MARTIN (2022)
—Hermano nos merecemos una cerveza —dijo Juanma, mi amigo desde que comencé la carrera de finanzas —, creo que le debes una parte de tu título a Amanda, siempre nos ayudaba ¿Cuándo vendrá así la conozco? —seguía hablando.
No me gustó la insistencia de Juanma en conocerla y no le contesté. Hacía dos meses que no hablábamos, más que un “Hola, cómo estás” de vez en cuando, al principio me había enojado muchísimo, no entendía por qué no quiso empezar algo conmigo, luego al pasar los días me fui calmando y comprendí que tal vez había sido lo mejor. Que debía aceptar su decisión y seguir con mi vida; Pero quería recuperar a mi amiga, la extrañaba y solo esperaba que pudiéramos superar esta racha.
¿La amaba? No lo sabía…nunca había estado enamorado, Amanda era muy especial para mí, tanto, que hubiera dado lo mejor por ella.
—Sí vayamos por esa cerveza —anuncié una vez que ya estábamos en mi coche y nos abrochamos los cinturones de seguridad.
En verdad lo necesitaba después de unas largas noches de casi no dormir por rendir absolutamente todos los exámenes y terminar de una buena vez la carrera, pero en el fondo me sentía vacío, como que hago faltaba. Las palabras de Amanda estaban presentes como alfileres en mi mente, me conocía demasiado, sabía que no hubiera estudiado esto. Seguir en el negocio de mi padre era mi destino, su empresa constructora es muy buena, tanto así, que cada vez crecía más y ha tenido un notorio aumento económico en los últimos años, dándole la posibilidad de comprarse una enorme casa en otro lugar y ahora está conviviendo con su nueva mujer allí desde hace seis meses, lo veía bien. Quiso vender nuestra antigua casa y no lo permití. Agradecía que hubiera comenzado una nueva vida en otro sitio.
Pude convencer a mi padre diciéndole que todavía no trabajaría con él porque quería tomar un poco de experiencia. Después de haber hecho mi pasantía en una editorial, en la cual me había ido tan bien que estaban dispuesto a darme trabajo permanente, no quería perder esa oportunidad, al igual que a Juanma que también fue pasante conmigo. Ese era mi mundo, las letras, los libros y los comics.
Fuimos a un bar que no quedaba muy lejos de la facultad, allí estaban prácticamente todos los estudiantes. Nos sentamos en nuestro lugar habitual, también se sumaron otros compañeros. Luego de unos tragos quisimos jugar al pool, pero todas las mesas estaban ocupadas, estábamos esperando nuestro turno cuando una bola me calló en el pie.
—Ups —dijo una chica delgada y rubia que nunca había visto—, lo siento.
—Casi me quedo sin pie, pero estas disculpada — ella sonrío y yo me agaché para tomar la bola y devolvérsela —. Me llamo Martin London
—Hola, mucho gusto. Soy Lucia — se presentó.
Pasamos toda la tarde con Lucia y sus dos amigas, jugando al pool y riéndonos, resulta que ella no asistía a mí misma universidad, estaba allí visitando a sus amigas. Cuando observé la hora ya era media noche, demasiado tiempo para mí en este lugar y decidí volver a mi departamento, el cual compartía con Juanma. Saludamos a las chicas, intercambié número de celular con Lucia y nos marchamos.
Al llegar me di una ducha y me acosté enseguida, mi mente se iba a la noche que compartí con Amanda, aunque no quisiera hacerlo, porque la extrañaba. Su risa, sus ocurrencias y locuras siempre estaban presente y me sacaban una sonrisa. Decidí mandarle un mensaje.
Hola, todo bien?
Esperaba la respuesta, tanto que me estaba durmiendo. Ya no era como antes que enseguida me contestaba, como si estuviera esperando mi mensaje. Ahora sabía lo que había sentido ella cuando yo sumergido en mi dolor por mi madre no le contestaba, y siempre había leído los mensajes. En ese momento, el más oscuro de mi vida, a la única que le respondía era a ella, pero lo había hecho a mi tiempo. La entendía, comprendía lo que se siente no estar con ánimos, tal vez esto fue demasiado para ella. No quería que estuviera mal por lo que ha pasado entre nosotros.
Debía hablar cuanto antes con ella. Debía arreglar las cosas.
A la mañana siguiente ya estaba listo para dar mi último examen, esperé a Juanma y nos dirigimos a la facultad.
—Hermano no puedo más — se queja mi amigo. Levanta sus brazos para estirarse y va directo al baño.
—Vamos es pan comido ya has estudiado muchísimo.
Dos horas después ya estábamos afuera saltando y gritando de alegría, varios estudiantes habíamos rendido nuestro último examen. No se sentía como esperaba que seria, faltaba más emoción…. Y me faltaba Amanda.
Decidí escribirle un mensaje:
“Me he recibido”
Viuda negra: ¡Felicitaciones! No esperaba menos del chico diez
Me sorprendió su contestación tan rápida ya que el mensaje de anoche jamás lo contestó.
Muchas gracias. Me haces falta aquí ,ahora
Viuda negra: Iré a verte, tenemos que hablar y festejar.
Por supuesto, tú también ya te recibes.
Viuda negra: Aun no, me quedan exámenes y cuando termine nos vemos.
Te extraño.
Viuda Negra: (escribiendo…)
Editado: 19.11.2025