En tres palabras o menos

Capítulo III Joséphine o Lilith

Esa mañana cuando André despertó en la habitación del hotel, se dio cuenta de que estaba atado y eso lo enfureció. Sin embargo, en la habitación quedaba un aroma distinguible. La mujer que vio anoche tenía un gusto único y romántico así que sería fácil ubicarla. Pidio a su secretaria que buscará entre la lista de compradores una mujer que haya adquirido un perfume llamado "Healer". A pesar del nombre masculino, el perfume fue un éxito entre las féminas.

La secretaria lo busco de inmediato y encontró que había dos mujeres con el mismo apellido que lo adquirieron. Envío las fotos de ambas y a una de ellas la reconoció como Joséphine, al verla, sus recuerdos insinuaban que se habían visto en otro lado así que después de que llegó a casa busco el CV de la nueva empleada y comparo fotografías. Casi iguales salvo por el maquillaje.

— ¡Esa p* me las va a pagar! — decía entre dientes.

Eso dio origen a los acontecimientos de la noche anterior.

...

Por la mañana, en el desayuno estaba tres hermanos reunidos. Lilith comenzó a servirles sus respectivos platos cuando André intentaba grabar en sus retinas la imagen habitual que tenía de ella. Llevaba una blusa de cuello de cisne y jeans. Su maquillaje era natural.

— André, le haras un agujero — dijo Norman — ¿No te gusta su comida?

— Oh si, claro que me gusta — contesto —Lilith, Hoy hay una reunión así que debemos irnos, estarás allí junto a mi secretaria.

— Si —

—Así que si usaras un traje sastre, estaría perfecto. — recomendó. Stephen lo veía muy extraño parecía estar provocandola.

— Me cambiaré en un momento.

Norman se despidió ya que iría a clases. Stephen llevo a André hasta una habitación vacía. Reconoció su mirada carnívora y está vez no lo dejaria pasar.

— Deja de verla así, no es tu tipo así que no la molestes. —

— Ella no es quien aparenta ser — le dijo molesto — me amarró y dejo abandonado en un cuarto de hotel.

— No sabía que eras SM — dijo Stephen conteniendo la risa — será mejor que te controles porque no habrá próxima vez si cometes el mismo error, Damian te lo advirtió.

— ¡Ja! ¿Y que vas a hacer? No quieres que él se entere que le quitaste a su prometida, ¿verdad? Stephen deja de jugar al bueno, en el fondo nos parecemos.

André salió y Stephen se quedó mirando el vacío. Todo lo que hacía era por su familia nada más. Cuando André llego al estacionamiento, Lilith ya estaba esperándolo junto al chófer con el que parecía tener una charla amistosa. André camino cada vez más furioso hasta ordenar que fuera ella quien condujera.

Fueron a la empresa en inicio la reunión casi de inmediato. Faltaba el presidente pero parecía habitual por lo que no demoraron en abordar los asuntos mas importantes. Lilith se sorprendió por la seguridad. Casi todas las identificaciones eran por huella así que rara vez había visitantes. Le gustaba ese lugar pero sabía que su permanencia no era demasiado larga.

— ¿André? ¿Dónde está Stephen? — dijo una mujer al final de la reunión.

— ¿Para que quieres al jefe de recursos humanos en una reunión de accionistas?

— Ya sabes para que — le dijo en voz baja — ¿vino a trabajar?

— No, llegara tarde — contesto enojado — Oye Evelyn... ¿ya no amas a Damián?

— A ti que te importa. Incluso si lo sabes no es como si fuera a acercarme a ti. Nos vemos — y subió al elevador.

André le hizo una seña a Lilith para que lo siguiera hasta su oficina. Ella camino al mismo paso que él, acepto su sugerencia de usar un traje sastre pero su blusa de cuello cisne se quedaba con ella. Verlo trabajar fue un tanto extraño, tenía cara de jugador pero no dejaba de ser responsable con sus múltiples asuntos. Todos los datos que recordaba de la reunión eran irrelevante como si solo dieran información por darla.

Cada piso contaba con su propia seguridad, nadie podía llevarse trabajo a casa, no se hacen horas extra y cada ordenador tenía su contraseña además de la mejor defensa contra hackeos. Llegó la hora de la comida y André pidió hamburguesas, después de una larga mañana intentaba relajarse.

— Toma Joséphine, son deliciosas — decía al tiempo que le entregaba una hamburguesa.

— Lo siento pero no puedo comer ketchup además mi nombre no es Josephine. — lo corrigió.

— Lo siento Lilith — le dijo y ofreció comida de nuevo — nunca las pido con Ketchup así que puedes comerlas.

Tuvo que aceptar.

— ¿Trabajaste antes como secretaria?

— No — respondió cortante.

— Tomas mejores notas que mi secretaria — le dijo pensando que la pondría feliz pero Lilith no tenía expresión — haces muy buen trabajo

— Gracias, me pagan por ello — contesto sin querer.

— ¿Te gusta que te digan Joséphine o Lilith?

— Lilith — contesto de inmediato — No me llamo Josephine.

— ¿Sabías que Lilith es el nombre de la primera mujer que existió? Al verse y exigir ser tratada como igual que el primer hombre termino abandonado el lugar donde vivía pues no pensaban lo mismo.

— Claro que lo sé, de allí nació el término "Femme Fatale" aunque lo más acertado es que ella quería ser vista como un igual, tener los mismos derechos y obligaciones que un hombre no como alguien inferior o que debe ser sometido.

— Ya veo. Eres interesante. — le dijo

— Señor, yo solo cumplo con mi trabajo, decirme algunos halagos y adjetivos no hara que cumpla su fantasía de llamarme Joséphine — le dijo al momento que dejaba su comida.

— Pero siento que estás familiarizada con él, cada vez que te llamo así me miras de reojo. — respondió sin dejar de mirarla.

— Claro que sí. Ni modo que lo vea con los ojos cerrados — contesto haciendo que André soltara una risilla — lo siento, debo terminar mi trabajo.

Lilith se levantó, fue al baño a lavarse las manos y regreso para continuar trabajando. André miro que la hamburguesa que le ofreció solo tenía dos mordidas así que imagino que tendría hambre. Envío a su secretaria a comprar algo que nadie resistiría comer y el también comenzó a trabajar.




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