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No hay discapacidad más grande en el mundo que la incapacidad de ver en alguien más de lo que ves superficialmente.
- Anónimo -
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[Mamá no sabía que estaba enamorado, la conocía bastante bien y si se daba cuenta, iría a hablar con Keith Richards para que se alejara de mi, le diría que era una mala influencia para mí, pero no era así, ella era la mejor influencia, pues ella hizo que yo abriera los ojos, ella hizo que me diera cuenta de lo valioso que es vivir, porque si hubiera estado muerto, jamás la hubiera conocido...]
Al otro día cuando Charlie salió del hospital allí se encontraba Keith Richards en la salida, alguien había llamado a su nombre, y Charlie logro escuchar, sólo trato de evitarle, no quería que su madre la conociera.
- Charlie - gritó Keith Richards
Charlie seguía caminando, ¿Pero para qué?... Si sabía de sobra que su madre lo detendría y se pararía a esperar a aquella chica que lo estaba llamando, para su madre era de mala cortesía evitar a las personas y no sólo para ella.
- Charlie, te estaba llamando ¿No me oíste?...
- Disculpa Keith Richards, no te había escuchado - ¿Es encerio?... Esa voz la escuchaba aunque ella no estuviera hablando, les recuerdo que su voz me cautivó, y siempre la iba a escuchar, no importase lo lejos que estuviese.
- No importa, sólo quería saludarte y darte las gracias de nuevo por escuchar todo lo que tenía que decir el otro día.
- De nada, siempre es un placer hablar contigo; Ella es mi madre Margareth Evans.
La madre de Charlie saludó a Keith Richards, Charlie estaba muy preocupado, pues la última palabra la decía su madre, y si ella le prohibía la relación con Keith Richards, no la podía volver a ver jamás, pero al parecer a su madre le cayó bien... Al fin y al cabo Keith Richards siempre ha sido una buena chica.
Se preguntarán por qué Charlie le dice Keith Richards y no sólo Keith, pues su madre le hablado eso siempre.
[Tienes que ser cortez con las damas, no te tomes toda la confianza antes de que ellas te la den, se amable todo el tiempo...]
Así que hasta que no sintiera que hubiera una amistad con Keith Richards o ella se lo dijera, jamás le diría sólo Keith, pues no quería que pensará otra cosa de él... O tal vez sólo le atraía llamarla Keith Richards.
- ¿Sabés Charlie?, me recuerdas a esas películas de los años 80, cuando todos eran amables y buenas personas - cuando la madre de Charlie escuchó eso, una gran sonrisa se posicionó en su rostro, se había dado cuenta que clase hombre había criado y cuidado.
- Gracias.
- Te quería invitar a mi próxima presentación y a tu madre si quiere venir, voy a cantar en el Ferguson.
- Claro, me encantaría - Charlie estaba tan emocionado que olvidó que su madre estaba a su lado y respondió sin preguntarle.
- Genial.
Charlie se veía tan feliz, no sabría decir si era una cita o una salida normal, en realidad no importaba tanto, Keith Richards lo había invitado a su presentación y era lo único que importaba ahora.
- ¿Te gusta cierto?...
- Claro que no mamá, sólo es una amiga, sólo es la chica que canta en los discos que tengo en casa.
- Vale, te creeré.
Aunque la madre de Charlie en realidad no estuviera de acuerdo con la relación, le encantaba ver a su hijo feliz, era el mejor regalo que se le podía dar a una madre, así que no podía impedirle que la viera.
[...]
Charlie estaba mirando por la ventana del auto de su madre, ya se imaginaba como iba a ser todo, bueno a decir verdad el tenía otra idea de lo que sería, se imaginaba solo, sentado en una silla, mirando a Keith, y ella cantándole a el, sólo a el, y claro con su vista por primera vez... No cuesta soñar supongo.
Charlie contaba los días, todos los días se acostaba y cerraba sus ojos y creaba una nueva fantasía de cómo sería la gran presentación de Keith Richards... De cómo sería su próximo encuentro.