo pasé parte de la tarde conversando con el castaño.
-gracias por traerme- digo, él voltea hacia mi
-gracias a ti por no decir que no eres mi novia. Fue mejor de lo que esperaba-
-si lo fue, tus padres son muy buenas personas. Lo pase muy bien a pesar de los nervios- confieso. Nathan sonríe, me acerco y dejo un beso en su mejilla.
-si quieres podemos cenar juntos esta noche- propone
-claro- respondo antes de bajar.
~~~~~
^Dos Meses después^
Confieso que me agrada estar con Nathan, es un gran amigo. Se la pasa pendiente a mi, compartimos mucho tiempo juntos estas últimas semanas.
Desde restaurantes, bares, el cine o la playa incluso quedarnos solos en casa en su compañía es divertido. En todo momento me trata bien, me demuestra atención y dice que le encanta verme sonreír genuinamente y la verdad a mi gusta poder hacerlo sin siquiera planearlo.
Esta noche organizamos salir todos juntos a un boliche muy popular llamado "Opium". Gise dice que es muy prestigioso además de top, decidimos cambiarnos para ir.
Brigitte viste un top y un short ambos en color blanco, Sele un vestido ajustado de tirantes plateado, Sam un mono corto sin mangas rosa, Gise un short de cintura fruncida con cinturón y un top ambos en color mostaza y yo una falda larga negra y un crop top blanco. Todas dejamos el cabello suelto; se ven realmente bellas, luego de tomarnos fotografías nos dirigimos a casa de Fredd.
Sele conduce, Brigitte presiona mi mano y la miro sorprendida
-¡estás hermosa amiga! - exclama
-tu lo estás, me encanta que te animes a lucir tus curvas- le guiño un ojo. A pesar de ser muy tímida se muestra más extrovertida delante de los chicos, es bueno que se muestre tal y como es. Miro a las demás y me siento dichosa por tenerlas en mi vida; más que amigas son mis hermanas del alma, las adoro. El coche se detiene y bajamos rápidamente, sale Fredd a recibirnos. Después de saludarlo entramos, aún no es novio de Brigitte pero no creo que falte demasiado para que lo sean, sus miradas lo dicen todo ¡se gustan!
Entramos a su casa, sus padres están en una cena con amigos por eso decidimos venir aquí. Saludamos a los demas y nos sentamos en los sofás, la música suena fuerte y retumba en la sala. Oliver nos entrega un vaso de destornillador a cada una, empezamos a beber, mientras hablamos de cualquier tema que surja. La idea es reirnos de cualquier tontería y pasar una bonita noche.
-¿recuerdan cuando Oliver intentó patear el balón y lo piso?- todos rien -esa caída fue épica- dice Fredd.
-lo bueno es que solo lo vimos nosotros- habla divertida Sam. -fue en la playa- nos aclara a Brigitte, Gise y a mi.
-la primera vez que Sam se embriago- empieza a contar Sele
-¡otra vez no!- gruñe ella
-es divertido recordarlo- responde divertida-bien, esa noche salimos a un boliche de moda en ese momento y mi amiga jamás había tomado una gota de alcohol. Pero admito que ha sido mi culpa desde entonces soy su perdición- todos reimos -probo gin tonic y termino vomitando los pies del tipo de seguridad. Sam quería pelear y la intentaron llevar afuera entonces entre forcejeo y forcejeo largo todo lo ingerido, que no fue poco- todos reimos mientras ella cubre su rostro -ya no sientas pena- Sele se acerca y la abraza.
-muy gracioso pero debemos ir- dice Oliver, nos levantamos de nuestros lugares y nos dividimos en dos coches, nosotras en uno y ellos en otro. Al llegar estacionan los vehículos al lado y bajamos, no tenemos que hacer una fila y es lo grandioso de llegar un poco más tarde.
El lugar está repleto de personas, después de comprar unos tragos en la barra salimos a la terraza. Empezamos a movernos al ritmo de la música. Gise me toma de las manos para bailar
-¿Brigitte y Fredd ya son novios?- inquiere
-no, por el momento. Pero pronto lo serán- respondo. Ella asiente
-¿y tu ?-
-¿yo que?-
-¿cuando intentaras rehacer tu vida?- pregunta
-poco a poco lo estoy haciendo. Que no tenga novio no quiere decir que no este recuperando mi felicidad- me encojo de hombros. Es cierto las terapias, mamá, y mis amigos me ayudan en este lento proceso.
-no es necesario lo se, estas volviendo a ser tu. No sabes cuánto me alegra verte asi- sonríe. Nos damos un fuerte abrazo.
-te la robo- habla Nathan
-toda suya- dice mi amiga mientras voltea y se dirige a bailar con su novio. El castaño pasa sus manos en mi cintura y comienza a moverse, lentamente lo sigo. Paso la vista por los demás Fredd y Brigitte también lo hacen muy cerca, Sam y Sele encontraron pareja de baile; lucen alegres. Miro a Nathan y él me observa fijamente
-no me gusta que me evites- dice
-no lo hago- respondo nerviosa. En realidad solo un poco porque las chicas luego bromean al respecto.
-ni siquiera me miras- sonrie débil
-justo ahora lo estoy haciendo. Por cierto te ves bien- digo.
-gracias, tu luces preciosa- lleva una de sus manos hasta mi rostro deja una suave caricia en mi mejilla y luego coloca un mechón de cabello atrás de mi oreja. Su tacto es tan delicado y se siente bien. Sonrio intranquila, deseo besarlo pero no lo haré delante de los chicos
-ya vuelvo- me alejo de él, primero debo sanar mis heridas. No quiero jugar con sus sentimientos; no sé lo que quiero es decir lo quiero cerca de mi todo el tiempo pero se que eso no es bueno; no volveré a ser dependiente a una persona además temo lastimarlo y eso no me lo perdonaría jamás. Camino hacia la barra en busca de algún trago fuerte, veo a Adrien a unos pocos metros, se escabulle entre las personas. Giro rápidamente ¡es mi mente! Tiene que ser eso, me esta jugando una mala broma. Doy un paso más y él aparece delante de mi, me detengo en seco mis piernas tiemblan como gelatina, hace un gesto con su mano para que lo siga y así lo hago. Él camina a unos metros, voltea y sonríe ¿qué demonios haces Loana? El rostro de mamá me golpea fuertemente y vuelvo de detenerme, esta vez retrocedo. Giro y camino en dirección contraria, choco con alguien y ni siquiera me atrevo a levantar la vista
-¡lo siento!- digo
-¿ a dónde vas?- inquiere divertido Nathan -¡estás ebria!- afirma sonriente. Yo asiento imitando su gesto
-¡yo creo que si!- respondo simulando estar alegre, me toma de la mano y regresamos junto a los demás. Me acerco a su oído -no me dejes sola, por favor- susurro. Me observa preocupado
-claro que no ¿estas bien?- cuestiona serio
-si, es solo que necesito sentirte cerca de mi. Tal vez sea por los tragos o porque me haces sentir especial- él sonrie
-eres especial- deja un beso en mi frente. Para mi mala suerte los demás ven y nos gritan pero en estos momentos no me apena.
Después de bailar, reír y beber decidimos regresar a casa. Nathan y yo nos dirigimos en taxi
-no era necesario- digo al llegar
-si lo es- le paga al conductor y bajamos, frunzo el entrecejo
-¿dormirás conmigo?- pregunto
-quisiera pero no- responde.
-no pensarás ir caminando hasta tu casa- niega divertido
-me quedaré en la de Fredd y es solo a un par de calles de aqui- explica
-puedes quedarte aquí. Tenemos varias habitaciones- no quiero que se vaya
-no quiero abusarme de ustedes. Pero pienso venir por ti mañana, sino tienes planes- dice sonriente
-gracias por no dejarme sola, ha sido una gran noche- digo seria
-para mi es un placer-
-lo vi- farfullo. Me mira preocupado -me llamó y yo lo seguí hasta que no lo se, quizás reaccione y en ese momento apareciste tu y no lo se- las palabras se mezclan en mi mente y no se exactamente que decir, me siento avergonzada. Siento los brazos del castaño rodearme y cierro los ojos con fuerza.
-entremos, si la invitación continúa me quedaré contigo- levanto la cabeza y lo miro
-gracias.
-debes dejar de disculparte y agradecer por todo. No es necesario que lo hagas en cada frase- me da un beso en la coronilla y luego ingresamos a mi hogar.
A su lado me siento segura, no miento cuando digo que me hace bien estar en su compañía.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.